— Dulce de leche granizado y chocolate blanco. —emitió recostado en el marco.
— No me gusta el helado y menos esos gustos. —la miró sabiendo que estaba mintiendo. — Bueno si me gusta. —viro los ojos. — ¿Con que sobornaste a Nahuel para que te dijera mis gustos?
Se hizo a un lado y lo dejo pasar mientras él le entregaba el pote de helado.
— ¿Te soy sincero? —ella asintió con una sonrisa. — No tuve que insistir mucho para que me pasara el dato.
Se sentó en el sillón con las piernas acurrucadas y el se dedicó a observarla comiendo helado, tomo una foto sin que ella se diera cuenta y guardo su celular otra vez en su bolsillo.
— No me gusta que me vean comiendo. —le recriminó con una mala mirada.
— Pero si sos hermosa. —rápidamente el rostro de Luz comenzó a ponerse rojo y Gonzalo sonrió dejando ver sus blancos dientes que hacía más perfecta su sonrisa. »me vas a matar, para por favor«
— ¿A tu ex le decías lo mismo? —le pregunto trayendo el tema a discusión. — Perdón. —se disculpo al ver el rostro del jugador. — Pero me molesta que la gente me amenace.
— Aldana nunca tuvo el título de algo. —la miró con sinceridad en su rostro. — Era en cierto modo la que me sacaba las ganas, nada más que eso. —explico tomando la manos de Keila mientras la acariciaba con su dedo pulgar. — Muy diferente a lo que me pasa con vos. —el rostro del defensor se posó en el suyo que estaba completamente atónito.
— ¿Y qué es lo que te pasa conmigo? —sus ojos se dirigieron rápidamente a los de el como buscando la puerta de la sinceridad, los ojos no mienten, los labios, el corazón y el cerebro pueden mentir pero los ojos no mienten nunca, los ojos son la puerta de alma.
— ¿Si te digo que no se me crees? —rapidamente el rostro de Keila se distorsionó. — No me mal intérpretes, nunca me pasó algo parecido, por eso no sé cómo explicarte lo que me pasa con vos Kei. —su mano hacia contacto con su rostro, haciendo que la piel de Keila se erice en cada contacto. — Y ya que trajiste vos el tema a discusión. —recordo lo de hace unos minutos. — Cuando estaba con Aldana, la miraba y era solo sexo, te miro a vos y quiero recorrer el mundo con vos, presumirte ante mi familia y mis amigos, defenderte de todo aquel que quiera lastimarte, tener la oportunidad de verte sonreír todos los días, porque tenés una sonrisa hermosa y así puedo seguir describiendo todo lo que quiero hacer con vos. —inspiro hondo a la vez que ella sonreía ruborizada. — No quiero que solo sea sexo con vos, sos una bomba pero no quiero que sea solo sexo, porque te veo y te quiero poner en una cajita de cristal para cuidarte y protegerte, después la pienso y es un rotundo no porque me encanta ver como te enfrentas al mundo, cómo vas de frente siempre y como defendes a los que están a tu alrededor, como cuidas de tus amigos, de tu familia. — Keila lo miraba completamente hipnotizada. — Quiero... —los labios sabor a dulce de leche granizado y chocolate blanco de Keila interrumpieron al jugador al posicionarse sobre los suyos dejando un beso más que necesitado. Sonrió y se alejó de el sin dejar de mirarlo.
— No soy buenas con las palabras. —emitio de repente. — Pero demuestro con las acciones, no me gustan los celos innecesarios porque vuelven tóxico todo y tu sonrisa de costado que vuela la cabeza a tal punto de querer violarte y no estoy jodiendo. —Gonzalo sonrió ante la confesión provocando que ella también lo vuelva a hacer. — ¿Te estoy diciendo que tu sonrisa me da ganas de violarte y sonreís? ¡Te podés quemar jugando con fuego!
— Yo sabía que no eras una agrandada, asquerosa y malhumorada. —emitio abrazándola mientras ella se acomodaba en su hombro. — Hasta tenes sentimientos.
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| 29 | Gonzalo Montiel.
FanfictionParece inexplicable como el destino pone en tu camino personas, que estuviste esquivando toda tu vida, pero que se vuelven indispensables en un abrir y cerrar de ojos.