Capítulo 16: Sermones Por Doquier

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El tiempo pasó muy raído... Puppet y Slenderman ya habían llegado a la mansión creepy. Ambos individuos Observaron todo el desastre, había comida regada en el suelo, libros, papeles y mangas de anime por el suelo, todas las consolas de vídeo-juegos esparcidas cerca del televisor, creepypastas apuntándose con armas y cuchillos, animatronicos por todos lados y a los niños disfrazando a aquellas princesas totalmente divas. En ningún lado se encontraba a quien se supone controlaría la situación. 

En vez de eso.. no estaba, claramente era un sabotaje por parte de alguien quien deseara hacer lo que le plazca en aquel lugar, sobretodo con gentuza nueva como los animatronics. Desde el segundo piso, Anthony consiguió romper la puerta a base de golpes y patadas. Varios muebles y sillas eran lo que obstruían el paso del peliblanco. Este con una mirada furiosa oculta tras la mascara bajó las escaleras buscando a los responsables de aquella desgracia.

En estos momentos, todos los presentes abajo (incluyendo Puppet y Slender) voltearon a ver al albino que se encontraba paralizado ante la presciencia de esos dos que acababan de llegar esa gran vivienda. No esperaba que todos se descontrolaran a tal de dejar todo con un mugroso zoológico de raros.

Slender se cruzó de brazos "mirando" fijamente al peliblanco. Puppet quería reír, recordaba todas esas veces que la pizzeria era hecha un desastre por culpa de los animatronics cuando tenían días libres y la mencionada marioneta se encontraba descansando en su caja musical. Solo pudo (y trató) de reprimir el sentimiento y limitarse a observar.

Anthony trató de explicar pero fue interrumpido por un enojado Slenderman. Los demás "inocentemente" se excusaron y el sin rostro no tuvo más opción que dejar pasarle la culpabilidad al de mascara de payaso. Este reclamó como pudo pero todo a sus protestas fue un "No". Se reprimió a si mismo y se fue a su habitación sin querer saber de nadie. Era normal y habitual que hicieran cualquier cosa para salirse con la suya, las ganas de matarlos lo consumían, pero se ausentó de eso. No quería seguir echando las mil maldiciones a los cuatro vientos.

Para eso, cerró con seguro la puerta de su habitación y salió por la ventana para irse a la ciudad. 

(En otro lado)

Los queridos monstruos del subsuelo hablaban y discutían pacíficamente entre si. Sans aun recibía regaños y sermones por parte de Toriel, a pesar de que Frisk estaba bien y nada se reinició por el uso del reset para suerte de todos. Papyrus se encontraba jugando con Frisk y Alphys con un pequeño perro blanco que misteriosamente apareció en el subterráneo. Estaban en los tranquilos caminos de Waterfall, el sonido del agua era abundante. Algunos monstruos caminaban y saludaban al trío de amigos.

Mientras convivían felizmente. Llegó Sans seguido de Toriel quienes venían a paso lento, la mujer cabra traía en sus manos una tarta de caramelo con canela, de esas que todos les encanta. Toriel dejó la tarta aún lado de ellos para que pudieran disfrutarla, Sans traía consigo los platos.

Toriel: Aquí tienen, para llenar sus estómagos.

Alphys. Muchas gracias.

Papyrus: ¡Caspita! Papyrus se lo agradece mucho.

Frisk: Siempre quedan deliciosos.

Toriel: No es nada ^ ^

Sans: Heheheheh, aquí platos niños -dijo mientras los repartía a cada uno-, y Frisk, lo siento de nuevo niña.

Frisk: No hay problema, sigo bien de todos modos. No es la primera vez que veo a alguien con la necesidad de matar. 

Sans: A-ah.. ya veo.. -expresó nervioso-. No me recuerdes eso..

La chica humana solo asintió comiendo su tarta de caramelo con canela. Toriel, Alphys y Papyrus se miraron un poco confundidos por las palabras de la chica, pero no le prestaron más atención a eso, sino a ese pequeño momento juntos. De vez en cuando, cada vez que el esqueleto menor de estatura mencionaba algo parecido, Toriel reaccionaba mal. Era de esperarse, desde la muerte de su hijo e hijo adoptivo, ya nada era lo mismo. 

Una parte de ella se sentía decepcionada por el pasado, pero otra se sentía culpable. No podía vivir con esa preocupación, solo le haría daño y no quería que la vieran en mal estado, no quería hacer preocupar a los demás o a Frisk. Tenía que ser fuerte y ocultar su miedo del pasado ante cualquiera. Todo por culpa de la soledad.

Toriel sacudió su cabeza levemente mientras hacía un gesto, tomó una porción de tarta que quedó y fue comiendo poco a poco mientras escuchaba las conversaciones que formaban aquellos hermanos esqueletos, científica e "hija". De vez en cuando respondía preguntas que se hacían, pero mayormente permaneció callada.

El rato pasó, la tarta se había acabado y ya estaban optando por irse, tomaron un camino largo para disfrutar del paseo, pasaron cerca de la casa de un conocido fantasma. Veían algunos caracoles de la pequeña granja que la apodaban como "la granja Blook". No habían rastros de aquel espectro. Llegaron al final de Waterfall y para sorpresa de aquellos caminantes, Asgore iba hacia ellos.

Este se acercó cauteloso hasta quedar frente a ellos, con una sonrisa paciente dijo..

Asgore: Oigan, ¿No les gustaría pasar un rato en el castillo? Para.. compartir y.. pensar que será lo siguiente que haremos, algo así como.. ¿Un tratado de paz? -decía agudizando la voz, de re ojo miraba a su ex esposa-.

Frisk: Eso estaría genial, podemos probar el té de flores.

Asgore: Claro, no tengo ningún problema, peque.

Toriel carraspeó la garganta y dijo con voz firme -No es mala idea.

Sans: Wow, ¿Aquí hay tensión o es que subió la presión?

Papyrus: ¡Sans! Calla y vamos, un largo camino nos espera para llegar al castillo.

Sans: Oh bien, bro.

Asgore: Entonces vamos -insinuó alegremente- Undyne nos espera allí, quedó hablando con los guardias.

Toriel: ¿Qué esperamos? -dijo sin más y comenzó a caminar-.

Asgore: Ah, s-si claro -se le formó un nudo en la garganta-.

Este grupo de monstruos se fue caminando sin mucho que decir, solo esperando a llegar al castillo. 

Volviendo con los animatronics y creepypastas. En el rato que había pasado ya estaban terminando de acomodar y limpiar la creepyhouse, algunos entre si mientras ordenaban, Puppet ayudaba con algunas cosas. Centrándonos en los Toys quienes estaban en un grupo hablando y barriendo los pasillos. Los conocidos Olds también estaban en grupo limpiando las ventanas. Los proxys limpiaban todo el desastre que dejaron el la cocina, las chicas creepys levantaban los objetos esparcidos, los chicos creepys trapeaban o quitaban las marcas de desastre.

Eran todos con una tarea en especial, nadie se acercó a la habitación de Anthony. Slender vigilaba que todos hicieran lo suyo y a base de regaños y sermones. Para todos eso era común, incluso para los animatronicos quienes soportaban los regaños de la marioneta, a estos no se les podía culpar, eran niños después de todo. 

Solo quedaba esperar a que cualquiera se encargara de algo que lo conllevara a descubrir algo en especial, exploración era la palabra, sobretodo para aquellos curiosos que quieran cambiar la vida de alguien o la suya propia. 

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¡Ave María gloria a dios! Esta vez si que nos ponemos con este fanfic :D
No me culpen de los pinches chistes de sans :c no andamos muy al tanto con eso :'c 
En fin. Dejen su estrellita y comentario. Todo sea bienvenido <3









Una Extraña Linea TemporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora