𝐎𝐔𝐓

diez

Observo una foto que me tomé con Jisung hace unas semanas atrás, cuando él no tenía ni idea de mis sentimientos, y quizás ni siquiera sospechaba de que estos existieran.

Una lágrima se estrella contra la pantalla de mi celular, sobre la hermosa figura de Jisung. Observo lo delicado y pequeño que se ve en la foto, sintiendo ganas inmensas de protegerlo, aunque él no quiera saber nada de mí.

Entonces sollozo. ¿Por qué el amor es tan difícil?

Si él sabe de mis sentimientos, ¿por qué habla sobre chicas, fingiendo que a mí no me importa? ¿Por qué se empeña tanto en destruirme, en vez de intentar arreglarme?

Nunca antes había sufrido por amor. Y claramente, no tenía ni idea de que esto fuera tan doloroso. Creo que la causa de esto es que jamás me había enamorado.

Tuve amoríos, sí; relaciones pasajeras, de no más de dos semanas o tres, y que su principal base era el sexo. Pero más que eso, no. Entonces, cuando mis "parejas" actuales de ese momento me dejaban, no me importaba, simplemente porque no sentía nada por ellos.

Pero con Jisung es diferente.

No sé muy bien cuándo comenzó todo. Puedo tener una ligera idea de cuál fue el suceso con el que los sentimientos comenzaron a desarrollarse, pero nada muy claro. Aunque, ¿quién puede saber exactamente cuándo se enamora de alguien, y cuándo no?

Tardé meses en darme cuenta de que lo que sentía por Jisung era algo más que atracción. Pude notarlo cuando habían pasado cinco meses y el chico me gustaba cada día más.

Dicen que la atracción hacia una persona suele durar entre los cuatro y cinco meses, y cuando pasa esa cantidad de tiempo, significa que estás enamorado. Para ser sincero, nunca había pensado que eso fuera cierto, y aún sigo sin creerlo. Quizás fue solo cuestión de suerte. O puede que Jisung me haya cautivado con esa linda cara de ardilla que tiene.

Me sobo los ojos para acicalar mis lágrimas, y tomo un pañuelo de la caja de cartón de Bugs Bunny que está sobre la mesa de noche. Me sueno la nariz. Lo único que se puede escuchar en mi habitación son mis sollozos y el feroz viento chocar contra la ventana entreabierta de mi cuarto.

La única persona que sabía de mis sentimientos hacia Jisung era Changbin. No porque yo se lo contara, sino porque él mismo se dio cuenta. Eso me dio miedo, ¿acaso estaba siendo muy obvio? Eso iba a ser malo para mí, no tenía intenciones de que el chico se enterara de mis sentimientos aún. Sin embargo, el castaño no parecía ni percatarse de estos.

No sé qué estaba pensando cuando me confesé. Por una parte, estaba feliz. Soltar todo lo que había estado guardando durante meses se sentía como un carga menos con la que lidiar. Pero la que venía ahora era mucho peor, porque debería cargar con la que vaya a ser su respuesta.

Siendo sincero, me esperaba que vaya a decir que no.

Es decir, él es tan jodidamente perfecto. Y yo soy un pedazo de basura a su lado. No es por tirarme abajo, no creo ser una mierda. Pero no puedo evitar sentirme inferior cuando estoy con él.

Su físico parece haber sido tallado por un ente divino y moldeado con manos mágicas, sí. Pero eso no es comparado con su personalidad. Su físico es tan solo una envoltura. La verdadera mágia está cuando lo conoces.

Nunca había conocido a alguien tan puro como él. Es tierno, pero con un toque atrevido. Es divertido a su manera. Parece tomarse las cosas a la ligera y eso te da seguridad, de alguna manera. Si está preocupado por ti te lo hace saber discretamente, porque le angustia que puedas incomodarte. Cuando algo le apasiona de verdad no te lo demuestra con palabras, sino con acciones. Y cuando lo ves bailar o cantar es ahí donde te das cuenta de lo mucho que le gusta lo que hace.