Desbórralo, menor.

V e i n t i n u e v e e m p a n a d a s

← NamJoon pv→

'Elga mano, no podía creer cuanto la había cagado hablando con la carajita esa; por primera vez iba en serio con alguien y, mano, el destino conspiraba en mi contra.

— ¡SEOKJIN! —
No sé porqué le grité, seguramente estaba arrecho y obvio que no me iba a responder.

Coñoelamadre, busqué y busqué por todo el patio, pero el malvado loco ese no aparecía. Después de un rato se me prendió el bombillo y paré la pata en su salón, ahí debía estar, sino me jodí.

Abrí la puerta y metí la cabeza por el pequeño hueco que había... Uuupa, chinazo. SeokJin estaba sentado en su asiento, justo en el medio.

Atravesa'o, como siempre.

— Jin, ¿qué pajó? Levanta la cara. —

— ¿Qué quieres? —
Habló en un tono mingón, nunca lo había escuchado hablar así de marisquia'o.

Lo peor es que me parecía cuchi, nisiquiera yo me entendía.

— Quería hablar contigo, seriamente, tú sa'e. —

— No hay nada de qué hablar. —

— 'elga, hazte el duro, gelatina 'e mercal... —
Murmuré, kike para mí mismo, pero estábamos tan cerca que estaba claro que me había escuchado.

— ¿Qué? —

— Nada, nada. —

— NamJoon, por favor, si sólo vas a andar con la mamadera de gallo es mejor que te vayas. —

Ahí fue donde el castaño se puso serio, incluso se levantó para ponerse frente a frente conmigo.

Feis tu feis.

Coño, papá, ¿no le pueden echar ni un poquito de verga?

Mentira vale, ya era momento de que me pusiera serio, ya me habían dado un ultimátum pa' que dejara la weboná.

— En el patio hubo pingue confusión, déjame explicar un poco... —

— ¿Por qué quieres explicarme? No es como si importara. —

Coño, sí es verdad que este no sabía que me gustaba.

— Claro que importa, porque quería decirte una vaina importante que tiene que ver con los dos. —
Me acerqué un poco más e intenté tomar sus manos, pero casi me mete un pingazo.

Qué arrecho.

— NamJoon, ya basta, deja la bendita jugadera. Me gustas, pero de pana que esto no es divertido. —
SeokJin tenía los ojos agua'os.

Suspiré antes de responder, porque naweboná, aún pensaba que estaba era agarrándolo pa' loco.

— Jin, escúchame. Yo sé que soy un charlero, también sé que si me metes en una licuadora lo que va a salir es pura mierda; soy sendo webón y to' lo que tú quieras, pero lo que te voy a decir a continuación no es cualquier marisquera... —

De pana que el destino me tenía arrechera, justamente tocó el timbre cuando iba por la parte más importante del beta.

— Espérame en la salida, te digo lo demás después. —

Justo antes de salir, lo besé, pues al menos debía saber que no había sido un error lo que pasó en su casa.

Soy es yo en la pista, hablen claro.