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Cada voto y cada comentario cuentan :)   

Cuando Kim se acostó, estaba realmente cansada de todo. Se sentía tan confusa que ni siquiera se había parado a pensar en todo lo que había ocurrido.

¿Marc no quería volver a saber nada de ella? ¡Perfecto, genial!

Sí, se sentía tremendamente estúpida. No tremenda, sino soberanamente estúpida al haber pensado que por primera vez no dependía de Álex para sentir algo por alguien.
Lo peor era que no podía quitarse a ese imbécil de la cabeza.

Todo era por su culpa, si no la hubiera besado, ella no se habría ilusionado con él y en ese momento estaría durmiendo en vez de pensando en maneras fáciles y rápidas de olvidarle. Pero no, claro que no, ¡tenía que joderla!

De nuevo sintió ganas de llorar. Eran lágrimas de estupidez, de sentirse una inocente por haberse hecho ilusiones —porque al fin y al cabo esas ilusiones se las había hecho ella solita— pero no. Haría falta algo más fuerte para tumbarla.

De pronto algo captó su atención, su móvil estaba sonando. Se abalanzó corriendo sobre él y una pequeña parte de su mente deseó que fuera Marc con alguna explicación que darle, pero por primera vez en su vida, sintió un profundo desánimo al ver que era Álex.

Para ser sinceros, no entendía qué era lo que sentía por Álex.

¿Le quería? Sí.
¿Le amaba? Ya no lo sabía.

—¿Hola?

—¡Hola Arizona, por fin contestas!

Álex parecía muy contento y una parte del corazón de Kim recordó algunos viejos momentos al oír su voz.

—¿Estás bien? —comenzó ella—. Ayer me dijiste que querías hablar conmi…

—Sí, por eso te llamaba. Es que, me siento tan solo desde que te has ido… no sabía cómo decírtelo porque siempre estás liada con la librería o con Simon.

—Sí, pero ahora podemos hablar, yo también quería contarte algo…

Al menos sabía que podía contar con Álex, que él se preocuparía y la ayudaría. Estaba dispuesta a contarle lo que había ocurrido con Marc, es más, ya no veía tan descabellada la idea de sincerarse totalmente con él. No estaba segura de sentir lo mismo que antes por él, la verdad es que Marc estaba consiguiendo meterse muy dentro de ella y demasiado rápido, pero ella quería contárselo todo a Álex. No dejarse nada.

—Te echo de menos Kimi, estos últimos días me has hecho mucha falta. —La voz de Álex se adivinaba incluso un poco melancólica, extraño ya que él siempre estaba de buen humor.

—Tú a mí también, han sucedido tantas cosas aquí que no sé por dónde empezar.

—Empieza desde el principio, pero primero escúchame. Es muy importante porque ya sabes cómo soy yo para hablar de sentimientos.

¿Sentimientos? ¿De qué iba a hablarle Álex? Totalmente en blanco, Kim sólo pudo callarse y escuchar cómo todo terminaba de desmoronarse con apenas unas frases.

—Hace un par de semanas conocí a una chica y, joder, ya sé que es precipitado… Pero me gusta mucho así que esta tarde me he decidido a pedirle salir. Me ha costado un poco hacerlo sin tu ayuda pero ella ha aceptado, ¿no es genial, Kimi?

—Ah —es lo único que pudo articular ella.

¿Qué demonios se supone que tenía que responder? Por supuesto que no iba a felicitarle y a deshacerse en aplausos. Todo eso era un asco, quería olvidarse de ese día.

Noche de Fuego. (DISPONIBLE EN PAPEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora