Nuestro Destino

Aprender

Shoto Todoroki

Típico de los Bakugo, Mitsuki llegó gritando a los cuatro vientos el nombre de su Katsuki, quien le respondió con la misma fuerza un gran “ Cállate vieja bruja”.

Me daba alegría ver a Katsuki tan feliz de ver a sus padres, podía sentir en su aroma lo contento que se encontraba, hasta que su madre sacó unos libros de su bolso.

— Hoy aprenderás a ser padre! — Chilló y Katsuki palidecio.

— No! — Katsuki rechazó inmediatamente — Si quieres dejame los libro, pero no me vas a enseñar.

— Soy tu madre y haré lo que me de la puta gana.

Y así, empezó la lección, con los berrinches de Katsuki y la llegada de Eijirou, Denki y Tadashi.

Sin mencionar que yo también iba a participar, porque claro, soy padre de él bebé, sin dejar a un lado el claro rencor que me tenían los padres de Katsuki, aún podía sentir la mirada asesina de su madre en mi nuca.

— Tomen un pañal — dijo muy animada mientras nos pasaba el paquete, en esto se vio involucrado Tadashi, quien haría de modelo, Eijirou y Denki estuvieron de acuerdo.

Primero me tocó a mí, bajo las instrucciones de Mitsuki realizaba mis acciones y al final logré hacerlo bien, o al menos eso pensaba.

Tadashi empezó a llorar y Mitsuki me dijo que yo lo calmara, empecé a jugar con sus brazos y a hacer caras graciosas, ahora que estaba así me preguntaba como será nuestro cachorro.

Definitivamente desearía que sus ojos fueran como los de Katsuki, con respeto a la actitud agradecería que se pareciera un poco más a mi, si no fuera ese el caso, todos los días habría peleas, así como la casa de los Bakugo.

Después fue el turno de Katsuki, lo realizó tan fluidamente que me impresionó, en ningún momento Tadashi se quejó y parecía disfrutar estar con Katsuki.

— Será un buen padre — Kirishima pasó su brazo sobre mis hombros — Así que tu también debes serlo.

— Lo sé — sonreí y volví al lado de Katsuki.

Lo siguiente fue vestirlo, irónicamente Mitsuki tenía consigo un bebé de juguete, al que teníamos que vestir.

Esta vez Katsuki fue el primero, mostrando de nuevo lo delicado que puede llegar a ser si se lo propone, su madre se veía orgullosa.

Mi turno fue un tanto incomodo, no podía concentrarme si tenían sus miradas fijas en mis acciones, el tener a dos alfas tan prepotentes como Mitsuki y Masaru, juzgando tus movimientos, era algo que pondría nervioso a cualquiera.

— Que les parece si tomamos un descanso y comemos algo? — Todos estuvieron de acuerdo con Eijirou, Mitsuki y Denki fueron a la cocina para preparar algo adecuado para un embarazado.

— Cómo te sientes? — me senté a lado de Katsuki, el estaba leyendo muy atentamente un libro sobre nombres.

— Nunca pensé que fuera tan pesado — hizo un lindo puchero — Me alegra que tu también estés aprendiendo pedazo de tonto.

— Has pensado algún nombre? O en qué quieres que sea? — Pregunté animosamente y Katsuki frunció el ceño.

— Definitivamente quiero que sea alfa, independiente de su sexo — Sabía muy bien el porqué de sus palabras, no quería que pensara en esas cosas — Si es alfa podrá salir adelante sin obstáculos.