La lluvia había dado comienzo, esta vez durante el almuerzo. Era relajante oír las gotas de agua chocando contra el cristal. A Taehyung le gusta la lluvia, todo lo contrario al otro Kim. Este no la soporta, igual que al chico. ¿Qué tiene de especial para ser tan reclamado? Pensaba el mayor durante cada clase que le tocaba junto a él. Era extraño el comportamiento del castaño en el aula, al menos para Seokjin. Tranquilo, callado. Misterioso. Pero él no intenta llamar la atención. No como su hyung. Innumerables veces había atraído tanto a hombres como a mujeres, eso era cierto. Pero no era más que una simple provocación. Solía pasar de largo una vez los tenía bajo sus encantos. Por eso, mucha gente comenzó a llamarlo la ilusión.
-¿Kim? ¿Estaba usted atendiendo?-El mencionado despegó su mirada del castaño para dirigirla a su maestra.
-S-sí, señorita-Contestó volviendo a la realidad.
-Bueno, entonces me podría decir quién es el autor de este cuadro, ¿cierto?-La señora frunció el ceño, pero el chico se limitó a sonreír de lado.
-Vicent van Gogh, señorita. 1889, la noche estrellada-Soltó, sorprendiendo a la maestra, que solo pudo asentir para seguir la clase. Nadie le puso mucha atención. Es decir, es Kim Seokjin, no puede fallar. Todo lo que hacía era perfecto, todo lo que tocaba se volvía oro. O al menos así creían.
¿Kim y él? Rivales, a menos para la perspectiva del mayor. Taehyung...él no tiene nada en contra de Jin. No puede tenerlo, pues escasas veces habían entablado conversación, y no eran largas. Alguna pregunta, algún saludo.
El timbre dio señal de que la última clase había terminado. Los alumnos hicieron lo propio para irse a sus casas y dejar un día más en instituto. El mayor de los dos Kim ya salía por la puerta cuando unas manos rodearon su brazo.
-Hoy más fuerte que ayer-Dijo Ken, guiñando un ojo. El mayor rodó los ojos, molesto ante las bromas de su amigo. Se deshizo del agarre y siguió caminando-¡Venga! No te enfades.
-¿Cómo si no dejas de incordiar?-Preguntó girándose, para después retomar su camino hacia la salida del instituto.
-Oye...¿Has visto al nuevo?-Preguntó, lo que hizo a Jin frenar en seco. Lee sonrió de lado-Es muy mono.
-Ya, no lo creo-Respondió dándose la vuelta. Su amigo fue a dónde estaba él, con una mirada que expresaba burla.
-Ya sé que tienes trauma por Taehyung, pero...
-Yo no tengo nada-Cortó el mayor-¿O a caso no ves? Yo soy mucho más que él.
-La escuela entera no opina de igual forma-Contestó él, cuando ya estaban bajo la leve lluvia que inundaba el lugar. Corrieron a refugiarse en las aceras-A demás, no creo que te preste mucha atención. Acéptalo, nunca serás nada para él, por más que intentes superarlo-El castaño paró, dejando a su amigo caminar. Cuando este se dio cuenta, volteó para ver por qué razón su amigo no seguía andando. Lo descubrió con la mirada baja, sonriendo sin mostrar los dientes-¿Jinnie?
-Acepto la apuesta-Dijo sin más, subiendo la mirada.
-¿Qué...qué apuesta?-Preguntó confuso. El mayor solo sacudió su pelo para seguir caminando. Ken lo siguió-¿Jin? Me estás asustando.
-Conquistaré a Kim Taehyung y así todos veréis de lo que soy capaz-Respondió, haciendo un gesto circular con el dedo.
-¿Qué? No, Jin. No hagas eso-Negó Ken desesperadamente. Sabía lo que su amigo era capaz de hacer. Lograría lo que se propusiera. Y se temía que eso causaría muchos problemas-No te conviene.
-No recuerdo haber pedido tu opinión-Comentó con el ceño fruncido-Tranquilízate, sé lo que hago.
-Yo no lo creo-Mustió para que su amigo no pudiera escucharlo.
Siguieron su camino, bajo las gotas que chapoteaban en el suelo, creando varios charcos.
-¿En serio vas a hacerlo?-Preguntó el menor al llegar al porche del contrario.
-Tranquilízate, ¿quieres? No va a pasar nada-Alegó con una mano en el hombro del contrario, dándole una palmadita. Se encaminó hacia la puerta de su casa y cuando estaba por entrar una voz le detuvo.
-¿Seguro?-Preguntó su amigo. Este solo arqueó una ceja para acto seguido entrar de una vez en la casa.
¿Seguro? No del todo, quizá.
Pero su plan ya daba comienzo, y nada paraba a Seokjin. No se iba a detener ahora por un poco de inseguridad. Ese castaño caería a sus pies.
Aunque...lo cierto es que no lo conocía mucho, y si hubiera sabido todo eso antes, quizá no lo hubiera hecho. Definitivamente ni siquiera lo habría intentado. Pero eso es lo que tienen las apariencias, ¿no? Que engañan.
Subió a su habitación, dejando atrás a sus padres, que previamente había saludado. Abrió la puerta del cuarto y la cerró a su paso. Como de costumbre, tiró la mochila al suelo y y se tumbó en la cama.
-Kim Taehyung-Pronunció con los ojos cerrados, suspirando-¿Serás tú diferente?-Se preguntó, sorprendiéndose a sí mismo ante tal duda.
