DIOS TE SALVE

Capitulo 10

Aún recordaba con espantosa claridad el día en que conoció a su progenitor, tenía doce años y estaba muerto de miedo. Un montón de hombres habían ido a su vieja casa, lo separaron de su madre que no hizo nada para impedirlo y lo llevaron directamente al Vaticano.

Recuerda ver al hombre de cabello extremadamente oscuro detrás del gran escritorio, mirándolo con expresión escrutadora, su traje de sacerdote lo hacía ver más que amigable, imponente y frio, muy frio. « Llévenlo al seminario » fueron las únicas palabras que le dedico el hombre que lo había traído al mundo antes de que su tortura empezara.

Los primeros días en el seminario fueron normales, de hecho, se sintió bastante feliz de estarse incorporando a la vida santa de la que tanto había hablado su madre. Pero las cosas no tardaron en deformarse a puntos oscuros, la primera vez que paso, estaba con sus amigos jugando a la pelota en la hora libre. En un mal movimiento, el juguete fue a parar entre en uno de los pasillos donde se encontraban las oficinas de los sacerdotes encargados.

Recuerda que escuchar voces lo hicieron detenerse, sobretodo, escuchar la voz de su padre entre ellas, hablaban sobre dinero, sobretodo recordaba el dinero. « ¿Qué haremos con los niños? No podremos justificar tanto gasto y reducir sus beneficios al mismo tiempo »

« No se darán cuenta » había asegurado su padre con voz tranquila y casi tétrica. No pudo hacer más que tomar el juguete y salir corriendo. Luego de eso, la paz se había ido igual de rápido que un suspiro. La comida empezó a escasear y los castigos a aumentar. Aun así, quiso continuar con su camino a la santidad, pensando que luego de ordenarse sacerdote, las cosas serían finalmente cómo se las habían prometido.

¿Quién diría que no haría más que empeorar?