Capítulo XXXI (La mentira)

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Tony ingresó de nuevo en el salón acompañado de Pepper, por un momento se detuvo a mirar a quienes ahora consideraba su familia. ¿Quien le hubiera dicho hacía tan sólo unas semanas que su vida iba a dar un cambio así?
Se sintió agradecido y feliz, no iba a permitir que por nada del mundo aquello terminara.

Por lo visto en su ausencia habían decidido montar un pequeño belén con los muñecos de Lego Star Wars que Peter coleccionaba y lo habían comenzado a colocar bajo el gran árbol de Navidad.
También se esmeraban en construir el decorado que incluía un río con papel de plata, del que se utiliza para envolver bocadillos.

Entre Tasha, Sam y Peter hablaban de todo un poco he interactuaban con los muñequitos como si fueran niños pequeños, cualquier tontería que decían les causaba risa.
Pepper también les miraba y se daba cuenta del modo en que Tony no podía apartar los ojos de ellos, realmente no deseaba que este sufriera más y pensó que tal vez todo aquello era verdad, que a lo mejor si había encontrado a alguien hecho a su medida, alguien que lo pudiera hacer feliz cómo ella no pudo, y que si era así no podía ser tan egoísta y oponerse a ello.

- ¿Por qué no te unes a ellos Tony? Estoy segura de que lo estás deseando.

- Tú también podrías unirte a nosotros si quieres Pepper. Tengo un cuñadito de chocolate que creo que te cae muy bien. - Le dijo guiñándole un ojo y tratando de dejar a un lado lo vivido hacía sólo un momento en el balcón.

- No digas tonterías Tony, yo no pinto nada aquí, no formo parte de "esto", sea lo que quiera que sea.

- Pero podrías. - Le contestó encogiéndose de hombros y mirándola con ojos suplicantes.

No le dio tiempo a pensar, la agarró de la mano y la arrastró hasta el gran árbol. Ambos se agacharon para unirse a los demás, para ello Pepper tuvo que quitarse los zapatos de tacón de 12 cm y remangarse un poco su falda de tubo.

- Bien, necesitamos que nos expliquéis que es todo esto y cómo podemos ayudar. -Consiguió decirlo con una leve sonrisa a pesar de los nervios que aún le acosaban.

Entre los tres comenzaron a explicarles cómo debía quedar el Belén y todos se involucraron en el nuevo proyecto que tenían entre manos.
Bromeaban y reían con las ocurrencias de los nuevos personajes del peculiar Belén.
Peter realmente estaba tan ilusionado que Tony no podía apartar su vista de él. Eso era lo que justamente había querido darle desde el día en que lo trajo a vivir a casa tras la muerte de sus tíos, pero no había sido capaz de hacerlo. El chico no podía parar de hablar y de mover las manos con emoción.

Para hacer de camellos habían utilizado tres At At, sobre los que habían colocado tres soldados imperiales y estos eran guiados a pie por tres Ewoks.

Chewaka y Jar Jar hacían de mula y de buey, Darh Vader de Angel anunciador y los personajes principales eran interpretados por un pequeño Yoda como el niño Jesús, mientras que la princesa Leia y Jan Sólo hacían las veces de María y José.

Casi instintivamente Tony se había colocado detrás de Tasha, mientras todos charlaban animadamente y colocaban las piezas tal y cómo iban acordando. Mientras él estaba inusualmente callado y aspiraba el perfume de esta, tratando de retenerlo dentro de si, poco a poco la fue agarrando por la cintura, ella sintió que se le erizaba la piel, pensó que debía zafarse del agarre, pero lo no hizo, se sentía demasiado bien.

En un despiste de los demás, el castaño quitó a Jan Sólo y lo sustituyó por Luke Skywalker .

- Así está mejor. - Susurró en el oído de Tasha. Ella entrelazó los dedos con los suyos acercando sus cuerpos aún más, cerró los ojos y sintió como se formaba un nudo en su garganta seguido de unas ganas incontenibles de llorar. Tony le besó la sien y le regaló un "te amo" al oído.

EN OTRA VIDA (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora