Capítulo 50

76 5 0
                                    


50-1/2

Legolas: ¿Estás lista?- en lugar de contestar emitió un gemido que demostraba su inseguridad mientras seguían caminando a paso lento, como si no quisieran llegar a donde debían; y la realidad, era que ella no quería- sabía que no estabas totalmente lista para este momento

Nariel: No lo estoy, y nunca dije estarlo. Solo estoy en un periodo de adaptación día uno. Quiero acostumbrarme a ver a esos soldados; a que de repente están bajo mi mando y a que más de uno de ellos ya deba odiarme

Legolas: ¿Como puedes estar tan segura de ello?- cuestiona ante la duda

Nariel: Es pura lógica- la mira confundido- a mi en su lugar no me agradaría para nada. Cambiarlo todo, ni siquiera saben qué sistema usaré con ellos ni de que manera los voy a torturar cotidianamente exceptuando los fines de semana. Por eso, ya debe haber más de uno que me odie sin siquiera conocerme en persona. Claro, sin tener en cuenta el soldado al que até a la cama...

Legolas: Llegamos- se detiene en seco pidiendo auxilio con la mirada- ya debo irme- confiesa abandonarla-  espero tengas suerte en tu primer día compañera. Te informaré de cualquier suceso en el Bosque, siempre y cuando sobrevivas a este... periodo de adaptación día uno- luego de carcajearse en su cara, da media vuelta perdiéndose ante sus ojos

Nariel se queda sola ante el campo de entrenamiento con sus respectivos ocupantes. Suspira antes de enfrentarse a este nuevo desafío, ya que después de todo...

"Ánimo, ¿que tan imposible puede ser?" se vuelve a plantear dando el primer paso al frente "cambio de planes, ya quiero irme... "

Aunque lo quisiera no podía detener a sus pies, los nervios la invadían de pies a cabeza, no había una marcha regresiva hacia Palacio

Se puso frente a la formación, los pronto soldados se situaban consecutivamente manteniendo cierta distancia entre uno y otro. Los miró a la cara a cada uno para reconocerlos. Se detiene en seco nuevamente, sin dejar de observarlos; toda la tensión que sentía y apenas eran las nueve de la mañana

Nariel: Buenos días... ammm- piensa cómo seguir- mi nombre es Nariel y vengo de Clish, ¿alguna duda de momento?- saltea muchas cosas que ensayó decir antes del desayuno

- ¿Por que aceptaste estar aquí justo ahora?

Nariel: Inevitablemente necesito distraerme en algo, como todos; se me designó esta tarea para mantener mi estadía y ustedes no tienen a nadie más.- contesta simplemente- ¿Otra cosa que quieran preguntar?

- ¿Como es que una mujer, específicamente tú, va a entrenarnos?- mira a quien acaba de hablar

Nariel: Lo suponía- se sonríe a si misma con sorna sin bajarle la mirada- sabía que alguno de ustedes iba a hacer una pregunta similar; de hecho me esperaba algo como ¿por que una mujer pisa un campo de entrenamiento?. No te lo voy a responder ni ahora, ni hoy, te diré... que lo sabrás pronto

- ¿Enserio te crees capaz de mantenerte en pie con una espada en las manos?, debo advertirte que son muy pesadas; aunque si quisieras yo podría enseñarte algunas cosas- le guiña un ojo

Nariel: Haber...- se toma su tiempo meditando como contestar a aquel muchacho sin llegar a una discusión que luego la lleve a clavar una daga en su cuello- si estoy aquí, justamente en este predio, es para entrenarlos y mantener las expectativas de que puedan llegar a ser alguien ejemplar dentro de las filas del ejército del Bosque. Si estoy encargada de tal tarea como puede cruzarse por tu mente que no puedo mantener una espada en alto; ¿crees que no tengo experiencia?, adivina por que el rey me permite ser tu superior. Además, ubícate que ni siquiera llegas a soldado ¿está bien?, no hay nada que tú o tu espada de aprendiz puedan enseñarme- el dueño de la pregunta y proposición, queda enmudecido ante la respuesta- reitero, ¿otra pregunta?, ¿una que no carezca de sentido y que pueda servirnos a todos?. ¿Nadie?

«Valiente Y Audaz»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora