Una Caricia | Negovanman Fanfic

XXVIII: Propuesta

----------------------- Elise -----------------------

Me sentía horrible; me sentía la peor persona del mundo. Tyler me había besado y ni siquiera logré hablar con Nat para explicárselo.
No sé que ocurrirá ahora.

Estoy llorando en el gran árbol ubicado en el parque a cuatro calles de casa. Cuando era pequeña y me sentía mal siempre escalaba y me sentaba ahí hasta que me sintiera mejor o mis padres me chantajearan para bajar. Hacía años que no venía.

—¿Elise? —escuché una voz.

Me asomé un poco y logré ver a Nat bajo el árbol, pero estaba segura que no podía verme por la oscuridad.
¿Cómo sabía que estaba ahí?
Ah, claro, mis padres.

—Escucha... —habló de nuevo. —No sé que ocurrió esta noche pero sé que no quiero perderte; quizá debí esperar a que lo explicaras pero no pude soportarlo. Si eso te hizo sentir mal, lo siento. Y bueno... Si aún sientes algo por ese chico, está bien, no te preocupes por mí, lo entiendo

—Nat, sólo te quiero a ti —finalmente hablé.

—Oh, hey... Hola, por un segundo creí que estaba hablando con un árbol

—Eso sería vergonzoso —reí.

Comencé a bajar y ella me dió la mano para ayudarme.

—Debemos volver, tus padres están preocupados

—Si... Oye, sólo quiero que sepas que eres la única persona que me importa y lamento que hayas visto eso... Es sólo que no se qué me pasó, me quedé inmóvil y...

—Shh —colocó su dedo en mis labios y me dió un pequeño beso.

Llegamos a casa y mis padres nos esperaban sentados en la sala.
Hablé con ellos y les dije que todo estaba bien.
Parecían estar demasiado preocupados por mi relación por mi relación con Nat.

Terminamos de celebrar entre risas y brindis y finalmente nos fuimos a dormir.
Pude dormir feliz esa noche abrazada a Nat sabiendo que no había nada que nos pudiese separar.

A la mañana siguiente, al despertar, Nat me esperaba con un chocolate caliente a un lado de mí.

—Buenos días linda, te traje un chocolate caliente

—Buenos días —le dí un beso. —Eres lo mejor que me ha pasado

—Anda, vamos por los regalos, tus papás ya están listos

—¡Ay por Dios es verdad!

Me cambié rápido y saqué mis regalos del closet. Con todo lo sucedido había olvidado ponerlos bajo el árbol.

Nat me esperaba en el sofá junto a mis padres, reían y conversaban alegremente. No podía desear nada más.

—¡Buenos días Elise! Al fin despertaste, creímos que te habías convertido en la bella durmiente —dijo papá.

—Lo siento, estaba algo agotada

—Descuida, ahora es momento de abrir los regalos. ¿Quién quiere empezar?

—Opino que primero nosotros Charles —mamá tomó el regalo de Nat.

Nat había decidido mandar a hacer una pintura de toda la familia. Ellos, mi hermano y su esposa, y por supuesto Nat y yo.

—¡Oh por Dios, esto es maravilloso! Nat, muchísimas gracias, esto es fantástico. Charles mira, el detalle de las facciones, parece tan real -mamá quería llorar de la emoción.

—No es nada. Elise me dio la idea de hecho —me abrazó.

—Mira cariño, tiene otro regalo dentro —papá encontró mi sobre detrás de la pintura.

Los miraba ansiosa mientras abrían el sobre y pude ver su asombro al ver lo que había dentro.

—No no, Elise. No podemos aceptarlos...

—Tonterías, ya los compré y tienen que usarlos

Con lagrimas en los ojos me abrazaron y continuamos abriendo regalos hasta que finalmente solo quedaba el regalo de Nat y el mío. Ella insistió en abrirlo primero así que la deje.

Entonces le di el regalo y comenzó a abrirlo lentamente.

—No, no, no, no, no es posible!! —comenzó gritar apenas vio lo que era.

Había decidido regalarle el libro de "La Historiadora" de Elizabeth Kostova y autografiado por la misma. Últimamente hablaba mucho sobre conseguir ese libro pero era difícil encontrarlo en Ingles, pero se trataba de ella y lo conseguí.

—Eres la mejor, Elise. Te amo, de verdad te amo —me besó y siguió admirando el libro.

—Si si, yo también te amo, pero... ahora quiero mi regalo —crucé los brazos.

—Tranquila amor, aquí lo tienes...

------------------- Natasha --------------------

Suspiré profundamente por lo que estaba a punto de suceder. Las manos me temblaban y rogaba por que todo saliera bien.

—Oh mi Dios Nat, ¿¡acaso es una cámara fotográfica!?

—Así es linda, sé que querías una desde hace mucho y ahora la tienes —la abracé y suspiré de nuevo. —Pero ese no es el único regalo, hay uno más... Hemos pasado bastantes años juntas, enamorándonos la una de la otra sin darnos cuenta y quizá es demasiado pronto pero quiero intentarlo porque ya no quiero dejar pasar ni un día más sin despertar a tu lado; así que... Elise, ¿te irías a vivir conmigo? —puse un collar con la llave de mi departamento en su mano.

Se quedó varios segundos sin poder decir una palabra, sólo tartamudeaba.

—¡Por supuesto que si Nat! —se lanzó a mi y comenzó a llorar.

Sus padres aplaudieron y se unieron a nuestro abrazo. Desde ese momento en adelante sabía que nada iba a detenerme, iba a luchar por ella hasta el final, me aseguraría de nunca perderla.

Su papá decidió llevarnos a unas cabañas fuera de la ciudad, a pasar el resto del año conviviendo más. Hicimos un viaje de 2 horas hasta llegar al lugar, el cual era hermoso. Las cabañas estaban junto a un río de agua cristalina y había pinos enormes donde podíamos descansar bajo su sombra.

Elise y yo tendríamos una cabaña solo para nosotras, rápido nos instalamos y nos cambiamos de ropa para disfrutar de un relajante baño en el río. Comimos de una ensalada que su mamá preparo para nosotros y unos pastelillos de chocolate.

Una vez que oscureció nos fuimos a nuestra cabaña.

—Fue un día maravilloso —Elise se tiró a la cama.

—Lo fue, y se vienen muchos más

—Mmm... —me miró. —Jamás te había visto en bikini

—¿De verdad? —me acerqué.

—Te ves demasiado sexy —me jaló hacia ella y comenzó a besarme apasionadamente hasta tumbarme en la cama y estar sobre mí.

—Ahora será una noche maravillosa...

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Hola! Aclaro que aun faltan varios capítulos para terminar este fanfic, así que aun queda un poco más por disfrutar ♥