El rubio se mordía las uñas, nervioso en el vestíbulo. Este era su tercer instituto, y esperaba que fuera el último. Por los cambios de puesto de su padre en el trabajo había tenido que sufrir también cambios en su vida. Eso había sido malo para él, ya que nunca se molestaba en encontrar amigos. ¿Para qué? ¿Para olvidarlos? ¿Para marcharse luego? No, él ya no quería eso.
-Jimin, nos vamos-Escuchó a su padre bajando las escaleras. Cargó con la mochila y siguió a su mayor hasta el coche. Durante el trayecto se limitó a mirar por la ventanilla, observando al mundo pasar. Al entrar en una zona oscura, se reflejó a sí mismo en el cristal. Hizo una mueca de disgusto, se veía demasiado nervioso. Cerró los ojos y suspiró fuerte. Al parecer su padre se percató de aquello.
-No estés así-Pronunció desde el asiento delantero-Ya verás como todo sale bien.
Pero el menor no estaba tan seguro. Había vivido esa situación demasiadas veces para su gusto.
Minutos después llegaron al instituto, lleno de alumnos por el patio. Se escuchaban las risas desde el automóvil.
-¿Te acompaño?-Preguntó el señor Park algo preocupado por la inseguridad que su hijo traía.
-No, voy bien. A-adiós-Respondió con voz no del todo firme.
-Te veo a la tarde, hasta entonces-Revolvió su pelo rubio antes de entrar de nuevo en el coche e irse. Jimin se tomó su tiempo, viendo como su padre se marchaba. Respiró fuerte para pisar el cemento del centro y caminar hacia su interior, omitiendo las miradas que algunos le dedicaban.
Una vez dentro, se dirijió hacia dirección, dónde se supone que le darían el horario y las clases. Una vez encontró la puerta se adentró en la pequeña sala, dónde una mujer de mediana edad con unas gafas bastante grandes le recibió.
-¡Bueno días!-Saludó con tono alegre, que causó una pequeña sonrisa en el contrario-¿Park Jimin?
-Sí, soy yo-Respondió con voz nerviosa.
-¡Perfecto! Dame un minuto-Sacó un bolígrafo de su pelo negro recogido en una especie de moño mal hecho-Rellena esto, voy a asignar a alguien para que te enseñe las instalaciones.
-E-está bien-Se fue a sentar en el banco de madera y comenzó a escribir. Se podría decir que ya se sabe las preguntas de memoria, así que lo cubrió bastante rápido. Se levantó para entregárselo de nuevo a la señora, percatándose de que un chico estaba junto a ella.
-Hola, me llamo Mark. Bienvenido-Hizo una pequeña reverencia, a lo que Jimin correspondió de igual modo.
-Gra-gracias. Yo...soy Jimin-Habló mirándolo a los ojos.
-Muy bien, ya están todos presentados-Sonrió las señora-Tómense el tiempo que necesiten-Acomodó unos folios de su escritorio-Ten, cariño, tú horario.
-Bien. ¿Vamos?-Preguntó el chico que ya estaba en la puerta.
-S-sí-Lo siguió, dejando a la pelinegra escribiendo en el ordenador. Caminaron hasta el piso el final del pasillo, dónde estaban las escaleras.
-¿Sabes una cosa? Me salvaste de matemáticas-Rió Mark, risueño. El rubio le dedicó una pequeña risa-Bueno, esto...¿Qué quieres ver primero?
-Yo...no lo sé-Contestó rascándose la nuca.
-Mmm...-El mayor pareció pensárselo un poco-¡Ya sé! Comenzaremos por abajo, dónde están las aulas que más vas a necesitar-Jimin asintió, siguiendo a su nuevo compañero. Pasaron por diversas clases de todos los pisos. Park quedó bastante asombrado, el sitio era muy grande. Empezó a preguntarse si se perdería, con lo torpe que es...
-Jimin-Ante la llamada del contrario, salió de sus pensamientos. Asintió para que entendiera que estaba escuchando-Vamos a ver el gimnasio, ¿vale?-Volvió a asentir, saliendo ya del instituto. Por el camino se encontraron con varios alumnos, pero solo sintió su cuerpo débil con uno de ellos.
-Uhh, tranquilo-Mark soltó una carcajada ante la acción del rubio.
-L-lo estoy-Sacudió sutilmente su cabeza, nervioso.
-Mira, será mejor que te cuente sobre esto-Dijo mirando al suelo. Levantó la mirada después de unos segundos y se detuvo, haciendo parar también al menor-Él es Min Yoongi. Si quieres vivir, no te acerques, no le hables y, sobre todo, no le hagas enfadar. Mientras pase de ti, estarás bien.
-¿No es un poco exagerado?-Ladeó su cabeza, frunciendo el ceño.
-No, tú no has visto nada-Volvió a reír el mayor, haciéndolo estremecer-Se le conoce como el Rey del instituto.
-¿Porque sale con todas?-Preguntó. La risa de su compañero le confundió aún más.
-Todo lo contrario-El rubio fue interrumpido por la campana-Bueno, ya sabes todo...o casi todo lo que debes saber. ¿Te espero en el almuerzo?
-Está bien. L-luego nos vemos-Habló nervioso.
-Vale. Hasta luego-Sonrió, dándose la vuelta, hacia el aula de música, que estaba fuera del edificio. Park caminó despacio hasta el aula de literatura. Llamó a la puerta y solo la abrió cuando una voz lo invitó a pasar.
-Buenos días, alumno. Me acaban de comunicar que es nuevo, ¿cierto?
-S-sí-Contestó recorriendo la clase con la mirada.
-¿Puedes presentarte?
-Oh...cl-claro-Se giró hacia las mesas-Hola, m-me llamo Park Jimin. Tengo 17 años y...bueno, como ya sabéis, soy nuevo aquí-Sonrió algo sonrojado.
-Bien-Sonrió el profesor-Siéntate al lado de Kim Taehyung-Comentó el profesor, señalando al castaño. Toda la clase le miró con algo de recelo, ya que ese sitio era como un premio. El rubio dirijió sus ojos a la mesa, subiendo la mirada para observar a su compañero.
Entonces se le paró el tiempo.
Todo se congeló.
Caminó hasta la mesa, tembloroso.
¿Se puede ser más hermoso? Pensó al sentarse.
Un sentimiento que no había tenido nunca le atacó. Sentía como comenzaba a sudar y podía jurar que sus piernas temblaban. Dio las gracias mentalmente por estar en una silla en ese preciso momento.
-Buenos días-Kim giró su cabeza hacia él.
-Oh...S-sí, b-buenos...días-Saludó sonrojado. Ya tenía un motivo para no querer irse nunca de allí. No sabía que era, pero ese chico transmitía algo...algo que te atrapaba.
Sí, definitivamente era especial
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Park Jimin
Años: 17Altura: 1'77m
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Eres mi todo
FanfictionSeis corazones ilesos. Una persona especial. ¿Cuántos se romperán? #52-Tierno #20-Conquista #27-Vharem Muchas gracias 😍