— ¡Menos mal que no te gusta el quilombo! —le dijo mientras preparaba el mate.
— ¡No iba a dejar que se la lleve de arriba! —exclamo con algo de indignación. — Encima esa nota le iba a venir como anillo al dedo, para meter su bocado en nuestra relación. —lo miró y el le sonrió. — ¡Y menos a ella que es un cuatro de copas!
— ¿No era que no te gustaban los celos? —Keila lo miro.
— ¡Escena de celos innecesarias, Gonzalo! —le recriminó con la mirada. — Yo no te estoy haciendo ninguna escena a vos por los comentarios pelotudos de Aldana, en cambio respondo así cierra el orto de una vez. —su voz paso de tranquila a furiosa. — Pero si te molesta dejo de hacerlo.
— Para un poco. —sonrió y le pasó el mate. — No me molesta, a mí tampoco me gusta que Aldana hablé, yo no puedo responderle y no quiero que mi familia lo haga, sé que a vos te voy a decir que no lo hagas y lo vas a hacer igual porque te sale por instinto, y tampoco me molesta porque estás defendiendo a quien querés.
— ¿Y entonces? —le pregunto con los brazos cruzados.
— ¿Te dije que sos linda cuando te enojas? —en ese mismo momento un almohadón voló a la cara del jugador. La sonoridad de la risa de Gonzalo inundaba el living.
— ¿Te dije que sos un boludo? —pregunto pero al ver la sonrisa de Gonzalo y sus ojos achinados hicieron que el enojo se le pasará en un segundo. — ¡Me haces enojar al pedo Gonzalo! —emitió golpeando su brazo en forma de capricho, el jugador seguía riendo.
— Pasa que sos hermosa enojada. —exclamo el defensor acercándose a ella con una sonrisa para robarle un beso, que después de unos segundos consiguió.
— ¿Aldana va a seguir molestando como mosca en verano siempre? —pregunto y el jugador pudo notar el cansancio en su voz.
— ¡La verdad no tengo ni idea! —respondió, también cansado. — Pero seguramente así sea. ¿No le des mucha importancia a eso, si? —asintió no muy convencida y se dedicó a mirarlo mientras cebaba mates.
— ¿Que tengo? —pregunto al notar que no le quitaba la vista de encima.
— Gonzalo, no tenes nada, sos perfecto. —se resigno a decir. — ¿Me podés dejar deleitarme mientras te miro en silencio, tranquila? —rió de costado. — Gracias.
— ¡Como te tiene el fin de Andresito! —emitió riendo con maldad. — Pasas de histérica a dulce, de dulce a violenta en un abrir y cerrar de ojos. ¿Te das cuenta por qué sos perfecta? Porque sos humana y haces todo bien. —Keila capturó sus labios y en un ágil movimiento quedó encima de él, entrelazando sus manos detrás de su nuca.
— ¡No la cagues! —exclamo al ver que Gonzalo estaba por mencionar algo. — ¡Por favor no la cagues! —comenzó a besar su cuello, pero principalmente las estrellas que tenía en su cuello.
— ¡No seas mala! —emitió mientras sus manos pasaban de su cintura a su trasero. — ¡Cuatro días sin ponerla y me haces esto!
— ¡Te dije que no la cagues, Gonzalo! —recriminó con gracia. — Tampoco fueron cuatro días, la compense de la mejor manera.
— Bueno si. —beso el cuello de Keila con delicadeza mientras sonreía. — ¡Te quiero mucho, Kei! —la atrajo un poco más hacia el mientras ella sonreía como tonta.
— ¡Yo a vos! —le respondió ella mientras acariciaba su cabello.
-aqui se viene la selección, aquí se viene Argentina. ¡Hola Scaloni! ¿Como le va? Escuchar eso desde el televisor le hizo saber que el amistoso contra Guatemala estaba a punto de empezar, pero también que el ocho de septiembre había llegado.
— ¡Feliz mes! —el tomó la iniciativa y la saludo primero. — No tengo ninguna especie de discurso ni nada de eso, pero que sea un mes o que sea siempre, pero que sea juntos, Kei. —la morocha sonrió y capturó sus labios en la primera de cambio.
— Gonza, te voy a ser sincera. —hizo que el la mirara. — Ni me imaginé que íbamos a llegar, es más pensé que en la primer semana me ibas a decir "todo muy lindo, pero ya me aburriste" y estamos cumpliendo un mes, Gonza. —sonrió mientras acariciaba su mejilla. — Un mes. No lo puedo creer.
— Me enseñaste a ver la vida de otra forma, Keila. —emitió el acomodando el cabello detrás de su oreja. — Hace un mes atrás, acá mismo estaba pidiendo que lo intentemos, esperando una negativa y fue todo lo contrario.
— Me vas a hacer llorar, Gonza. —exclamo a nada de quebrarse. — Me gustaste desde el primer día que te ví, cuando me chocaste en el estacionamiento, pasaste de gustarme a querer matarte en la sesión de fotos y después en la fiesta me volví a enamorar de vos, aparte estabas borracho, vulnerable y pidiéndome disculpas, me haces pasar de cero a cien y de cien a cero en un segundo Gonza. —una lágrima cayó por su rostro. — Si esto es un sueño no me quiero despertar nunca.
— Kei, no es un sueño, es la realidad y es la realidad más hermosa que existe en este mundo y todos los que existan, tener la posibilidad de quererte y verte sonreír todos los días es un privilegio. —la sensibilidad que manejaba Keila y las palabras que salían de la boca de Gonzalo hacían que no pueda contener sus lágrimas. — ¿Lo vamos a intentar?
— ¡Hasta que no quiera funcionar más! —respondió ella con una sonrisa hermosa en su rostro que hizo que algo dentro de Gonzalo se moviera, como una especie de mariposas en la panza.
📱
scheckei 35m
⬅️ guchicaniglia> 📹
Respondió tu historia.
Y metió un gol no más.
¿Que paso, Andresito no
se fue todavía que no estás
festejando?
Va a estar INFUMABLE
ya me lo veo a venir.
Na si estoy viendo la
selección el día que
cumplo un mes con mi
novio porque me gusta
le fútbol, nomás.😂😂😂😂
Tendria que estar garchando
a dos manos, pero no a mis
ovarios se le ocurre menstruar
ahora. Mejor me mato.
Encima Gonza ta de contento 😣😂😂 Pobre
Hello, feliz primavera (? Bueno con este me despido hasta la próxima semana, y esta vez es verdad. No estoy en condiciones de escribir, el superclásico me tiene mal pero peor me tiene la lesión de Andrada y encima me enteré que Bianca Donati también se lesionó (se rompió los ligamentos) y quedó fuera de la convocatoria del seleccionado así que la vida no quiere que yo sea feliz. Espero que les guste.
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| 29 | Gonzalo Montiel.
FanfictionParece inexplicable como el destino pone en tu camino personas, que estuviste esquivando toda tu vida, pero que se vuelven indispensables en un abrir y cerrar de ojos.