Sí, otra vez pa' la casa del marico este; era como la tercera vez pero de alguna manera me resultaba cada vez más divertido. Salté el paredón y le envié el mismo mensaje de las noches anteriores, abrió la puerta en un dos por tres.
— Épale, pajuo. —
Saludé apenas abrió la puerta.— Háblame, brujita. —
Había pingue diferencia entre este y el día en el que nos conocimos, ¿quién diría que estaría visitando al acosador de las empanadas y que nos volvimos panas?
Realmente me agradaba el hecho de que se uniera una lacra más al combo, ya nos faltaba poco para montar un complot y ser los dueños del liceo, hasta podríamos conseguirle un culito a Jin.
— Mira, esto te lo manda mi mamá. —
— ¿Kejeso? —
Me respondió con un acento marcadísimo.— Te voy a contar una historia fina: mi mamá andaba preguntando que a quién yo visitaba tanto en la noche, 'tonce yo le metí una coba y le dije que era un pana que estaba burd'e enfermo y vaina, total que se sintió mal y coronamos senda torta burrera. La hizo para ti, pero yo ya me jalté un pedazo y eso lo que está es mi amor con te quiero. —
— ¡Ay, pero qué linda es mi sueg-!... Tú mamá, digo. —
Se puso a reír, para luego desenrrollar el bojote de servilletas que le puse a esa vaina para que no se escoñetara toda.— Pendiente, mamawebo. —
Según yo kike lo intimidé poniendo mis dedos como una pistola y apuntándolo en el wiro.Era la primera vez que tocaba su cabello; tenía cabello de jeva, una vaina sumamente suave.
— ¿Cómo están los demás? No le he hablado a mi mamá y parece funcionar, ojalá me deje ir al liceo pronto. —
— Bueno, JiMin anda con la cuca alterada porque quiere verte, los demás pues normal... ¡Ah, sí! A Cuco lo dejarán ir al liceo en una semana más, se me olvidó decirte. —
— No sabes cuanto me alegra que esté bien... ¿Te imaginas que el marico ese se hubiera mata'o? —
— A pesar de que es una mardita ladilla, yo también aprecio que esté bien... Y yo que quería que la próxima casa en visitar fuera la mía, nojoda. —
— Admito que me gustaría visitarte, pero me da miedo por... Tú sabes. —
— No te preocupes por el hampa, papá, que yo soy el pran de esa vaina y me respetan los convivitos que están ahí. —
— No sí. —
Se rió nuevamente; me estaba acostumbrando a ese sonido de parabrisas daña'o, de alguna manera me agradaba.— Tengo dos perros, por si te interesa conocerlos. —
Ahí fue cuando se le pusieron esos ojos pipirulos, no tenía ni idea de que le gustaran los animales.
— ¿De pana? ¿Cómo se llaman? —
— Perico y Rintintín. —
— ... —
Se quedó callado por unos segundos, pero no pudo aguantar la risa por mucho tiempo; hasta se tiró en el suelo el mamawebo ese.
Y yo más atrás, riéndome de lo pegadiza que era su risa.
Hablamos paja durante toda la noche, ya era algo tarde cuando decidí irme.
— Bueno, marico, me tengo que ir. Cuídate e'r dulce. —
Me di la vuelta, pero mi mayor sorpresa es cuando él me agarra del hombro y nos pone cara a cara.— Ya va, que olvidé agradecerte. —
Y así como si nada, me besó.
COÑIOOOO, YO ME PIRÉ DE ESA MIELDA, ESTABA ROJITO.
¿QUÉ ES ESTO? SE SUPONE QUE NO DEBIÓ HABERME GUSTADO, PA' MI QUE EL MAMAWEBO ESTE ME HIZO UN AMARRE O ME FUMÓ UN TABACO.
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Desbórralo, menor.
FanficEsta es la historia en la que Kim NamJoon vende empanadas y Kim SeokJin se lo quiere chancear. Maricoteo intenso.