-¿Qué pasaría si Tony Stark y Natasha Stark del universo tierra 3490, hubieran coincidido en el mismo universo?
Si ambos hubieran pertenecido allí desde el principio. ¿Se habrían llevado bien? ¿Habrían conectado? ¿Se habrían acaso percatado de la e...
Tony y Tasha recorría las calles de Detroit lentamente, sin saber muy bien hacia dónde dirigirse. Aquella era una ciudad en su ocaso más decadente, en pleno corazón del imperio estadounidense.
El antiguo símbolo del poderío industrial del "sueño americano" ya no era ni la sombra de lo que fue.
Barrios abandonados, sin electricidad, ni agua, ni policía, casi ninguna escuela; porciones enteras de la ciudad estaban muertas por aquellos años. Otras estaban agonizando. Algunas sobrevivían, pero lo hacían rodeadas de una amenazante cantidad de solares vacíos y calles abandonadas.
Los niños llegaron al centro de la ciudad y se encontraron de frente con el antaño esplendoroso United Artists Theater. La que fue en su día una de las más ambiciosas salas de proyección, construidas por la compañía cinematográfica que Charles Chaplin, Mary Pickford y Douglas Fairbanks, hacía tiempo que se encontraba abandonada, pero gracias a los saqueadores que solían entrar a ver si encontraban algo de metal que les pudiera servir, tenía algunos huecos abiertos por donde se podía entrar. Situación que los niños aprovecharon para colarse dentro.
Tony recordaba haber estado allí con sus padres hacía años, cuando eran buenos tiempos en su casa. En el interior de la sala se distinguían todavía los recargados y grotescos adornos inspirados en la arquitectura de España, que tanto habían llamado la atención del chico la primera vez que estuvo allí, sólo que ahora todo estaba en ruinas y poco o nada quedaba de su esplendor.
Los chicos caminaron por el pasillo central hasta lo que fue el escenario. Allí aún estaba el gran telón de terciopelo rojo que amenizaba las actuaciones y proyecciones, sólo que estaba casi todo roto y caído en el suelo.
De cualquier manera, era un alivio el haber encontrado un lugar seco donde quedarse. Tony estaba exhausto y realmente preocupado por haber hecho caminar tanto a Tasha, a la cual escuchaba respirar más de lo que hubiera querido; procuraba pensar en otra cosa para desviar la atención y así no darse cuenta del modo en que sonaba el aire entrando y saliendo por la boca de la pequeña.
- ¡Bueno canija! Esta noche nos quedaremos aquí, parece un buen lugar para descansar; porque francamente, no te ves muy bien, seguramente hayas tenido días mejores.
- ¿Ya no podemos volver a casa? Pensé que podríamos quedarnos con tu mamá cuando despertara...- Tasha miraba a Tony con los ojos vidriosos y un cansancio notable, su cabello estaba despeinado y su vestido totalmente mojado.
- No te preocupes, no hace falta que volvamos.- Tony pretendió no haber escuchado cuando Tasha mencionó a su madre.- Creo haber escuchado que cuando se pierde todo, es cuando realmente se comienza a ser libre; así que a partir de ahora tú y yo haremos lo que nos dé la gana. Por ejemplo, ahora podemos cenar unas donas glaseadas que traje en mi mochila. Nunca me dejan cenar donas, así que me parece una muy buena elección para nuestro primer menú.
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