Lilian se quedó paralizada en cuanto le dije eso, como si no pudiese creer que había robado los documentos de Dereck.—¿Cómo los robaste?—Preguntó aún sorprendida.
Sonreí de medio lado, todos se sorprenden con esta habilidad mía—Esta es solo una de mis habilidades, soy muy ágil desde pequeña—Dije encogiéndome de brazos y mirando los papeles que tenía sobre mi regazo, sin querer abrirlos.
—¿Qué esperas para verlos?—Lilian parecía emocionada por ver los documentos, un sentimiento que yo no compartía con ella para nada.
Me quedé pensando por un momento en si sería correcto ver sus documentos sin él aquí... No creo que si él tuviera los míos los viese sin mí.
Ya tomada mi decisión, doblé los documentos nuevamente y los guardé en mi bolsillo. Miré a Lilian que tenía una cara de estupefacción increíble.—Lo correcto es no ver los documentos sin él aquí, así que después será que sepamos qué contienen. Él haría lo mismo—Dije seria.
Lilian rodó los ojos y asintió.—De acuerdo.
Me acosté boca arriba en la cama y observé el techo pensando en cómo estaría Dereck. Sin duda todo aquello era mi culpa. Lo que le estaba pasando era mi culpa... O al menos parte de la culpa es mía.
—¿Te vas a quedar aquí tranquila?—Preguntó Lilian parándose y observándome detenidamente.
Suspiré. ¿Qué más podría hacer? No hay absolutamente más nada que hacer aquí. Como no obtuvo respuesta, se fue alejando y casi comenzaba a marcar el código cuando hablé—No te vayas.—No podía irse, me iba a volver loca si se iba y me dejaba allí sola.
Me miró de reojo y suspiró. Se dio la vuelta y volvió de regreso a sentarse en la cama y poner su mirada en mí.—¿Cómo fue tu vida antes de todo esto?—Pregunté de repente y posé mi mirada en ella para prestarle atención, busqué la almohada y la coloqué debajo de mi cabeza para estar un poco más cómoda. Lilian parecía haberse quedado en una clase de shock debido a pregunta, así que golpeé la cama para hacerla reaccionar.
Parpadeó en sorpresa y aclaró su garganta.—Bueno... Yo tenía un esposo y trabajaba en mi propio consultorio. Salía los fines de semana y cuando decidía tomar mi mes de vacaciones, iba de viaje y seguía atendiendo a mis pacientes pero por teléfono, en caso de que tuviesen alguna inquietud. Siempre estaba allí para ellos—Comentó.—Mi vida era muy normal, para ser sincera. Quería tener hijos pero.. No se dio—Suspiró.
Fruncí el ceño ante lo último.—¿Qué le pasó a tu esposo?—Pregunté curiosa.
Desvió la mirada a un punto equis de la habitación—Él murió.—Se limitó a decir luego de unos minutos de silencio.
Hice una mueca ante aquello, debió ser terrible para ella. Aún me preguntaba qué era del paradero de mis hermanos y qué le había pasado a mis padres, creo que ni Dereck es capaz de contestarme lo último.—¿Qué hay de tí?—Miré a Lilian confundida.—¿Qué era de tu vida antes de esto?—Volvió a preguntar.
No sabía qué responder. Prácticamente nada más recuerdo a mis hermanos y a mis padres pero los momentos que vivimos y más allá de eso no lo recuerdo. Sólo recuerdo que antes de llegar al internado diambulaba en las calles de Nueva York con Dereck de un lado para otro tratando de sobrevivir y de no ser atrapados por los soldados. Sin embargo henos a ambos aquí.
Lilian se dio cuenta de que lo estaba pensando mucho, así que negó con la cabeza, como queriéndome decir que no lo piense más.—Si no lo recuerdas por la amnesia que tuviste, no te esfuerces en ello—Mencionó.—Los recuerdos volverán poco a poco—Aclaró.
Asentí en respuesta sin saber qué más decir.
—Tengo que irme—Dijo Lilian y se levantó de la cama ahora sí en definitiva marcando el código y lanzándome una mirada antes de partir.—No hagas ninguna estupidez y duerme, mañana es otro día.
Dicho esto, salió y me dejó ahí sola sin más. Tal vez debería dormir, sí. Porque la ansiedad iba a volver en cualquier momento y me iba a ahogar aquí gracias a mi estúpida claustrofobia. Sin embargo, no quería dormir. Yo solo quería salir de estas cuatro paredes que me estaban aprisionando, quería volver al exterior, ver el sol, ver las calles. No me importaba en absoluto que todo fuese un caos pero, la realidad es, que prefiero mil veces estar allá afuera sobreviviendo a mí manera y capaz que al cumplir cierta edad muriera debido a la contaminación, que estar aquí encerrada soportando que experimenten conmigo. Aquí no hay libertad, y no quiero estar en un lugar donde no haya libertad.
Sacudí mi cabeza para dejar de pensar y decidí que lo mejor por el momento sería hacer lo que dijo Lilian y dormir. Así fue como me acosté completamente, me puse en posición fetal y me arropé con las sábanas con el fin de dormir. O al menos intentarlo.
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Internado PNE
Science Fiction"Te arrepentirás de haber nacido". Es lo que todos dentro del Internado suelen escuchar... Pero ¿Qué más queda? ¿Esperar a que llegue alguien que los salve? Quizás... Sin embargo, el tiempo se les agota y sólo una persona es capaz de salvarlo todo y...