Mariposa

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-Empieza-Pidió el chico.

El mayor carraspeó.

-Dios, que me dio la bendición de poder veros, hoy con...

Se cortó a sí mismo. Taehyung ocultaba una pequeña sonrisa.

-¿Soy penoso?-Preguntó, apartando el guión de su vista.

-No, no-Negó-Resulta extraño. Lo siento, vuelve a empezar.

Cogió el papel de nuevo.

-Alza más la voz-Comentó. Min asintió.

-Dios, que me dio la bendición de poder veros, hoy con mis ojos, que envidian a tus cabellos por poder enredarse en...-Paró-Esto es ridículo.

El castaño sonrió.

-No lo es.

-Tenemos opiniones diferentes.

Apoyó otra vez el montón de hojas en la mesa de piedra. El aire no era tan frío esa tarde.

-El problema es que no lo dices en serio.

-¿El problema lo tengo yo? Esto es imposible-Negó-Tendré que resignarme a hacer la redacción.

-Yoongi-Llamó. Este conectó sus ojos con los de su contrario-Venga, no es para tanto.

Suspiro.

-Lo es. Yo no suelo hacer este tipo de cosas.

Tae delineó sus facciones.

-¿Quieres que lea el papel siguiente?

-¿El de la doncella?-Preguntó-Genial, prueba.

Se acercó más a él en el banco de piedra, para poder mirar sus frases.

-Vuelve a empezar.

El de cabellos blanquecinos volvió a aclararse la garganta.

-Dios, que me dio la bendición de poder veros, hoy con mis ojos, que envidian a tus cabellos por poder enredarse en ti. Dios, que ahora me lo quita todo, como un suspiro, como un deseo fugaz. Dime cuál es esa razón, por la que mi corazón no deja de latir por alguien...-Desvió la mirada de su papel hacia Taehyung-...como vos.

Tae movía sus labios mientras pronunciaba la frase que seguía. Min escuchaba ese suave sonido. Observaba sus labios. Lo observaba a él.

-¿Min?

-¿Eh?

Sonrió.

-Te toca.

-Sí...-Volvió su mirada hacia el papel, rápidamente-Eh...n-no...no me toméis por alguien que ha caído en vuestros brazos porque sí. Yo...no merezco vuestra atención, pero en cambio la necesito...quiero...quiero que me contéis vuestros presagios.

-No estaréis en ellos.

-Sí-Se fijó en su contrario-Lo estaré con el tiempo. Solo esperad.

Sus alturas, mientras estaban sentados, no se distinguían demasiado. Yoongi podría jurar que en esos momentos no se encontraba en un parque.

-¿Quieres seguirme?

Asintió.

-Sí, quiero. Quiero luchar por vos.

-Caeréis.

-Ya lo hice-Pronunció-No me importa volver a hacerlo.

Tragó saliva. Recorrió el papel con los ojos.

-¿Ves como no era tan difícil?-Preguntó el castaño. Se sentó encima de la mesa,y así el mayor pudo mirarle de frente.

-No-Contestó-Pero en la obra será diferente.

Eres mi todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora