Había comenzado una pequeña tormenta a mediados de la última clase y al salir el patio estaba empapado. Un pelirrojo intentaba desesperado abrir su paraguas, que se había atrancado.
-¡Por fin!-Exclamó sacudiéndolo, cuando ya había podido desenredar la pequeña cuerda que este tenía incrustada. Pero se llevó una decepción cuándo se dio cuenta de que el paraguas tenía un agujero bastante grande en una de las esquinas superiores. Una persona cercana a dónde estaba él se dio cuenta de lo sucedido.
-Perdón-Hoseok se giró ante la llamada, quedando con la boca abierta. ¿Me está hablando...a mí? Pensó emocionado-Veo que se te ha estropeado-Hizo una pequeña mueca-Ten.
El mayor de los dos no sabía que responder. Estaba hablando con su amor platónico. Por fin se dirigían más palabras que un simple saludo. Aunque puede que este ni supiera quien era.
-N-no p-puedo aceptarlo-Negó con ambas manos, sonriendo algo sonrojado ante el paraguas que el castaño le ofrecía-Te resfriarás. No puedo permitir eso.
-No lo haré-Le mostró una mini sonrisa, que dejó pasmado al pelirrojo-Me esperan allí-Señaló un coche negro-Tú lo necesitas más que yo. Te vas solo.
-¿C-cómo sabes eso?
-Allí solo hay un coche. A demás, estabas intentando abrirlo-Respondió mirando al malherido paraguas-No sería razonable que te tomaras la molestia solo por un par de metros.
El mayor asintió, captando sus palabras. Pensaba que el menor sabía de sus pasos, pero parece que solo usa la lógica y no lo espía como hace él...
Espera, no, Hoseok no es un acosador. Solo se preocupa por el castaño. Sí, es eso.
-Yo...no sé qué decir.
-No digas nada, entonces. Tengo que irme. En serio, toma-Colocó el paraguas en su mano y se sumergió en la lluvia. Caminaba despacio, la sensación de las gotas cayendo era relajante.
-¡Taehyung!-Gritó el mayor. El mencionado se giró, haciendo que su pelo medio mojado ondease en el giro-Gra-¡Gracias!
El menor sonrió, tomando de nuevo su camino, dejando atrás a un pelirrojo sonrojado con una sonrisa de tonto. Sí, de tonto enamorado.
Abrió el paraguas, este impecable, pues el castaño es muy cuidadoso. Comenzó a caminar bajo la lluvia, resguardado. Anduvo varios metros antes de girar a la izquierda, dónde, para su sorpresa, estaba Min. El menor simplemente pasó por su lado, pero antes de que pudiera salir un brazo se lo impidió.
-Oye-Habló fríamente el mayor, haciendo a su contrario estremecer-Te vi antes. ¿Tienes algo con Kim?-Le dedicó una mirada inexpresiva, lo que asustó más al pelirrojo. ¿Por qué le preguntaba aquello? ¿Y qué si fueran algo?
-N-no, y-yo...m-me dejó su paraguas-El mayor asintió, mirando al frente. Sacó el cigarrillo de la boca y soltó el humo, casi invisible por la lluvia. Hoseok se fijó en que estaba empapado, ya que lo único que tenía era una sudadera gris oscura.
-Bien, ya me lo imaginaba-Sin decir más, siguió su camino. Jung de quedó confundido, viendo a su mayor alejarse bajo lo que parecía una lluvia interminable. ¿Desde cuándo le importa lo que yo haga? Pensó con el ceño fruncido. Se había cruzado con Yoongi muchas veces, pero este o pasaba de él o le dedicaba la misma mirada que a todos; una gélida e inexpresiva. Sacudió la cabeza, decidido a no pensar más en ello, ya que era algo confuso y raro. Es la primera vez que hablaba con el rey del instituto y, sinceramente, no quería volver a hacerlo.
Llegó a su casa un poco mojado pero, definitivamente, Taehyung le había salvado la vida. Si llega a volver empapado, su madre lo mata. Ya se lo advirtió una vez, con una semana sin videojuegos. Claro que no quería eso de nuevo. Se adentró en el acogedor salón, dónde su padre leía el periódico.
-Hola-Saludó con su típica sonrisa. Algunos compañeros le llamaban "la esperanza", dado que siempre tenía una sonrisa en la cara. Si algo estaba oscuro, Hoseok podía iluminarlo. Es luz, lo contrario a Yoongi.
-Buenos días-Sonrió su padre apartando la mirada de los folios-¿Cómo te ha ido?
-Bueno...-Hizo una mueca, levantado el paraguas roto-He tenido un accidente.
-Hijo mío, siempre igual-Rió negando con la cabeza. Se acomodó las gafas y prosiguió-Veo que estás seco. ¿Quién te trajo?
Se le iluminó la cara al recordar su anterior conversación con el castaño.
-Me lo dejó un...compañero.
Por mucho que le doliese, Tae y él no eran más que eso. Muy pocos podían permitirse el lujo de decir que ese chico era su amigo. A decir verdad, Hoseok solo le había visto con su primo y otros compañeros que tenía asegurado que no eran más que eso.
-¿Lo conozco?-El menor negó con la cabeza, irónico. Jamás había tenido que negar eso, ya que todos lo conocían-Bueno, debe de ser un buen chico.
-Ni te lo imaginas-Susurró para después subir a su habitación, dejando la mochila encima de la cama. Admiró el paraguas, pasando sus dedos por la tela impermeable. Lo que parecía poca cosa iba a ser una excusa para volver a hablar con el castaño al día siguiente. Sonrió feliz, aspirando el olor a lluvia que este tenía. Pero eso no duró mucho, pues recordó la extraña acción de Min al salir del centro. Siempre le había intimidado, es decir, ¿a quién no? Se limitaba a no hacer nada en su contra.
Pero no podía imaginar que ya lo había echo. Desconocía los motivos del mayor, este nunca le había dirigido la palabra.
¿Preguntas? Hay demasiadas por hacer.
¿Respuestas? Tan solo una persona.
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Jung Hoseok
Años: 17
Altura: 1'78
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Eres mi todo
FanfictionSeis corazones ilesos. Una persona especial. ¿Cuántos se romperán? #52-Tierno #20-Conquista #27-Vharem Muchas gracias 😍