Me desperté cuando la alarma de las siete de la mañana de Mikel sonó. Igualmente estaba tan cansada que ni siquiera me levanté.
- ¿Teresa? - preguntó Danuu recién levantado de su cama.
- La misma - bostecé - Déjame dormir.
- ¿Qué haces aquí... en la cama de Matt? - preguntó Mikel.
- No podía dormir.
- ¿Soy yo o tienes una escayola?
- Eres tú.
- No, por que yo también la veo .
- ¿Qué droga consumisteis anoche?
- Tere, enserio ¿Qué ha pasado?
- Ayer me resvalé y me rompí la muñeca.
- ¿Qué pasa? - preguntó Matty despertándose y dejándome de abrazar.
- Tío ¿Sois novios?
- ¿Yo y mi cama? Sí ¿Por?
- No, tú y Tere.
- ¿Eh? Ah, no.
- Va, iros que quiero dormir - dije tapándome la cara con la almohada.
- ¿Hoy que harás? - me preguntó Danuu y le tiré algo que había por la cama para que se callára.
- ¿Pantalones?
- Míos - los cogío Matty, fijo que estaba rojo.
- Así que has dormido con Matty y él estaba en Bóxeres... ¿Estás segura, Teresa, de que no estáis saliendo?
- Segura. Haber, pesado, que no puedo dormir, déjame en paz.
- Haber, solo queremos saber si...
- Tere no podía dormir, vino a mi cama a dormir y ya está.
- Ya claro - rió Danuu.
- Danuu que te pego eh.
- Sí, sí, que miedo.
- Matty - dije y este le pegó una colleja.
- Me lo acabas de confirmar.
- Que no, que a mi me gusta Jesús.
- ¿Pero es tu novio?
- Sí.
- ¿Has hablado con las chicas?
- No.
- Pues, habla con ellas.
- ¿Qué pasa? - me levanté de golpe.
- Que Jesús y Vane, la choni esa se besaron en medio del patio.
- Pero seguro que le besó ella.
- ¿Jesús se apartó?
- No.
- Vale, dejarme dormir anda.
Se fueron y derramé mi primera lágrima en aquel día. Ese día tenía niebla, era un día gris, oscuro, triste, exactamente cómo yo estaba. Me han pasado cosas preciosas, sueños cumplidos pero ¿Realmente me merezco todo lo malo que me ha pasado? Yo creo que no. No pude dormir, tan solo estaba en la cama tumbada, llorando silenciosamente, abrazada a mi osito gigante que tenía des de antes de nacer. Oí como picaban en mi terraza pero ni me moví. Me envió un WhatsApp, Dani, seguramente. Me llamó, pero ni siquiera cogí el teléfono. Creí que se había ido pero no, cuando menos me lo esperaba, apareció en esa habitación. Yo estaba mirando a la pared, pero noté cuando entró y se sentó en la cama de Matty.
