EN OTRA VIDA (Completa)

Capítulo III (Thanos)

Tony se giró hacia el parque y observó a los dos grupos de niños enfrascados en una gran discusión y algunos empujones.

Por un lado, estaba el grupito de niños con los que se solía juntar, cuatro o cinco chicos del barrio que eran compañeros suyos de colegio, y por el otro lado vio a otros cuatro o cinco que no conocía de nada; tal vez esa era una pelea de territorio o algo así,  pensó.

El cabecilla del grupo de chicos nuevos, era un matón llamado Thanos al que había visto en la escuela. Se veía bastante más grande que ellos.
Era uno de esos chicos que debían pasarse el día sin nada más que hacer que comer, pensaba Tony.
Thanos era enorme, bastante grueso, con el mentón enormemente cuadrado y la piel tan rosada que supuso que debía haber pasado unos días en la costa tostando o  más bien quemando su blanca piel al sol, porque aquel tono no era normal.

Rápidamente cruzó hacia el parque dejando a Tasha atrás y se unió a sus amigos.

- ¿Qué tal chicos? ¿Planean una fiesta y no me invitan? – Dijo colocándose al frente de sus amigos y dando la espalda a los contrarios.

Tony tenía la mala costumbre de encabezar todas las peleas, con la excusa de que debía proteger a sus compañeros. Cosa poco lógica, siendo el uno de los más bajitos del grupo, pero nadie podía contradecirle en aquello, de todos modos iba a hacerlo igualmente.

Pronto sintió cómo una piedra le golpeaba en el hombro derecho haciéndole bastante daño.

- ¡Eh tú, culo acolchado! ¡Cómo vuelvas a lanzarme otra piedra me voy a enfadar!- Gritó volviéndose hacia Thanos rápidamente.

- Vaya, vaya. Mira a quien tenemos aquí, nada más y nada menos que Anthony Edward Barnes.

- ¿Me conoces?

- Así es. Eres el cerebrito del colegio, el único que siempre supera mis calificaciones.

- ¡ Oh! No te preocupes "Porky." – Dijo el castaño con una sonrisa burlona.     
- Siempre puedes ganarme como zampabollos de la escuela. Apuesto a que ni siquiera puedes mover ese cuerpo seboso para pelear.

- ¡Vas a comprobar que si! ¡Vamosss!

Ambos muchachos comenzaron a correr el uno hacia el otro.

El resto de niños ya habían comenzado también a pelear entre ellos, animados a ver a la pareja de listillos de la escuela enfrascarse en la discusión.
Mientras comenzaban a golpearse los unos a los otros, no se daban cuenta de que el cielo se había cerrado y comenzaba a llover. El ambiente estaba muy frío y cargado de humedad, pero tan entretenidos estaban todos ellos, que no se habían dado ni cuenta.

En mitad de la pelea, Tony había rebotado con los dos pies en el estómago de Thanos, el cual ni se movió,  haciéndole caer de espaldas.     – Waou!! Pensó, eso había sido toda una proeza. Tras eso se levantó y le volvió a golpear con los dos puños cerrados de nuevo en la barriga, rebotando igualmente hacia atrás.

Habría jurado que aquellos habían sido golpes fortísimos, de los más fuertes que recordaba haber dado hasta el momento, pero Thanos casi ni se había inmutado. De repente Tony pensó que aquél titán ni siquiera parecía humano.

El muchacho apenas podía frenar los golpes de aquel mastodonte, que le sujetaba la cabeza agarrándolo de los cabellos y lanzándolo por los aires a su antojo para después volver a lanzarse sobre él.

La lluvia cada vez era más fuerte, lo que hacía que el agua se mezclara con la sangre que comenzaba a salir por la nariz y la boca del chico, haciendo que pareciera aún más abundante.

Tony estaba en el suelo y Thanos sujetaba su cabeza mientras levantaba un puño en alto para darle un gran golpe y así tal vez terminar con la pelea, dejando noqueado a su adversario. Hasta que de repente, notó algo en su espalda que le sujetaba por el cuello.

Tasha había cruzado al parque en algún momento desde que Tony la dejo olvidada al otro lado de la calle, y había dado un buen salto para así  colgarse del cuello de aquel mastodonte, haciéndolo quedarse sin aire por un segundo.

- ¡Déjale! ¡No le pegues más! ¡Abusón! ¡Eres un abusón!- Decía la niña mientras se aferraba a su cuello con todas sus fuerzas.

Tony aprovechó para recuperar el aliento, justo para ver cómo Thanos lanzaba a la pequeña con suma facilidad dejándola tirada en el barro.

Estaba tan enfadado y lleno de adrenalina, que a pesar de estar cubierto de golpes y tan dolorido, volvió hacia aquel gigantón que parecía una bola de sebo rosa y cogiendo carrerilla le dio una patada en la mano derecha pisándola contra el suelo. Pero el grandote le sujetó el pié levantándole y tirándole de culo, mientras levantaba el puño de nuevo y le golpeaba fuertemente en la nariz y en la barbilla varias veces, hasta dejarlo tirado sin poder levantarse.

En aquel momento la tormenta era tan fuerte, que ni siquiera se habían dado cuenta de que el resto de niños había salido corriendo a resguardarse, y se habían quedado allí solos, exhaustos, golpeados, llenos de barro y sangre.

- Tienes mi respeto Tony, pero no la victoria. -Dijo Thanos dándose la vuelta y dejando al muchacho totalmente tirado en el suelo, mientras el corría seguramente a casa a resguardarse. Aquello se había quedado desierto.

El castaño se levantó poco a poco, le dolía todo y podía sentir el sabor de la sangre en su boca.
– Al menos creo que conservo todos mis dientes, pensó.- Era un alivio, porque no podían permitirse ir a un dentista.

Entornó los ojos y puso una mano sobre ellos en forma de improvisada visera, para así poder encontrar a Tasha. No se había olvidado de ella, la forma en que la pequeña había acudido en su ayuda y el modo en que aquel seboso la había lanzado contra el suelo, le habían calado hondo. Si algo le había pasado a la niña, no se lo iba a perdonar.

Enseguida alcanzó a verla sentada en el barro con su vestido empapado, mirándose sus rodillas raspadas y con cara de puchero. Seguramente estaba llorando, aunque tal cantidad de lluvia, le impedían verlo con claridad.

Tony se acercó a ella despacio. Un poco porque no sabía que decirle y otro poco porque aún le dolían los golpes.

- ¿Cómo estás canija?

- Bien, yo siempre estoy bien.- Contestó la pequeña mientras sorbía por su nariz y miraba lo más firme que podía a Tony-.

- De cualquier modo te acompañaré a casa. No quiero que el agua te lleve o algo así. Soy el último que te ha visto, así que no quiero que después la policía me interrogue por tu desaparición. - Tony se encogió de hombros tratando de hacer parecer que no le importaba.

- ¿Por qué ese chico grande te golpeaba tan fuerte?
– Preguntó Tasha mientras él muchacho le daba la mano para levantarla.

- No lo sé, supongo que a veces es un poco difícil ser el centro de la envidia de todo el mundo.- Contestó este levantando las cejas y dándole una media sonrisa que pretendía ocultar su cara de fastidio.