"La vida es una batalla constante. Las personas que te rodean son batallas, fuego y tormenta. Pero podemos llegar a amarlas como son.
La cosa de las batallas, ya sean contra ti mismo o contra los demás, es que se pueden perder o ganar, es inevitabl...
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—¿Sabes que los cerdos no pueden mirar al cielo? Sus cuellos no se lo permiten.—Ethan Forrester estaba recostado contra un muro de piedra. Actuaba como si sin él, Invernalia fuese a caerse. Una piara de cerdos pasó por su lado.
—Lo siento por ti.—Elise lo ignoró y pasó de largo. Deseaba llegar cuanto antes a las estancias de Robb y tener que soportar al maleducado invitado parecía un obstáculo en el camino.
—¿Buscas a tu amado?—Ethan se separó con gesto lánguido y desinteresado. Aunque su mirada parecía hambrienta.
—Si Jon no quiere hablar aún, no puedo obligarlo.—Elise caminó más rápido.
—Hablaba de Robb—repuso Ethan tras un instante.
Solo busca crear problemas, se dijo. No le hagas caso.
—No es de tu incumbencia.
Ethan soltó una áspera risa. Elise se giró, furiosa.
—¿No tienes nada que hacer?
—Dioses.—Abrió los ojos con sorpresa—. Y parecías dulce.
—Piérdete.—Elise suspiró y siguió su camino. Los guardias la saludaron cuando entró a la torre en la que Robb tenía su cuarto.
—No importa. Me gustan duras en la cama.
Elise recogió todo el enfado y odio que tenía en su interior y se lo lanzó en forma de mirada.
—Me parece que no lo entiendes. No quiero hablar contigo. No quiero que me sigas. Olvídate de que existo.
Ethan no borró su sonrisa. Asintió pensativo.
—Verás... Eres difícil de olvidar.
—¿Qué está pasando aquí?—La voz de Robb igual de violenta que el choque entre espadas.
—Tu prometida y yo solo charlábamos.—Ethan alargó la pálida mano y le acarició la mejilla. Elise la apartó de un manotazo.
—Mi prometida te ha dicho que la dejes en paz. Y solo por cortesía, te daré un consejo; no quieres que vuelva a decírtelo.
—No te tengo miedo, Robb Stark.
—No hablaba de mí. —Sonrió sin humor—.No quieres tenerla de enemiga.
—Debo admitir que ahora me intrigas aún más, Elise. Espero que volvamos a encontrarnos.
Ethan Forrester se fundió con la oscuridad de las escaleras. No hacía ruido al caminar.
Robb soltó todo el aire en un suspiro.
—¿Te encuentras bien?—La tomó de los hombros. Ella asintió y se dejó abrazar.
—Tengo que encontrar a Jon—murmuró. El pecho de Robb se hinchó de aire.
