La cabeza de Kim iba a estallar. Ken no paraba de decirle las muchas consecuencias de sus actos. Mientras, Jin intentaba ignorarle, pero no había forma. Y justo cuando estaba a punto de gritarle, la alarma sonó, creando un bullicio que solo puso fin cuando todos los alumnos habían abandonado el aula. Seokjin, aliviado por esa intromisión, se levantó serio y recogió sus cosas. Salió de la clase para dirigirse al patio, dejando a su amigo con la palabra en la boca.
Cuando pudo dar con el exterior, revisó el lugar, por si su objetivo se hallaba entre aquellos adolescentes. Pero no lo encontró.
-¡A qué vienen esas prisas!-Jadeó Ken al encontrarse por fin con Kim.
-Me estabas aburriendo-Dijo sin más.
-¡Venga ya!-Se quejó este-Quiero ayudarte, maldita sea.
-No necesito ayuda-Se giró para poder verle la cara-A demás, ¿para qué se supone que debería necesitarla?
Su amigo frunció el ceño.
-Estás loco-Negó con la cabeza-¿Me dices a quién estás buscando?
-No estaba buscando a nadie, Ken.
-¿A Taehyung, quizás?-Preguntó, ignorando sus anteriores palabras. Suspiró y siguió hablando-No vas a conseguir nada bueno. Él no es como los demás, Jin.
-¿Cómo puedes saberlo?
Fijó su mirada en el suelo.
-¿No lo ves?
Kim no entendía nada.
-¿Qué intentas decir?-Preguntó desconcertado. Su amigo suspiró.
-No hay una versión de esto en la que tú triunfas. Puede que pierdas más de lo que piensas, Jin.
-No entiendo por qué te importa tanto.
Ken miró al frente, desviando su mirada del suelo a los árboles del parque cercano.
-Porque esta vez será diferente, amigo. Ya lo verás.
Y así, sin más, le dio un golpecito en el hombro y se marchó, dejando a Jin solo.
El viento azotó con crueldad su cara, acto que lo hizo espabilar y dejó de mirar como su amigo se alejaba. Ya no quedaba nadie en el patio. Estaba solo. Observó su alrededor. El edificio ya estaba cerrado. Los coches de los profesores no se encontraban en el aparcamiento. Allí solamente había un chico con demasiadas dudas en su mente. Giró la cabeza una vez más para asegurarse de que su amigo se había ido. Y así era. Suspiró y su aliento se mezcló con el gélido aire que le envolvía.
-¿Perder?-Se preguntó, recordando las palabras de Ken-¿Qué podría perder yo con Taehyung?
Comenzó a caminar, dejando atrás el centro. Las calles se encontraban bastante vacías. Sus pasos sonaban huecos, su mirada estaba pegada al suelo. No tenía claro que era aquello, pero sentía curiosidad. Distinguía ansias en su interior.
Llegó a su casa, esta vacía. Sus padres se encuentran en una reunión. Subió a su cuarto y apartó la mochila a un lado.
-Maldito Ken...-Gruñó pasándose una mano por el pelo.
Se sentó en la silla en frente del escritorio. Suspiró de nuevo, cerrando los ojos. Apoyó su cara en una mano y dedicó el tiempo a mirar por la ventana. Nada especial ocurría esa tarde. Pasan dos coches, una persona que camina...
Espera.
-Ese...-Sorprendido, entornó los ojos, sin perder de vista al castaño-¿Tae?
Se acercó más a la ventana. Apoyó sus manos en la mesa, inclinándose. Pero el joven ya había girado la esquina y quedó fuera de su alcance visual.
Frustrado, se volvió a sentar. Pasó una mano por su cara.-Me estoy volviendo loco-Sentenció. Se acomodó en la silla, con los ojos está vez fijos en el techo de su habitación-Jin, céntrate, haz favor.
Sus ojos repasaron el cuarto, hasta volver a la ventana.
-No hay nadie ahí fuera-Dijo con un tono bajo.
Pero se equivocaba.
-¿Has pensado en lo que te dije, Tae?-Preguntó Minjae, mientras caminaba.
-Me dices muchas cosas-Dijo, sonriendo-Pero si te refieres a entrar en el club, sí, lo he pensado.
-¿Y?-Emocionado, esperó a la repuesta del menor.
-Ya te lo he dicho, Minjae. No tengo tiempo.
-Tú lo que no tienes es ganas de correr.
-También-Le giñó un ojo-A ti se te da bien, deberías probar.
-¿Yo solo? ¿En Baloncesto? Ni de broma.
-Venga, no seas cobarde-Dijo, dándole un codazo.
-No lo soy, primito. Solo estoy siendo precavido.
Este se encogió de hombros.
-Es lo mismo.
Siguieron caminando, tranquilos. Tae disfrutaba del clima, mientras que el mayor se encogía, un poco molesto por la dureza del viento.
-¿Sabes?-Dijo después de un tiempo-Puede que lo haga.
-¿Te presentarás a las pruebas?-Preguntó emocionado. Minjae sonrió.
-Al menos hay que intentarlo, ¿no?
El más joven asintió, feliz. Aunque los dos saben que entrar en el equipo no era nada fácil, pues es decisión del capitán. Y este no suele estar de muy buen humor.
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¿Cómo os va?
Lo sieeeeeeeeeento mucho. Estaba hasta arriba de exámenes y trabajos y más exámenes y más trabajos...y como consecuencia no tenía tiempo de actualizar 😔
Pero aquí estoy!!! De vuelta!❤❤❤
Y gracias por seguir ahí🌷
Nos vemos en el siguiente capítulo!
Espero que os gustase muuuucho!
By!👋
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Eres mi todo
FanfictionSeis corazones ilesos. Una persona especial. ¿Cuántos se romperán? #52-Tierno #20-Conquista #27-Vharem Muchas gracias 😍