Ya había sonado el timbre para salir a receso, NamJoon y su combito se habían dirigido a la cantina, mientras que SeokJin y su amix sólo se dedicaban a seguirlos discretamente...
Y discretamente significa que cada vez que se movían, el dúo corría para intentar seguirles la pista, mirándolos como si los fueran a violar o algo.
— Verga loco, las vainas aquí están carísimas, menos mal que somos carajitos. — Dijo TaeHyung, que a pesar de haber hablado en singular, se refería a los dos carajitos que andaban con él.
— ...Y después se quejan cuando uno trae la paca 'e rial pa' esta mierda. — Completó YoonGi.
— 'llénse la jeta, no sé qué tanta habladera de paja, si igual van a comprá'. —
Ambos chicos frente al mostrador se quedaron locos ante la respuesta que había sido emitida por el más alto del grupo: NamJoon. Lo miraban como si de un día para otro hubiera dicho que ama a Maduro.
Aún así, cada quien tomó lo que había pedido y salió de una vez por todas de ahí. Es importante destacar que había un carajitero, además de la cola kilométrica.
El dúo los miraba de lejos; JiMin se mantenía pensando en una forma para cuadrarle al chamo de los hoyuelos a su mejor amigo, mientras este estaba desespera'o porque temía que el receso terminara.
En ese momento, al rubio se le prendió el bombillo.
— ¡MARICO, VAMOS A PEDIRLE SU NÚMERO A JUÁN ESPERANZO! — Exclamó el chamito, a quién casi le salía humo por las orejas de tanto pensar.
— ¿Te refieres a HoSeok? — Interrogó el castaño, un poco dudoso sobre aquella decisión pero no menos emocionado al respecto.
— No marico, yo. — Respondió JiMin con sarcasmo, con senda cara de desaprobación.
Y de ese mismo modo lo hicieron, buscaron por todo el patio hasta dar con el paradero del buen amigo de todos: Jung HoSeok.
— ¡MARICO, MARICO AUXILIO! — Dijo el de las greñas rubias, mientras se aproximaba junto a su amigo en dirección a la persona que les solucionaría la vida.
Bueno, al menos a SeokJin.
— Épale JiMin, como 'ta la cosa. — Saludó HoSeok, mayormente conocido como Juán Esperanzo.
— Loco, necesito el número de Kim NamJoon, el chamito ese de cuarto "B". —
El rol que cumplía SeokJin en esa conversación era nulo, solamente se quedaba viendo como sendo gafito a HoSeok, como si este estuviera a punto de hacer desaparecer todos sus problemas.
— ¿Pa' qué quieres su número? Somos panas y todo, pero no puedo vender al menorsito ese. —
— No lo estás vendiendo, le voy a cuadrar un culito. —
Eso último que había dicho JiMin había hecho que se ganara sendo coñazo en el brazo por parte de SeokJin, pues él aspiraba a ser mucho más que eso para NamJoon.
Al final, todo había sido motivo suficiente como para que Esperanzo les diera el número. Ambos volvieron a su salón de clases al culminar el receso, lo mismo ocurrió con el combito de NamJoon.
Horas después las clases habían terminado, cada quien se fue pa' su casa.
SeokJin estaba más feliz que nunca, pero no se imaginó que iba a estar toda la tarde pega'o al teléfono debatiéndose si enviar un mensaje a NamJoon o no.
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Desbórralo, menor.
FanficEsta es la historia en la que Kim NamJoon vende empanadas y Kim SeokJin se lo quiere chancear. Maricoteo intenso.