Al límite de mis dolencias

cosas de odiar.

hay cosas que odio sin razón alguna,
en cambio hay otras que odio por mil razones no sólo una.
a ti te odio porque me es imposible odiarte.
a ti te odio porque eres la imagen perfecta de lo que no puedo odiar...
porque yo no me puedo odiar.
si hay algo que sí odio,
es haberte conocido;
si hay algo que no odio,
es dejar que me conozcas.
somos iguales y eso lo odio,
porque sé que te ocultas tras esa manta de insolencia, porque sé que me amas pero temes demostrarlo, lo odio, porque me siento igual.
podríamos olvidarnos,
pero nadie olvida los sitios donde lloró y rió.
podríamos odiarnos,
pero nadie odia a las personas que le enseñaron a amar y a sufrir.
cosas de odiar, cosas de amar,
¿por qué no buscamos una balanza para esto?, ¿te gusta complicarte la vida?, ¿te gusto para causarte tal confusión?... también me gustas.
odio que seas yo.
lo odio tanto porque esto me hace amarte.
y me hace darme cuenta de cuán tóxica puedo ser, detesto eso.
hay cosas que podemos odiar,
como el que no nos atrevamos a confesar lo que sentimos.
también hay cosas que podemos amar,
como la similitud que nos une como goma de mascar, una sucia y pisoteada pero que conserva su color rosa y que aún se ve pegajosa.
cosas de odiar que no existen entre nosotros donde no nos pertenecemos pero nos tenemos.
cosas de temer y el hecho de dejar de querernos en algún momento.
cosas de amar y el tiempo que hemos pasado peleando más que riendo.
cosas de sufrir y nuestras palabras hirientes que no sabemos perdonar.
cosas, cosas que nos hacen sentir.
tú me haces sentir.
y por eso te odio.
y también por eso te amo.