D i e c i s i e t e e m p a n a d a s

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← Narrador pv→

SeokJin se pasó toda la primera hora de clases pensando marisqueras, que obviamente tenían que ver con su chico de los hoyuelos. Así iba a terminar raspando química, pa' reparación por andar pendiente de pajaritos preña'os.

Intentaba idear un plan para acercarse más al chamito que le gustaba, pero sin parecer senda ladilla.

'Elga ¿qué podía hacer?

Equis, el timbre pa' salir a receso sonó y Jin tomó la mano de su mejor amigo, para luego esmachetarse en busca de los mala junta.

— Épale, ¿cómo 'ta la cosa? —
Saludó al encontrarlos, disimulando la parte de que había atravesado todo el patio corriendo y ahora 'taba lo que era mama'o.

— Qué lo qué. —

El Esperanzo estaba activo en la pista, pero los demás tenían senda car'e velorio.

— ¿Qué les pasó a estos? ; ¿Quién murió? —

— Nada, raspación intensa en ese salón. Venevisión con nosotros, kike nos vemos en reparación nos dijo el mamawebo del profesor. —

José Octavio andaba relaja'o de la vida, era extraño que los demás no.

¿Será que le aflojará las lucas?... o quizás otra cosa.

— Nam, te voy a decir algo que te va a quitar esa cara 'e conflei. —

— ¿Qué, 'tas preña'o?—
Preguntó YoonGi esta vez.

SeokJin sólo se limitó a tomar con ambas manos el hombro de Nam, poniéndose de puntillas.

— Dile a tus panas que se peinen esas cejas, porque vamos para la piscina de mi casa.
Le dijo al oído.

Marico, como que le dieron la noticia de su vida.

— ¡'ELMOLE, MANO, CORONAMOS! Vamos a jaltá' pa' la mansión de este loco. —
Dijo Nam, dirigiéndose a todo el grupo.

Todos los carajitos cambiaron de cara inmediatamente, pero lo que más hizo feliz a SeokJin fue la amplia sonrisa de emoción que tenía el chamo que tanto le gustaba.

Nojoda ¿Por qué tiene que ser tan precioso? Pensó.

Iban a parecer perro e' rico asoma'os por las ventanas viendo la residencia.

— ¡Maricos, maricos! ; ¿Puedo invitar a Kookie pa'lla? —
El de sonrisa cuadrada finalmente se dignó a hablar, pero lo que se ganó fue una volteada de ojos del combito.

— ¿Vas a invitar al malvado feo ese? Mano, pa' habla'te claro: ahí va a haber comida. No seas basto, loco.

Coño, qué delicadeza Nam.

— Ay, Kim NamJoon, tú como que quieres plomo por ese wiro. —

— Marico, eso no se ofrece, eso se da y punto.

El Esperanzo era senda rata, metiéndole cizaña a esos dos. A TaeHyung le arrechaba que se metieran con su narizón, por eso los chamitos esos se aprovechaban de la vaina para echarle verga.

— Desbórralo, menor. Llévate a tu jevo pa'lla, pero no quiero show ni comiquita con el sute ese. —

Desbórralo, menor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora