Capitulo 6

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« Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz. Por tanto, no es de sorprender que sus servidores también se disfracen como servidores de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. » 2 Corintios 11:13

— ¡No puedo creer lo que me estas contando, Alejandro! — murmuro un hombre anonadado a sus espaldas, que conversaba con un anciano que parecía bastante consternado. En el Vaticano estaban tan acostumbrados a un silencio absoluto que cualquier murmullo parecía un escándalo. — ¡Dios me castigue si miento, Rodrigo! Ese lugar era todo un desastre, una novicia asesino al sacerdote de la comunidad, la madre superiora maltrataba a las monjas y se robaba el dinero para caridades, ¡una locura! — apretó los puños ¿Por qué fingían inocencia?

Había visto cosas muchas peores que las que mencionaba aquel hombre, cometidas bajo los ojos de todos en la propia Capilla Sixtina y nadie parecía darle importancia, al contrario, todos se hacían oídos sordos ante cada atrocidad cometida. Sus reacciones le parecían completamente hipócritas. ¡Nadie bajo este techo era inocente!

Respiro profundo e imagino su bello rostro para mermar la furia que llenaba cada una de sus entrañas. No podía perder su autocontrol. La venganza se servía en plato frio, la limpieza debía ser silenciosa. Iba a darles en sus puntos débiles a todos y cada uno de ellos para que pagaran todo lo que les habían causado a ellos... con intereses.

« Porque el dolor solo se paga con sangre »

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