V e i n t i o c h o e m p a n a d a s

1.5K 292 107
                                    

— ¡COÑO, MARICO, NO TE MUEVAS!
Exclamó HoSeok, mientras le echaba otra capa de gelatina a Nam y lo peinaba; parecía estar amaestrado en esa weboná, tenía una habilidad trifasicamente arrecha, ¿será que en su otra vida cortaba cabello en un toldito?

— ¿¡QUÉ TANTO ME VAS A ECHAR, MAMAWEBO!? —
Era muy tarde para preguntar eso, su cabello parecía un lambí'o 'e vaca; ese iba a quedar más tieso que las sardinas que tenía congelando en la casa desde hace meses, pero era un esfuerzo que debía hacerse para impresionar a su enamorado.

— Eso quedó fue uff, calteluo, criminal, calidoso, todo lo que tú quieras.
El Esperanzo pudo respirar con tranquilidad cuando finalizó su obra maestra; Nam se veía limpiecito, no con el nido de rata en la cabeza que siempre cargaba.

— Mierda y, ¿qué le pasó a este? —
YoonGi jamás había visto a Nam tan arregladito, se veía raro el mamawebo ese, parecía un muñequito 'e torta.

Habían pasado varios días desde que el Pran de perro seco les contó a sus panitas lo que estaba pasando y ajá, ya habían pensado en la sorpresa que le harían al marico ese para que se empataran de una vez por todas. El plan era que iban a poner a NamJoon medio bonitico, le iban a quitar la pinta de barriotu'o que se gastaba y entre todos iban a hacer una vaca para una caja de Flips.

Ese plan no tenía pele, había que estar claros que la parte del Flips atrapa a cualquiera, más si eran de dulce de leche.

— ¡Dale, ahí viene! —
Avisó Tae, que sería quien llevaría a Jin para que viera la vaina.

Todos tomaron sus posiciones y esperaron a que ocurriera lo mejor.

— ¡Hola, SeokJin! —

— Ah, hola... —
Estaba un poco extrañado porque se preguntaba donde estaban los demás, pero de todos modos agradecía que NamJoon no estuviera cerca.

— Mira, ven a ve' una vaina que te quiero enseñar.  —

Los chamitos se dirigían al patio central, todo iba bien, pero para el de los hoyuelos las cosas no serían tan fáciles...

Se apareció uno de sus cuadres de los años 1600, cuando no era tipo serio, ósea, hace poco. Nam era sendo palo de agua, pues le caía a todo el mundo el malvado basto ese.

Qué conveniente, maldita sea, ¿no pudo esperar otro momento?

— Épale, ¿qué haces tan solito, mi amolcito?.—
Velga, la tipa era igual de malandra que él, naweboná.

— Ñelda, ¿quién e-...? Nada, ya me acordé. —

— ¿Cómo te ha ido, vale? Tiempo sin hablar... —
Tenía la misma labia que un chancero de primera, incluso el más malandrito salía intimidado.

— Coño, habla claro, tú lo que quieres es coronar con los Flips estos. —

La chama se había quedado callada porque, nojoda, tenía razón. Aún así intentó disimular el asunto.

— Hablamos después, de pana, ahorita estoy ocupado. —
Añadió, ahí fue cuando la ex-cuadre se arrechó.

— ¿Ahora me vas a sacar el culo? Acuérdate de cuando ibas a mi casa y-... —

— Verga, sí eres intensa, pana. —
Interrumpió, volteando los ojos.

Ambos se pusieron a discutir en pleno patio, pero con lo que el chamo de las empanadas no contaba era que ya no tenía tiempo y Jin estaba por llegar.

— Pero, ¿estás seguro de que no quieres que volvamos? Puedo ir a tu casa hoy y... —
Dejó el resto de la oración para la imaginación, mientras se acercaba burda a NamJoon y lo tomaba del brazo, quizás más de lo que a este le convenía.

SeokJin llegó justamente en ese momento, pa' completá'.

— Coñoelamadre con este cabeza 'e webo. —
Susurró Tae para sí mismo, nunca faltaba una que escoñetara el plan.

— ¿Esto era lo que querías que viera? Nojoda, Tae. —
SeokJin se preguntaba de qué se trataba, pero a este punto lo único que podía pensar era que lo estaban agarrando pa' guachafita, así que se fue.

Estaba comenzando a creer que sólo querían burlarse de él, no era la primera vez que le pasaba de todos modos.

Obviamente NamJoon estaba tan concentrado en el peo que ni se dio cuenta, pero cuando los demás se acercaron a él fue que medio rebobinó.

— No puedo creer que perdiste la oportunidad por andar hablando con esta de lo último. —
HoSeok estaba arrecho, de paso. Sabía que esa carajita era burde pasa' y no quería ningún bien para NamJoon.

— Me haces el favor y me respetas, no te lo voy a volver a repetir, ¿oyó? —
Esa no se iba a quedar callada.

— Ajá, pero tampoco se vayan a agarrar de las greñas. —
Añadió YoonGi, pues no iba a ser la primera vez que pasaba.

— Cállense, mamawebos, dejen la peleadera y concéntrense. SeokJin acaba de ver esta marisquera entre ellos dos y no estaba muy feliz que digamos.—
Tuvo que venir Tae a recordarles a los demás en donde estaban parados.

— ¿Quién coñoelamadre es ese?—

— No te interesa, salí'a.—

— Si me sigues echando verga te voy a meter un coñazo que te va a dejar loco.—

HoSeok y la cuadre de identidad anónima no se llevaban demasiado bien.

— Entonces, Nam... ¿Qué piensas de lo que te dije ahorita? —

— Déjame en paz. Voy a buscar a SeokJin.—

— ¡ESE ES MI GALLO, NOJODA!—
Exclamó HoSeok.

Desbórralo, menor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora