Especial [1/3]: Dos almas libres en union.

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Que era un perfecto día en Hyrule, el viento soplaba leve, pero aun así favoreciendo el vuelo del hyliano, quien había ido nuevamente a las hermosas campiñas de la región de Lanayru, para distraerse un rato, todo allá en el reino era bastante caótico.

Hoy Zelda desposaba a un príncipe de un reino vecino.
El menor estaba muy feliz por su amiga, siempre le había deseado la prosperidad y felicidad. Y claro, ella también aprobaba la relación que el hyliano tenía con el príncipe de los Zoras.

Aunque se había comprometido con Sidon, su concejo no lo aceptaba tan bien, aunque ya tuvieran la bendición del Rey Dorephan.
Pero para ambos el estar juntos era lo único que contaba.

El menor se tiró sobre la verde grama, mirando al cielo tranquilo, no se veía rastro de tormentas, así que sin evitarlo, se quedó dormido junto aun árbol.


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—¿Cómo que no hay señales de él desde la mañana? ¿Buscaron el los jardines bien?— Dijo la princesa alterada, ya que necesitaba ayuda para escoger sus algunas cosas del banquete.

—Incluso revisamos los prados de los alrededores.. Lo mas seguro es que esté cabalgando.— Supuso aquel guardia, siempre a él le tocaba la tarea de rastrear a aquel chico, y este le daba problemas mas que nada por que nunca se le hallaba en el mismo sitio.

Pero mientras eso acontecía en el palacio real de Hyrule. Sidon salió a pasear en los bosques de los alrededores de su región, estaba exhausto y había logrado persuadir a Muzu de que le pusiera a estudiar como siempre.
Entre aquellas arboledas escuchó loa ronquidos del rubio, y prácticamente estaba bajo de él, en aquel lago que solían frecuentar, así que decidió bajar hasta el menor de un salto al agua mojando a Link y despertándolo bruscamente.

—¡Hyaaa!.— El menor tomó su espada despertando de golpe.

—Pff.... JAJAJAAJAJA!!!.— El zora estalló en risas al ver la reacción esperada del chico.—Buenos días dormilón...  Zelda esta preguntando por ti.. Al parecer le ibas a ayudar a escoger su vestido, el banquete y la marcha nupcial. — Sonrió sentándose al borde del pequeño lago de manera coqueta.

— Ella puede escogerlo... Yo no sirvo para eso la verdad prefiero estar por aquí que en su ceremonia.. Por cruel que suene.— Dijo desinteresado quitándose las alforjas y las jotas para entrar al pequeño lago.

—Oh.. Ya veo.— Dijo inusualmente serio, casi como si estuviera triste.
—Link... Tu y Zelda son muy unidos... ¿Te sientes mal por su compromiso? ... ¿Por que no eres tu?.—  Susurró lo último, Sidon estaba esperando una respuesta negativa, y la duda le entraba cada vez que los segundos de silencio pasaban. Como si el menor estuviera considerando la idea de desposar a Zelda.—B-bueno yo.. Me escapé de mis clases de economía y administración... Si quiero gobernar bien tengo que seguir aprendiendo.. Así que....y-yo... —Sintió la voz rota y al lanzarse al agua para irse por el atajo de la pequeña gruta en el contó, Link también se tiró al agua tomando su mano.

"No me refería a ello"... —  Gesticuló con una morada preocupada, y tiró de su mano hasta la superficie. —No era eso.....ah... Zelda no es mas que mi amiga de la infancia.... Sidon.. Con quien estoy comprometido es contigo.. Y eso me hace feliz... No pienses cosas de más. — Sonrió besando sus labios. Al estar ya en la orilla de nuevo, Sidon aun seguía triste, por lo que Link tuvo una idea.

Se levantó y corrió al rededor recogiendo algunas florecillas que encontraba por ahí, todas de hermosos colores y brillos de rocío, y con los mismos tallos las fue uniendo una por una, ante la vista curiosa del zora que no se apartaba de sus delicadas manos.

Después de un rato, Link terminó lo que hacia, y tomó sus botellas llenad de hadas, y soltó éstas en el pequeño lago, iluminando el oscuro estanque, ya estaba atardeciendo, así que Link espero a que fuera completamente de noche, mientras iba de aquí para allá adornando los árboles con flores silvestres, y con algunas otras fosas tapaba cada rastro de luz que entrara, cuyas cosas también tenían la función de que las hadas no escaparan.
Finalmente, se arrodilló al lado del zora, que estaba sentado en un tronco observando lo que hacia Link. Este último, tomó la mano de Sidon y se acercaron a la orilla del estanque, que estaba iluminado por el brillo de las pequeñas hadas, que alegres danzaban sobre las cristalinas aguas; Link le entregó una corona de aquellas hermosas flores a Sidon, y este mismo se puso una.

El mayor no comprendía, pero el gesto y todo lo que hizo, se le hacia muy lindo; en especial, el momento en el que Link se puso nervioso, tomando ambas manos tembloroso, y respirando hondo. Sidon quería abrazarlo en ese momento, pero algo le decía que esperara.

—Uff.... Bueno, aquí va... —Tomó aire sintiendo como le sudaban las manos, y miró totalmente sonrojado a Sidon.—Ambos, y las diosas, nos hemos reunido, para unirnos, en un lazo tan fuerte que el destino mismo forjó, y ni siquiera el cataclismo logró separar. Ante la diosa Hylia, quiero unir mi alma entera contigo; Sidon, ahora Monarca de los Zoras, dueño de las aguas curativas de Lanayru con dicha región. ¿Aceptas como esposo, a un simple soldado como yo?¿para estar juntos, en la prosperidad, como en las catástrofes?¿Para amarlo y respetarlo?.— Dijo loas calmado que pudo, mirando con ese hermoso brillo a los ojos del zora; quien asombrado, y bastante feliz, aceptó.

—Claro que acepto Link... Entonces... Esta vez preguntaré yo; Link, héroe de Hyrule, el guerrero quien derrotó el mal y liberó de su ira a todo el mundo, portador de la trifuerza del valor y la legendaria espada maestra,¿Aceptas como esposo aun servidor, Monarca de la región de Lanayru?. — Sonrió acariciando el rostro del menor, bajando por sus hombros y llegando a su cintura.

—A-acepto....— Sonrió Link, apretando sus manos y los pequeños chillidos de las hadas se oían felices, mientras nos acercaban sus labios, hasta unirlos en un beso, un beso lento, lleno de inocencia, de tranquilidad, de sentimientos.. De amor, el más puro amor que pudo haberse creado.

Al fin estaban unidos, ante las diosas, ante la luna, ante ellos mismos, y eso era todo lo que les bastaba.

—Link, te voy a amar por siempre. Por los siguientes 100 años, por todo lo que reste de existencia. No importa cuanto. — Dijo el zora aferrándose al cuerpo de Link en un abrazó lleno de afecto.

—Sidon.... Te amo...—

—Tambie te amo...—

~Gracias por leer ~
Yatorii.

100 años contigo [SidLink].©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora