Los constantes toques contra la mesa provocados por los dedos del profesor era lo único que se oía dentro del aula. Los alumnos simplemente escribían en sus libretas, sin hacer el más mínimo ruido. De vez en cuando, reparaban en su nuevo compañero. Algunos con ternura, otros con algo de desconfianza. Pero ninguna como la mirada del pelinegro, llena de ira. ¿Quién se creía ese rubio para sonreírle así a Taehyung? No, era inaceptable. El chico no despegó su mirada de aquel par, que estaba en silencio, como toda la clase. Pero, por momentos, el que por perspectivas era el mayor de los dos le dedicaba miradas a su acompañante. Miradas que Jeon no podía descifrar. Solo se fijaba en que los ojos del rubio presentaban cierto destello. Y eso no era una buena señal. No podía serlo.
Por fin la alarma exaltó a Jimin, que dejó de observar a su contrario de inmediato para concentrarse en guardar sus cosas. El que en momentos anteriores le había estado observando, se levantó rápidamente, con el ceño fruncido. Pasó por su lado muy rápido, chocando con él. Acción que hizo al rubio desequilibrárse y tirar la mochila al suelo.
-Déjame a mí-Escuchó antes de salir por la puerta. Rápidamente se giró para ver al dueño de esa voz, que se agachaba para recoger lo que por su culpa había caído. Cerró los puños con fuerza, la suficiente como para dejar a alguien sin respiración. Taehyung se la tendió a su sonrojado compañero, que no pudo hacer más que agradecerle, balbuceando por los nervios. El pelinegro negó con la cabeza, marchándose de allí.
-Hey, Jeon. ¿A qué ha venido esa escenita?-Sonrió Yugyeom, corriendo detrás de su mejor amigo. Cuando ya lo había alcanzado, lo cogió por los hombros, haciéndolo parar.
-Eso no ha sido una escena. Ese chico nuevo es...un torpe-Separó la mirada del suelo para dirigirla a la clase que había dejado atrás.
-Ya...oye, es muy mono, ¿no crees?-Puchereó su amigo, a lo que Jungkook respondió con el ceño fruncido.
-Mira, no es mi culpa que tus hormonas estén revolucionadas. Yo no tendré nada que ver con él. No después de como lo miró-Yugyeom le dedicó una mirada de burla, pues sabía cómo era el chico con respecto a Taehyung. ¿Posesivo? Más que eso.
-No te pido que le digas nada. Pero...¿y si lo invitamos a comer con nosotros?-Preguntó llegando al comedor, con la esperanza de que su amigo dejara de lado sus celos.
-¿Estás de broma? No, ni hablar. Me niego rotundamente-Movió las manos en señal de su opinión-Él no se sentará en nuestra mesa.
-Pero Jungkook...-Protestó el contrario-Si no lo hacemos nosotros, lo hará otra persona. ¿Y sí termina con Taehyung?
El menor paró en seco, haciendo a su amigo chocar.
-Bueno, por hoy está bien-Dio su brazo a torcer, haciendo al otro sonreír-Pero no te acostumbres.
-Me conformo-Respondió cogiendo al pelinegro de la mano, arrastrándolo a la mesa dónde anteriormente había localizado al chico nuevo-Fíjate, está con Mark.
-Ya lo veo, no estoy ciego-El menor rodó los ojos, irritado.
-¡Buen provecho!-Gritó al llegar a su mesa-¿Nos podemos sentar?-Mark sonrió, asintiendo frenéticamente-Gracias lindos.
Jungkook puso sus ojos en blanco, dejando su bandeja en la mesa para tomar asiento. Notó como la mirada de Park estaba clavada en él. Subió sus ojos, restándole con la mirada. Este abrió los ojos, bajando la mirada algo nervioso. Jeon sonrió de lado con aire de superioridad.
-Jimin, estos son Kim Yugyeom y Jeon Jungkook-Presentó Mark. El mayor le guiñó el ojo, coqueto.
-Un gusto.
-Igualmente-Contestó Kim, sin dejar de sonreír. Ante los intentos de ligar de su amigo, Jungkook rodó los ojos, divisando al castaño unas mesas más allá. Sonrió inconscientemente ante lo tierno que se veía comiendo.
-¿Mark?-Preguntó Jimin, haciendo al mencionado girar. Lo miró, espectante, para que continuara-¿Sabes...sabes algo de ese chico?-Señaló sonrojado hacia la misma mesa que estaba observando el pelinegro. El mayor sonrió, suspirando.
-¿Te fijaste, cierto?-Dijo, girando la mirada de nuevo para mirar al rubio a los ojos-¿Quién no? Después de todo, es Kim Taehyung.
Al escuchar ese nombre, Jeon abrió los ojos, volviendo a la realidad para poder matar con la mirada al que era su nuevo compañero. La ira volvió a correr por sus venas.
-Y-yo estoy a su lado en literatura-Confesó, sorprendiendo al contrario.
-Wuao, amigo, prepárate para ser odiado por muchos-El pelinegro sonrió irónico.
-Creo que no te entiendo-Ladeó la cabeza, confuso. Mark se disponía a aclararle las dudas, pero una voz le cortó.
-Lo que tu amigo te está intentando decir-Habló Jungkook serio-es que es peligroso que te acerques a él. Ya tiene muchos pretendientes, no te conviene para nada-Terminó con el ceño fruncido, apretando más de la cuenta el batido. El ambiente se volvió tenso, era como un duelo interno. Por suerte Yugyeom decidió intervenir.
-Jungkook solo bromeaba-Rió falsamente. Su amigo le dedicó una mirada de no entender, pero le hizo caso omiso-Sí, él es muy perseguido. Pero también existen otras personas-Subió ambas cejas.
-Por favor-Mustió el menor-No igual que él.
-Deja de vendérselo-Susurró el mayor, lo suficientemente bajo para que solo su amigo lo oyera. Este le dedicó una mueca, rodando los ojos por tercera vez.
-No lo estoy haciendo-Contestó en el mismo tono casi inaudible.
-La verdad, no hace falta-Murmuró, señalando con los ojos al rubio, que no apartaba los ojos de la mesa que estaba unos metros más hacia delante-Creo que ya está.
-Oh, venga ya-Bufó molesto ante la sonrisa tonta que el nuevo tenía en su cara. Definitivamente no le gusta nada este chico.
