Dienny

Danny

El chico azul no ha dejado de temblar, es divertido, pero me preocupa.

*
Cuando llego al salón que, supuse, era el 103, estaba casi totalmente solo. Un chico. Dos chicos. Cuando llega un tercer chico me doy cuenta de que no es cualquier chico. Es un pequeño niño azul.

No me ha visto.

Es tan raro ver a un chico de 15 o 16 años con la estatura de un chiquillo de 11.

Aún tengo frío... Mucho frío.

El enano azul mira a su alrededor como si buscara algo ó a alguien. Es tan raro. Y de alguna manera tierno, no de una forma extraña, solo me parece una persona linda.

Primera columna, fila tres, lugar uno. Guardar como "asiento del enano azul";

Las bancas son binarias. Debería sentarme con un conocido... ¿Debería sentarme junto a él?, de esa manera ya no estaríamos solos... ¿Debería sentarme junto a un completo extraño?, podría hacer un amigo.

Debería sentarme solo, para no molestar a nadie.

Columna dos, fila dos, asiento dos. Guardar como "mi lugar";

El salón se va llenando poco a poco con más hombres que mujeres y uno que otro repetidor. Es tan extraño ver repetidores en primero. Pero ellos tienen una ventaja sobre todos los niñatos de primer ingreso, ellos saben como son los maestros, saben como tratarlos, que decir o que no decir.

La mayor parte de los que estamos dentro del salón ya esta en binas. Yo aún estoy solo. No quiero mirar al chico azul, siento que lo incomodo un poco.

Saco los audifonos y los conecto a mi celular. Busco una canción, una que no sea tan deprimente. Back in school. Creo que es perfecta para la ocasión porque, la letra, me describe un poco, describe mi vida en la secundaria, esperando que todo mejore...

Miro a mi alrededor. Todos platican o, por lo menos, parecen intercambiar palabras.

Yo aún estoy solo.

If you can show me, if you know that I'm lonely.

Mi celular es realmente oportuno, tan extraño. Tan loco.

Un hombre con bigote ha entrado al saralon.

*
El momento de las presentaciones a comenzado. Nombre, edad y gustos son casi totalmente insignificantes, no nos ayudan a conocernos, sabemos cuales son los nombres de las personas que nos rodean, pero no podemos saber como van a reaccionar si decimos que su nombre suena estúpido. No los conocemos realmente. Presentarse y decir más que tu nombre es una perdida de tiempo.

-Soy Diego, tengo 15 años y, bueno, me gusta mucho el color azul...y el ajedrez.

Esa es la voz del enano azul. Esa es la voz de Diego, le gusta el color azul, lo cual es obvio, y le gusta el ajedrez. Tiene 15 años... Es un año mayor que yo.

-Soy Santiago, tengo 16 y me gustan los hombres.

El salón se quedo en silencio total.

El chico sentado junto a mi, que no tengo idea de en que momento llegó, ha hecho una declaración tan repentina como si no le importara que lo fueran a matar.

Todos lo miran fijamente. No reflejan odio ni asco. Solo sorpresa.

Lo miro. Él es alto, de cabello negro y ojos miel. Es guapo. Tiene una voz ligeramente grave. Sería atractivo para cualquier chica si él no hubiera revelado eso tan de golpe.

Santiago se sienta, parece tranquilo pero jugetea con sus dedos. Muere de nervios.

Es mi turno.