Al llegar a Mairena nos fuimos directas a mi segundo paraíso. No parábamos de llorar. Estaban... muertos. No salímos en dos días, pero Mikel no paraba de llamar y terminé contestando.
- ¿Qué quieres? - dije sollozando.
- ¡¿TERESA?! ¡¿TERESA ESTÁS BIEN?!
- Sí, hace dos días que estoy en Mairena,
- Lo hemos visto en las noticias, pensábamos que...
- Pero nadie sabe nada ¿no?
- Ese es el problema, que sí.
- ¡Os dije que no dijeraís nada!
- Estábamos todos en un bar y...
- ¿Todos?
- Todos, incluido Sergio, Toño, Nil y los gemelos.
- ¿Y visteis las noticias y...?
- Marina se puso a llorar igual que Tere, Danuu y yo. Todos nos preguntaban el por qué y Marina lo dijo ¿Estás llorando? - comencé a llorar.
- Ven, por favor.
- Dime dónde estás y voy corriendo.
- En mi segundo paraíso, ven con Danuu - colgué.
Bajé a la gran sala dónde hace algunos meses me quedé atrapada con Jesús. Casi nunca iba ahí, demasiados recuerdos imposibles de olvidar.
- Nati, van a venir Mikel y Danuu, vamos arriba.
- No quiero.
- Los necesitamos, va, vamos.
Subimos arriba, llorando todo el camino y abrí la puerta, ya que sabía que él estaba sentado en la puerta por tener que esperar a que bajara y subiera.
- Amores - dijo dándonos un abrazo, Danuu se acopló.
***
Pasó dos días mas. Todos sabían que estaba viva, menos los gemelos. En esos días aproveché en hacer las escenas atrasadas. Claramente no las terminé pero me distraí bastante. Ahora estaba lista para encontrarme con ellos, pero fui a la cocina, ya que no sabía cómo decírselo a los gemelos.
- Danuu, ves a casa de los gemelos y diles que Nati y yo seguimos en este mundo - dije sin ganas.
- Es mejor que vayas tú.
- Voy a su casa, pico, me abren, digo: "Estoy viva" y me voy. Suena raro.
- Ves - insistió.
- Vale.
- Fui a la casa de enfrente, piqué y abrió una chica.
- ¿Tere?
- Hola Judith - dije con una sonrísa, así no tendría que ver a los gemelos y ella, aun que me aiga enterado que está saliendo con Jesús y eso me moleste, es lo mejor, es muy maja y me cae genial - ¿Están los gemelos?
- Jesús en su habitación, Dani se acaba de ir.
- Vale pues ¿Les puedes decir a los dos o que Jesús le diga a Dani que estoy viva?
- ¿Eh?
- No te han dicho lo del tsunami ¿no?
- No, me han dicho que hace poco murió una chica cual le tenían demasiado cariño, pero... Oh, pasa, le hará ilusión verte.
- No tengo ánimos - dije triste - Tú díselo por favor.
- Vale - nos abrazamos y me fui a la casa abandonada.
Una vez ahí subí a la tercera planta, dónde estaba la gran piscina y solo entrar, vi a Dani, llorando, metido en la piscina agarrado al muro para no hundirse.
- "Lo mejor está por venir, no hay mayor error que rendirse al fin. Un beso de amor cura cicatriz, trás el chaparrón sale el sol de abril."
Mientras canté me fui colocando a su lado dentro de la piscina ya que tenía puesto el bikini.
- Tere...
- Soy yo. Estoy... viva. Hace cuatro días que estoy en Mairena y dos des de que todos lo saben.
- ¿Por que no me has ido a ver?
- No... no sabía cómo decírtelo. Acabo de venir de tu casa. Me dijeron que te acababas de ir y supuse que viniste aquí con la llave que te dí.
- ¿Cómo lo sabías?
- Sergio me secuestró, tuve un accidente en moto y estuve en coma casi un mes. Mientras estaba en coma soñé que casi todos se habían muerto. Jesús vivía en esta casa con una tal Paula y eran felices. Bueno, el sueño representaba que era dentro de diez años, después de estar en coma. El caso es que tú estabas en tu casa, deprimido por que me echabas muchísimo de menos y no podías olvidarme, al contrario que tu hermano. Entré a tu casa y estabas en el suelo con una botella de cristal en el pecho. Me tumbé a tu lado poniéndote la cabeza en mis rodillas, hablemos menos de un minuto, te moríse, todo era tan real y yo... - empecé a llorar y él me abrazo y empezó a cantarme la parte de la canción que le canté hace unos minutos y dejé de llorar. Estábamos muy juntos y él se aproximó a mi oreja y me susurró.
- Mañana por la mañana nos vamos dos semanas de gira - me susurró.
- Yo también, pero a grabar el disco a Madrid.
- Quiero proponerte una cosa.
- ¿El qué?
- Seamos amigos pero sin ser nada mas. Cuando empiece el instituto si nos hemos olvidado, no cambiará nada, pero si no, ser algo mas.
- Me parece bien.
Estuvimos jugando hasta las cuatro de la mañana.
- Creo que deberíamos irnos, mañana tenemos que madrugar.
- Sí. Yo en Almería y tú en Madrid.
- Te hecharé de menos.
- Y yo guapetona.
Nos fuimos cada uno a su casa. Yo no tardé en dormirme.
- Tere, Tere, despierta - me despertó Danuu meneándome la cara.
- ¿Qué?
- Hay dos gemelos altos y morenos preguntando por ti y por Nati.
- ¿David? ¿Óscar? - bajé corriendo hacia la puerta.
