Capítulo 19: Está muriendo.

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Narra Ben.

Atrapé a Rachel en mis brazos y puse fuerzas para cargarla de manera nupcial. Debía encontrar a Olms, que era el que específicamente sabía de su situación.

Corrí por el pasillo por el que habíamos pasado y traté de abrir la puerta de metal, pero no abría. Rachel había comenzado a ponerse fría y pálida, necesitaba llevarla con Olms urgentemente. En mi desesperación por abrir la puerta, jalé la palanca una última vez y se abrió de golpe, claro está, quedó averiada.

Pasé cerrando la puerta de golpe y corrí al comedor a ver si conseguía a alguien que conociera a la castaña. Entré y todos me miraron, claro, unos cuántos más que otros.

—¡Rachel!—Un chico de más o menos nuestra edad, se acercó rápidamente y observó a la antes mencionada.—¿¡Qué le pasa!?

—¡No lo sé!—Exclamé desesperado.—Tengo que encontrar a Olms, es su doctor y es el que sabrá cómo ayudarla.

—No es necesario encontrarme—Habló una persona detrás de mí que me tomó por sorpresa.

Me giré asustado.—Vamos a mi consultorio, ya.

Fuimos a paso rápido a la oficina de Olms, en el camino se nos unió una señora y el chico de antes vino detrás de nosotros. Una vez dentro, Olms arrima una camilla y me dice que coloque a Rachel encima, cosa que hago. A continuación, nos echa a todos al pasillo.

—Esto tiene que ser una broma—Manifiesta el chico recostándose de la pared y con sus manos sobre la cabeza en frustración.

Alguien toca mi hombro y por ende miro a mi derecha, era la señora que nos encontró en el pasillo.—Nosotros escuchamos todo el escándalo, busqué a Rachel por todos lados porque soy su psicóloga, pero no la encontré—Explicó. Observé dolor dentro de sus ojos y también preocupación.—Me preocupé porque pensé inmediatamente en que le había pasado algo malo... Y fue exactamente lo que sucedió.

La miré con algo de lástima, entendía su posición. Por como me lo contó, se notó que eran apegadas.—¿Qué fue lo que ocurrió?—Preguntó el chico, quien se acercó a nosotros.

Suspiré.—Rachel fue a buscarme para conocer a los otros chicos que están ubicados en el área de experimentación, junto a mí.—Informé.—Nos descubrieron y el encargado del Internado nos llevó al ala roja donde queda su oficina, allí nos dijo unas cosas que nos dejó impactados. Rachel salió enojada de ahí—Expliqué.

—¿Y entonces?

—Se desmayó y la atrapé en el aire. Entonces la traje para acá buscando a su doctor. Estaba sangrando por la nariz y pálida. No sé por qué y ella mucho menos—Suspiré.

—¿Quién eres tú?—Preguntó el chico observándome con mala cara.

—Me llamo Ben. Soy del área de experimentación—Me presenté.

—Entonces no es tan malo como todos dicen—Dijo de manera despectiva. Fruncí el ceño.

—Lo que nos hacen ahí es horrible, ni te lo imaginas—Mascullé.—Rachel fue quien nos curó.

—¡Basta!—Exclamó la señora.—Mi nombre es Lilian—Se presentó.—He estado hablando con Rachel y ella junto a su grupo de amigos tienen un plan en marcha para salir de aquí.

Chasqueé la lengua.—De hecho...—Me interrumpieron unos soldados que llegaron donde nosotros.

—Chico, debes volver al área de experimentación—Dijo uno de ellos serio.

—No puedo irme aún, esperen un poco por favor—Rogué. Quería saber cómo está Rachel, me preocupa su situación.

—Son órdenes, vámonos—Me tomaron por los hombros y obligaron a caminar, pero yo me giré y grité—¡Señorita Lilian! ¡Por favor avíseme si Rachel despierta!—Dicho esto, los soldados me empujaron por el pasillo de vuelta al área de experimentación: mi infierno.

Narra Dereck.

Ese chico no me caía para nada bien. Rachel tenía tiempo sin problemas y de repente hoy cae en los mil problemas cuando se junta con este rubio traje amarillo.—Dereck, debes volver a tu habitación, ya todos lo están haciendo. Sólo fue una llamada fallida, todo está bien ahora y es aún de madrugada—Lilian se veía realmente mal, creo que hay cosas que a  mí al menos no me han dicho y no sé si Rachel sepa.

—No pienso irme y abandonar a mi mejor amiga—Dije.—¿Qué ocurre, Lilian? Siento que me ocultan tú y Olms algo, tal vez a Rachel también.

Ella suspiró, pero no dijo nada.—Estoy hablando en serio, Lilian.

—Rachel está muriendo—Dijo bajito, con la mirada en el suelo.

No. Tenía que estarme mintiendo.

—¿Qué?

—¡Rachel está muriendo!—Exclamó y me miró, sus ojos estaban llenos de dolor y presentía que iba a llorar, pero lo contuvo.

—Me tienes que estar tomando el pelo, Lilian—No podía creerlo y estaba que explotaba ahora mismo.

—El proceso de degeneración comenzó hace unos días, a la misma rapidez que regenera, es a la misma rapidez con la que degenera. Está degenerándose ella misma por dentro y habrá un momento en que todo su organismo cederá.—Explicó.

No iba a llorar. Claro que NO IBA A LLORAR.—¡¿QUÉ DEMONIOS?! ¿¡ELLA LO SABE!?—Grité eufórico.

—Sí, lo sabe.—Afirmó.—Olms le está dando unas vitaminas para retrasar su destino pero no está funcionando muy bien.

Me agarré el puente de mi nariz con la mano derecha para meditar la situación. Es más grave de lo que me imaginaba.—¿No pueden quitarle su don?—Pregunté.

—Sí.

—¡Entonces háganlo!—Exclamé alterado.

—Ella puede salvar toda la humanidad y vida que hay en la tierra, Dereck.—Noté que derramó algunas lágrimas.—Debemos sacarla de aquí junto con los demás para salvarnos a todos.

Resoplé. Una vida por muchas. Esto no es una estúpida película, ni un ridículo libro donde el personaje muere al final y todos los demás a su alrededor son felices. Es la vida real, no quiero que mi mejor amiga muera.—Esto no es sano, la están matando.

—Ella quiere salvar a los del Internado. Si sigue viva, Olms le contrarresta la vacuna de Inmunidad para que vuelva a ser normal, sino, sucede lo que tenga que suceder.

Estoy harto de escucharla. No sé si es que no puedo pensar con claridad y estoy siendo egoísta, pero no quiero que mi mejor amiga se sacrifique por todo el mundo.—Me voy.

Sin esperar respuesta me fui a mi habitación, necesito dormir las horas que me quedan y despejar mi mente de tanta información negativa. Rachel está muriendo.

Internado PNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora