Capítulo Especial.
Decir que no estaba malditamente obsesionado con el crío, era un completo embuste. Engullirse de sus problemas, ocultarse de la realidad, disimular la infidelidad ante Mark, camuflarse ya dentro de una relación tóxica, mentir cada que le era posible, solo le hacía quedar como el tremendo imbécil que era.
Jamás había estado a favor del engaño. Había crecido alrededor de una familia humilde, pordiosera y escasa. Pocas veces lograba tener completas sus tres comidas diarias, su intelecto en el liceo era lo único que lograba sacarle hacia adelante, solían vivir en la mismísima miseria; sin destacar, el hogar acogedor, cálido y suficientemente espacioso para cinco personas viviendo ahí mismo. El dinero semanal que obtenían era a causa de las tandas en las que su madre se apuntaba, el efectivo que su progenitor conseguía en su labor como mesero, la pasta que su hermana ganaba por medio de apuestas y alguna que otra moneda que JinYoung traía a casa cuando le devolvían algún favor o por concursos colegiales en los que participaba. Aún así, a pesar de no estar bien acomodados con un buen salario, sus padres siempre le habían enseñado a tener la moral, serle fiel a tu pareja, no ser un papanatas a medio tiempo y buscar un buen trabajo que lograra rendirle para un futuro junto a su pretendiente.
Pocas cosas las había cumplido, y unas otras, aún seguía averiguando el cómo seguirlas al pie de la letra.
Por ello mismo, se había tomado su tiempo de conquistar a Mark cuando el chico era el más deseado del lugar. Al principio, debía admitirlo, solo quería flecharlo para quitar la reputación de Wang del instituto y hacerle saber a todo el par de colégiales que no todo podía conseguirse en la vida, ni con esfuerzo. Con sus ahorros, compró sobres para cartas, le pidió a su padre un poco de pasta prestada para comprar chocolates, le regaló flores, aprendió a ganarse su corazón a base de mentiras y una vez el estadounidense cayó directo ante sus encantos, le pidió que fuera su novio, delante de Jackson, para darle donde más le doliera porque para JinYoung, nadie era mejor que nadie.
Todos merecían un trato justo. Las relaciones de Wang no medían su grado de machez, sino, de su idiotez, sus facciones no subordinaban su popularidad y su clase alta no era la que dependiera de la consideración o atención que meritara. Ese día, recuerda haberse metido en su primera pelea callejera con niños opulentos y bien acomodados, Jackson, gritándole de la rabia, soltando puñetazos al aire que Park lograba esquivar e insinuándole que si él jamás hubiera intervenido en su conquista con Mark, todo estaría magníficamente bien, sin años tirados a la basura llenos de un cegado enamoramiento hacia el estadounidense y confesiones que sólo lograron ponerle en vergüenza delante del de pelo castaño en ese momento. JinYoung, desde aquella vez, no se separó ni un momento de Mark, le acompañó hasta su departamento durante la salida de la clases, consiguió un trabajo en una tienda donde le rindió para regarle cosas a su ahora novio, le llevó al cine cada que el chico lo pedía, viajaron juntos a Los Ángeles, conoció a sus padres, le presentó ante sus progenitores, se entregaron el uno al otro en cuerpo y en alma, se besaron sin un fin, le llevó a comer todos los domingos por la tarde, tuvieron citas, pasó la mayoría del tiempo a su lado en el instituto, se convirtió en un rival ante Jackson Wang, fueron el chisme en boca de todos los estudiantes, el estadounidense le confesó que le amaba.
Y con el paso del tiempo, le gustó, en verdad le gustó Mark Tuan.
Ahora dudaba mucho de ello.
En esa fiesta todo sucedió demasiado rápido. Recuerda aún cómo tuvo que negarse ante Mark el volver a ver a aquel idiota que había estado con varios chicos para olvidarse del rubio, cómo el estadounidense le rogaba porque Jackson había vuelto de China desde hace unos meses y aún no había podido visitarle por la posesividad de Park, con miedo de que el tipo aún intentara ligárselo. Esa vez, solo aceptó porque el chico haría una fiesta e iría JaeBum, pero esa vez también recuerda haberle llamado un día antes al castaño para que estuviera al tanto de no dejar solos ni un momento a Tuan y al chino. Ya que él también se haría cargo, solo necesitaba un poco de ayuda.
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Call Me Daddy || JinGyeom
Fanfic«Donde JinYoung es novio de Mark pero le gusta que YuGyeom lo llame Daddy.»