Capitulo 11

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La corrupción era mucho más visible desde iglesia de lo que era en el seminario, la única diferencia era que ya nadie tenía potestad de castigarlo. Cada vez que tenía que salir de la capilla a donde había sido asignado, escuchaba cosas más horribles y veía atrocidades ocultadas supuestamente para proteger el nombre de la casa de Dios mientras él se convencía cada vez más que aquel lugar era todo lo contrario.

No había amor, no había piedad. El lugar que debería ser el más puro de la tierra, el consuelo de los seres humanos era uno de los lastres más pesados que haya podido tener la humanidad a lo largo de la historia. Abusando de su poder para someter a las personas a las más terribles vejaciones impuestas por sus maquiavélicas mentes.

Muchas veces, dudaba que Dios fuera alguien bueno realmente, después de todo ¿Qué ser bondadoso permitía tanta maldad en su propia creación? En la biblia decía que era tanto justo como vengativo ¿Por qué parecía solo ser vengativo? Si pensaba de esa forma, él sí parecía hecho a su imagen y semejanza.

Un hombre lleno de desprecio que iba por el mundo cobrando con sangre cada pecado cometido. Ya no había salvación para él. Maurizio estaba hecho para el infierno, iría al juicio donde condenarían a su alma para toda la eternidad e iba a hacerlo sin temor alguno rondando su roto corazón.

Porque después de todo, la vida era peor que el mismo infierno.

DIOS TE SALVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora