Nuestro Destino

Regalos

Shoto Todoroki

— Es tan linda! — la reconocible voz de Fuyumi inundó la habitación.

Han pasado algunos días desde que todo acabó, Katsuki y los demás volvimos a nuestra casa, recibiendo casi todos los días a familiares y amigos.

En ésta ocasión, a nuestros padres y mis hermanos, Mitsuki aún se encuentra un poco alterada de ver a su hijo tan débil y en cama, en cuanto a Masaru, parece que nadie existe aparte de Mirai.

Aunque son personas de confianza y sé que no le harán daño, no puedo evitar enojarme cada que alguien se les acerca, un lado posesivo de mi que desconocía, salió a la luz cuando Eijirou se acercó a Katsuki y besó su frente con ternura.

Fue un momento un tanto desastroso, casi golpeó a Kirishima, si no fuera por Denki quien intervino inmediatamente, me sentí demasiado avergonzado y enfadado conmigo mismo, no sólo por iniciar una pelea, también por asustar a los demás, incluyendo a Mirai.

Aquél día todos se retiraron un poco alterados y desconcertados, Katsuki se enojó un poco, sin embargo comprendió mi situación, ya que el se alteraba de igual manera cuando alguien se acercaba a la habitación donde su nido estaba hecho.

Ambos estuvimos de acuerdo con que solo los primeros días aceptariamos visitas, aún necesitamos tiempo para descansar y relajarnos un poco.

— Y qué crees que sea? — Dabi interrumpió a Fuyumi y observó con detenimiento a Mirai — Yo creo que será Alfa.

— Tu qué opinas Shoto? — Fuyumi preguntó — Yo creo que será Omega.

— Yo... — En realidad no sabía que decir, no me había puesto a pensar en eso y ahora ambos me estaban mirando fijamente mientras esperaban mi respuesta.

— Será lo que quiera ser, maldita sea — Y Katsuki habló en el momento adecuado, entrando a la habitación después de ser acompañado al baño por su madre — así que dejen de joder.

Aún se encontraba un tanto sensible y bipolar, ya que el equilibrio hormonal aún no se completaba, debido a ésto podía llegar a ser un poco grosero, bueno, más grosero de lo normal y algo arisco.

— Creo que es momento de irnos — Mi madre sonrió nerviosa y se despidió de nosotros, siendo seguida por los demás.

Los padres de Katsuki se quedaron algunas horas más, dándonos consejos de cómo cuidar a nuestra cachorra y cómo educarla adecuadamente, según Mitsuki, no quería que la niña fuera como Katsuki.

Minutos después de que sus padres se fueran, Mirai ya se encontraba dormida, aún sigo un poco inconforme por el hecho de que duerma en la cuna que kirishima le hizo y no en la mía.

— Shoto! Tengo hambre! — Katsuki se habías vuelto un flojo total, usaba condición para excusar el hecho de que todo el día dormía y comía.

Aunque se que cuando pase el tiempo que recomendó Midoriya, ya se encontrará dando vueltas por toda la casa.

Katsuki Bakugo

Si, la cesárea me había dejado más que jodido, los malditos dolores de cabeza me matan cada que me pongo de pie y la herida que me dejó la cesárea aun duele un poco.