Hold

24 2 6
                                    

Hoy por primera vez después de tanto tiempo salía solo. Pensaba encontrar alguno de los cables que se habían dañado de su computadora, que le ayudaban a tener confección con los chicos. Quizá podría encontrar algunas cosas interesantes para implementar en la vigilancia.
Sonrió para si y subió al autobús. Sentía a alivio de sentirse libre otra vez. Pasa cadenas que el mismo se había impuesto fueron rotas y ya creía ser una persona nueva. Tomó asiento de uno de los más lejanos a la puerta y al lado de la ventana.

Vio la parada y bajó para empezar a caminar y buscar en las tiendas los objetos buscados. Entró en una que llamó su atención y empezó a observar todo y preguntar por la calidad y el uso específico. Ya después de una hora y media está con dos bolsas en las manos repletas de objetos. Ansioso por probarlos esa misma noche.

Seok Jin había sido muy rudo y había advertido que si le pasaba algo allí mismo le caería a golpes.

Sonrió al recordar la reprimenda de su superior, pero esta se borró cuando guiado por el sentimiento de melancolía, recordó que desde que su madre le había hablado de Yoon Gi, soñaba todas las noches con cómo podría ser. Se preguntaba si era tal cual como sus ojos lo imaginaron cuando ella lo describió.

Nunca pensó que sería un chico tan valiente, tan fuerte, a pesar de que su padre lo había involucrado en sus negocios sucios con el gobierno corrupto.
Él nunca quiso creer que podría estar entre los Assasin, pero al descubrirlo, y también conocer que estaba en la etapa de término, había convencido a Seok Jin para que lo adentrara en el Clan y sacarlo de aquel infierno. Las cosas se salieron de control sin él darse cuenta, y su hermano había caído. Había caído tanto en ese abismo y tan fuerte, que recibió la muerte a cambio. La que él mismo había provocado.

Bajó la cabeza entristecido, aún caminando. La vida era tan difícil, tan dura, que En ocasiones el hombre quiere creer en que los sueños son verdad. La mente te convence y trata de negarse a la realidad que existe delante de tus ojos. Te atrapa, te rige a sus leyes y trata de hacer creer, pero no es verdad. Solo es un espejismo.

Alzó sus ojos para concentrarse en el camino. Tratando de dejar a un lado los sentimientos de dolor que renacían inevitables. El tenía apoyo y se sentía nuevo, pero el pasado estaba allí para alimentar su desdicha cuando quería.  

Emitió unos cuantos pasos y cruzó la calle, viendo a lo lejos, observó unas siluetas en una esquina. Un hombre alto era empotrado contra una pared y otro tras él le apuntaba con un arma. Los ojos del pelirrojo se abrieron ampliamente y corrió hasta el lugar para tratar de socorrer a la persona.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de ellos, sacó su arma, dejando caer las bolsas al suelo y la apuntó al individuo.

—¡Oye, déjalo en paz!—indicó con firmeza. El sujeto volvió su rostro al chico con furia. JungKook se paralizó. Dejó caer el arma allí mismo, gritando en su mente que todo era una ilusión. Que nada era real. Que solo lo estaba imaginando. Su mente le estaba jugando sucio después de haberlo recordado.

Cayó de bruces, para luego quedar con la cara entre las manos sollozando.

El hombre desapareció como de la nada. Así como había aparecido como un fantasma, se fue. Nam Joon aún seguía en el mismo lugar en atropellado por las emociones. Sus labios temblaban, contendiendo los sollozos que querían salir de su garganta. Sorbió su nariz y con pausa, se volvió, encontrando a sus pies a un chico de cabello pelirrojo con la cara entre las manos lamentándose.
Una pistola estaba a su lado en el concreto y su cuerpo no dejaba de temblar con espasmos. El moreno se acuclilló frente a él. Tomó una de sus manos para despejarla de su cara y ver que era la persona que se había imaginado.

El hermano de Yoon Gi.

—Tu lo viste, ¿verdad? Dime que no estoy loco. Dime que me crees...— hablaba el chico con hipidos lastimeros.

—¿Qué crees tú?— pregunto Nam, con una mirada fija en él. Este alzó sus ojos hasta el mayor, derramando infinitas lágrimas que caían por la gravedad sobre sus piernas.

—Creo que estoy loco. Creo que lo extraño demasiado y que no puedo aceptar haberlo perdido...—continuó y sin importar que dijera el otro se aferró a su cuerpo. Nam Joon lo apretó, sintiendo todo el peso de ambos en su espalda. La carga que llevaban era muy pesada y desgarrarte.

Un teléfono empezó a vibrar en el bolsillo del pelirrojo. El moreno lo removió para que contestara, pero el chico no lo soltaba, envuelto en su propia bruma. Como pudo, sacó el aparato y contestó.

JungKook, estoy preocupado. Hace mas de una hora que saliste...

—Soy Nam Joon.— dijo el moreno sorbiendo la nariz.

¿Y JungKook? ¿Dónde esta? ¿Pasó algo? ¿Que sucedió?

—Creo que estarás interesado en saber sobre esto.— dijo con suavidad. Pasó saliva y emitió una profunda inhalación.

¿Qué es?— cuestionó Seok Jin nervioso.

—Yoon Gi está vivo.

.
.
.

.
.
.
Una noticia esperada o inesperada?

Soy una adicta del drama y suspenso. Lo acepto!

Aquí está la recompensa un poco corto, pero era importante publicarlo.

Deal - Kim Nam JoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora