Diego

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Los días pasaron rápidamente.

Ahora, Santiago y yo somos algo así como uña y carne. Me siento cómodo con esta relación, me gusta mucho. Las personas de esta escuela son muy diferentes a lo que estoy acostumbrado, son... Más amables. Me gusta.

Los exámenes del primer parcial ya casi terminan, me siento feliz de que, en un par de días más, podré dormir un poco más de tres horas seguidas.

Tengo unos días sin revisar mi celular... Realmente nunca no reviso porque no me gusta usarlo para otras cosas que no sean leer algun libro o comic, pero hace un par de años lo hice para mensajear. A veces me gusta leer conversaciones viejas, las primeras que tuve con "mi chico" de secundaria. Es gracioso... Pensar que tenemos dos años juntos... Pensar que, en el tiempo que llevo en otra escuela, nunca no henos visto... Y que tampoco hagamos algo para cambiar eso.

Y es aún más gracioso pensar que no he tenido comunicación con él solo porque me estoy dando cuenta de que nunca prendi los datos para recibir mensajes. Idiota.

"¡Hola!"

"¿Estas ahí? Tenemos tanto sin hablar    :("

"La escuela te mantiene ocupado, ¿cierto?... Olvidaba que nunca usas el celular Jajajaja, perdon si soy algo molesto :p"

"Quiero verte"


Hay algo extraño, pero no quiero pensar de más, prefiero vivir en la feliz ignorancia.

Orión duerme sobre mis libros de programacion, me arrepiento de no tenerlos en PDF. La tarde del martes es aburrida. Una  aburrida y soleada tarde de martes con mucho calor. Mis cuatro horas de estudio, por primera vez, se han convertido en un verdadero sufrimiento y ya no puedo pensar con claridad. Es frustrante. Mientras me levanto del suelo, Orion me observa con atención, como si supiera lo que voy a hacer. Preparo mi violín para lo que seguramente serán segundos de sufrimiento para él, deslizo la brea por las cerdas del arco y, después, la pongo en un lugar seguro. El violín esta verdaderamente desafinado, ¿cuándo fue la última vez que lo use? Yo no podría decirlo, pero las frágiles cuerdas dirían que, tal vez, un par de semanas. Que violín tan exagerado. Me relajo un poco antes de empezar a tocar. Me muevo cuidadosamente, tratando de darle algo de "sabor" a la pieza, Love's Sorrow. Afuera hay viento, las ramas del árbol golpean ligeramente la pequeña ventana donde Orión suele dormir.

El viento ya no hace ruido, tampoco puedo escuchar el tierno ronroneo de Orión. Me he perdido en la música.

***

La mañana del miércoles es mucha más fría que la tarde del martes.

Voy muy, pero muy tarde, creo que no podré llegar a la primera hora de clase, seguro Santiago va a matarme.

Cuando bajo del camión, puedo ver el camión oficial del instituto, acercándose a la parada. Comienzo a correr ¡Vamos Diego! ¡Hazle honor a tu nombre! ¡Go Diego, GO! Tonto. No logro alcanzar el transporte. Santiago va a odiarme.

Después de un par de minutos, que simularon horas, pasó otro camión. Subí y, después de pagar, me senté junto a la ventana. El camión tardó  un rato en avanzar pero, cuando lo hizo, iba endemoniadamente lento.

Cuando llego a la escuela reviso la hora, son las 8:13 faltan solo unos minutos para que la segunda clase comience. Corro lo más rápido que puedo hasta el tercer edificio, cuando entro, busco rápidamente al prefecto, solo para asegurarme de que no esta cerca, una vez confirmado eso, corro a mi salón y toco la puerta cuatro veces.

-¡Adelante!- Gritó una voz grave dentro del salón. Parece la voz del profesor de lógica... Bueno, su voz severa y fingida.

Me adentro al salón y busco rápidamente a Santi mientras me ciento en mi lugar en el fondo del salón. No lo veo. ¿Aún no llega? Es poco probable. Tal vez esta en el baño. Después de unos minutos, Santiago entra al salón y yo espero a que voltee para poder saludarlo, pero él no lo hace, él camina directamente a donde se encuentra Jesse y se sienta a su lado.

La clase de hoy tiene una dinámica extraña: cada vez que el maestro aplauda, nosotros debemos tomar nuestras cosas de la clase y cambiarnos de lugar. La primera vez que aplaudió, me senté junto a la puerta y junto a mi se sentó Armando. No hablé con él en los 10 ó 15 minutos que estuvimos sentados juntos. La segunda vez, regrese a mi lugar en el fondo del salón y me senté junto a un chico extraño, serio.

-Bien, los próximos 20 minutos de la clase se podría decir que van a ser libres- Anunció el maestro - Pero, no pueden levantarse de su lugar, si van a moverse tienen que hacerlo con su silla. Les recomiendo que aprovechen para hablar con la persona que tienen a un lado. Si hacen escándalo les voy a dejar trabajo.-dijo y comenzó a platicar con los que se acercaron al escritorio.

Así que, debo hablar con el chico callado y aterrador... No estoy muy seguro de esto. Lo miro de reojo e intento pensar en como empezar una conversación con él. Recapitulemos, lo hemos visto antes, eso es seguro, solo debes recordarlo. No soy el único que debería recordar. Yo lo recuerdo, por eso eres el único que debe recordar a Marco. Marco. ¡Ahora lo recuerdo! Lo vi hablar con Jesse e irse con él en el camión un par de veces, pero nunca escuche bien una de sus conversaciones. Entonces un "hola" estaría bien.

-Hola- dijo casi en un murmuro. Él tiene un acento raro.

-Hola, perdón por observarte.-Estúpido, ¿acaso crees que él estaba al tanto de que lo estabamos observando? 

Su sonrisa en muy discreta, tanto, que dudo que sea una persona muy abierta. Por lo menos a iniciado la conversación.

-Bueno, tu nombre es Marco ¿estoy en lo cierto?-digo y me golpeo mentalmente por hacer una pregunta tan absurda ¿no era demasiado obvio que ese es su nombre?. El chico suelta un pequeño bufido, una burla y asiente con su cabeza. -Bien, bueno... No soy muy bueno para conversar y creo que tu tampoco... ¿Qué tal unas preguntas? De lo que quieras.

El chico me mira entre aburrido, aterrorizado... Pensandolo bien, es la clase de mirada que le dedicas a una persona fastidiosa.

-Yo empiezo- No esperaba esa respuesta.-¿Que tipo de musica te gusta? A mi me gusta el Rap.

Lo pienso un par de segundos, quiero dar una buena "primera impresión ". Es inútil, lo mejor será decir la verdad.

-Me gusta mucho la música clásica.

Su cara es tan inexpresiva que me es difícil imaginar que esta pensando, eso me pone nervioso... Muy nervioso.

-¿Cual es tu comida favorita?- Pregunto tratando de ignorar la idea de que no puedo saber que piensa y que va a ser un verdadero reto hablar con él.

-Los rollos primavera, sé que no es como tal una comida, pero me gustan mucho.

Sonrio.

-Mi comida favorita es el Ramen, es realmente apetitoso.- Espero a ver su reacción. Cuando aparece, su rostro solo muestra confusión, supongo que nunca había escuchado sobre eso. Una pequeña risa se escaba de mis labios y continuo hablando. -El ramen es una comida japonesa.

Seguimos hablando el resto de la clase. Él hace preguntas muy extrañas, pero supongo que esta bien.

Él es agradable, extremadamente estoico, pero agradable.

Santi se quedo junto a Jesse toda la clase. ¿De que estarían hablando?

°₩°

Holo~. Solo quiero decir, GRACIAS POR LEER ESTA HISTORIA que parece sacada de la basura, pero ya que. Aquí estas y aquí estamos y~ es genial.  :3

DiennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora