Salí con brazos cruzados del edificio y miré el cielo, en busca de ver algo bonito, lastimosamente, encontrándome con un azul grisáceo y sol opaco entre las grises nubes. No era como antes, que era un lindo azul celeste y el sol brillaba entre las blancas nubes de algodón, ya no había eso.
No habían aves cantando por las mañanas, tampoco surcando los cielos ni en sus nidos alimentando a sus crías. Los árboles y las plantas estaban secos... No había animales en este nuevo mundo, si quedaba alguno, moriría en cualquier momento, incluyéndonos.
Los vigías estaban en sus respectivos puestos y los que se iban a buscar provisiones estaban separados en grupos a punto de partir, entre ellos mi hermano.
Me escabullí entre los autos abandonados aprovechando que estaban distraídos con los grupos de provisiones y me alejé caminando del lugar. No era peligroso, las patrullas ya no se encontraban del todo en Nueva Jersey, se concentran en las áreas donde supuestamente estarán los supervivientes concentrados.
Tarareando una vieja canción observo con detalle los edificios y locales abandonados, autos aparcados, otros dejados en medio de la calle al azar o inclusive chocados; alguna que otra ruina por el desgaste del tiempo y falta de mantenimiento, de eso consistía el nuevo mundo.
Llegando a un viejo y pequeño parque, me acuesto boca arriba en una de las bancas de madera que ahí hay y me relajo, relajo todos mis músculos, respirando el dióxido de carbono que transita por el aire.
Flashback.
—¡Corre, corre, corre!—Gritaba mientras corría junto a Rachel.
Huíamos de mi hermano Alexander, le habíamos hecho una broma pesada rayándole toda la cara mientras dormía y robando toda su roba, la llevábamos encima mientras corríamos y él nos perseguía en calzoncillos por la calle, sí, salimos de la casa a propósito.
—¡Las voy a matar a las dos!—Gritó eufórico a lo que mi hermana y yo tiramos para atrás toda su ropa y aceleramos el paso, dejando a un Alexander con la ropa encima y por sus pies parado en seco y apunto de explotar de la ira.
Rachel y yo nos detuvimos a una distancia segura, lejos de su alcance y vimos cómo se colocaba una bermudas y una camiseta negra para agarrar el resto de su ropa y dirigirse hacia la casa nuevamente. Mi hermana y yo nos miramos y entre risas decidimos volver también, nos esperaba un castigo de parte de mamá y papá, pero fue divertido.
Fin de flashback.
—¿Se puede saber qué estás haciendo aquí afuera?—La voz de mi hermano me saca de mis recuerdos y hace que lo mire desconcertada, tiene una de sus cejas levantadas y luce serio.
Me siento recta en la banca y sonrío—Siempre vengo aquí, todo está bien—Me encojo de hombros inocente.
—Samantha Valentina Williams, estás castigada—Demandó haciendo un movimiento con su cabeza para que lo siguiera.
—¿Cas-castigada?—Pregunto atónita levantándome rápidamente y colocándome en frente de él.—Aquí es totalmente seguro, Lex, no me pasará nada y siempre vengo sola cuando tú estás entrenando o vas a buscar provisiones—Hablé rápido tratando de excusarme.
Negó con la cabeza y seguía serio.—Estás castigada por escaparte, no decirme esto, enterarme de tu lugar secreto de esta forma y descuidar tu protección. Aún sea seguro para tí, no significa que realmente el lugar sea seguro—Dijo con el ceño fruncido—Eres mi responsabilidad y lo que menos quiero es perderte a tí también. Ahora vámonos.
Asentí cabizbaja y lo seguí. No sé cómo me atrapó, pero ahora solo sabía que no iba a poder volver otra vez.
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Ha sido un cap corto pero tenía tiempo sin publicar, de verdad lo siento. Esto de que uno ni sabe cuándo vendrá o se irá la luz está afectando a mi país:( espero publicar pronto~
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Internado PNE
Science Fiction"Te arrepentirás de haber nacido". Es lo que todos dentro del Internado suelen escuchar... Pero ¿Qué más queda? ¿Esperar a que llegue alguien que los salve? Quizás... Sin embargo, el tiempo se les agota y sólo una persona es capaz de salvarlo todo y...
