Shoto Todoroki
— Bakugo.
— Qué mierda quieres tan temparano?
— Hoy tenemos cita con el ginecólogo.
— No quiero ir, me duele la cabeza — Katsuki cada vez se volvía más perezoso.
Con cada día que pasaba se volvía más difícil sacarlo de la cama, y comprendo perfectamente que se sienta cansado por el embarazo, sin embargo realmente no quiere hacer nada.
Necesita levantarse y ejercitar un poco, aparte de ducharse y comer, pero no, solamente quería quedarse dormido en la cama.
— No te duele la cabeza, vamos — tome sus brazos y lo jale para que de sentara — La cita es a las 10.
— Estoy cansado — volvió a acostarse.
— Por favor, hoy por fin podremos saber que será, no te emociona?
— Ya lo se, va a ser niño, así que dejame dormir!
— Katsuki, no puedes estar seguro de eso.
Me miró de reojo, me hizo una señal para que me acercara y lo hice, sin decir nada empezó a liberar sus feromonas, era una trampa.
— No voy a caer, ya se tus trucos — ya había caído demasiadas veces en sus siniestros juegos en los que terminábamos follando, era su estrategia para no salir de la cama — Te cargare si no te levantas.
— Blasty!
Ese conejo, ese maldito conejo, corrió a tosa velocidad desde la cocina y salto a la cama con Katsuki, ahora era su perro guardián.
Todos se preguntan el porque le tengo miedo a un conejo, no es miedo, es respeto, más a Katsuki que nada, es como su hijo.
Como aquella vez que Katsuki se quejaba de que la ropa le empezaba a quedar pequeña, incluso tuvo que unir el botón de su pantalón con un listón.
Ese día me burle un poco de Katsuki, mencionandole que existía la ropa de embarazo y sería lindo verlo con ello.
Se hecho a llorar, nunca pensé que esas palabras lo fueran a lastimar, inmediatamente Blasty se acostó a su lado, traté de arreglar las cosas y pedirle perdón a Katsuki, pero el conejo no me dejó, se quedó a su lado hasta que se durmió, y cuando traté de acercarme me mordió, hay que admitirlo, tiene una mordida un tanto fuerte.
— Como tu quieras — me rendí — Iré al centro comercial.
— No!
— No qué?
— Iré, solamente tengo que cambiarme — avergonzado salió de la cama y se vistió rápidamente.
El hospital al que iríamos era el mismo donde mi padre estaba hospitalizado, sus heridas resultaron más graves de lo que parecía y ha permanecido ahí una cuantas semanas.
Mi madre lo visita casi a diario, igual que mis hermanos, a excepción de Dabi, quien ha desaparecido de nuevo.
— Lo siento — Katsuki habló en el camino al hospital — Últimamente te he causado mucho estrés, en realidad lo lamento.
— Esta bien, lo comprendo — las hormonas seguían hablando por Katsuki, el es por mucho una de las personas más orgullosas que conozco, ni en mil años me pediría perdón por algo tan pasajero.
Al llegar al hospital era exactamente la hora de la cita, así que caminamos rápido y esperamos fuera del consultorio.
— Familia Todoroki — que bien sonaba eso, unos días después de la visita de Mitsuki, Katsuki y yo por fin firmamos, ahora éramos oficialmente los Todoroki — El doctor los está esperando.
Katsuki fue el primero al entrar a la sala, en cuanto estas dentro de esas cuatro paredes te llega el olor a medicamentos y alcohol.
— Por favor retiré su camiseta — Katsuki ya estaba acostado en la camilla, después de que el doctor le llenará de gel el vientre, pasó un aparato sobre su piel, mostrando la imagen en pantalla.
— Todo esta más que bien — dijo después de revisar y analizar por unos minutos, leyó y repasó una y mil veces la información en el monitor.
— Qué es? — Katsuki se veía más ansiaso que yo.
— Es una niña.
~
Ambos, omega y alfa lloraron, pequeñas lágrimas de felicidad corrían por sus mejillas, una niña.
— Definitivamente no le pondré Mitsuki — El heterocromatico burló ante el comentario de su pareja y lo abrazo.
— Gracias.
— Gracias por...
— Por hacerme tan feliz— se sentía dichoso y lleno de energía, una pequeña niña estaría en sus brazos en unos cuantos meses.
Ya empezaba a visualizar su futuro, como alejaría a los chicos y chicas de ella, gritandoles que no eran lo suficientemente buenos para ella.
O su primer novio, le daría una paliza si le hacía algo a su pequeña hija.
Tendría que aprender peinados curiosos y hermosos que resaltarán sus lindos rasgos.
Porque si, estaba seguro de que sería la niña más hermosa del todo planeta, y si tenía la suerte, tendría que los fieros ojos de Katsuki.
Después de un extenso regaño de parte del doctor, quien les reclamó el poco ejercicio que hacía el omega y la mala alimentación, fueron con su padre.
— Va a ser niña — dijo orgulloso sacando la pequeña fotografía del bolso de su chaqueta — Aún no hemos decidido un nombre.
— Será hermosa.
— Lo sé, lo sé — tomó de nuevo la fotografía y la guardó — Recuperate pronto viejo, así podrás verla cuando sea el momento.
— Lamento sacar el tema, sin embargo tengo que aprovechar que Katsuki esta dormido — miró al omega que descansaba en una silla — Qué has sabido de Neito?
Un mal sabor de boca lleno el cuerpo de Shoto, el día iba tan bien hasta ahora, aunque sabía que era necesario hablar de ello.
— Aizawa y Yaoyorozu siguen sus rastros, aún no encuentran la nada relevante, sin embargo sabemos que no tiene ningún interés en aquel omega, Izuku — dijo firme — Aunque el omega se rehúsa a traicionarlo, a pesar de lo que le ha hecho.
— Bueno, tal vez te sorprenda un poco, pero Iida, el esta acercándose a Midoriya — aquellas palabras sorprendieron al alfa — Me ha dicho que Midoriya era básicamente su esclavo, nada más que un juguete, sin embargo no lo va a traicionar porque eso incluirá la muerte de muchos.
— Por qué no estaba enterado de esto?
— Porque ahora tienes que enfocarte en tu familia Shoto, dales la vida que yo nunca les di, cuidalos y protegelos de todo.
— No es necesario que lo digas, claro que lo haré — sonrió nostálgico — Tenemos que irnos, te veré luggo, padre.
_______________________________________
Y al final resultó ser niña jaja, gracias por leer y votar uwu.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Destino
FanfictionUn alfa sin interés en los demás, un omega rebelde con la mínima intención de tener un alfa, destinados a estar juntos el resto de su vida, destinados a entregarse en cuerpo y alma. Los personajes no me pertenecen, pertenecen a Horikoshi Kohei. Port...