v e i n t i n u e v e

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Mark Tuan.

Hoy regreso a la ciudad.
Enviado 8:24 a.m.

Espero y no te haya pasado nada malo...
Enviado 8:24 a.m.

¿Acaso estás enojado conmigo?
Enviado 8:25 a.m.

Si he hecho algo malo, perdóname.
Enviado 8:25 a.m.

Dejaré de hacer lo que te molesta si tú me lo pides.
Enviado 8:25 a.m.

Sólo quiero verte.
Enviado 8:26 a.m.

Te amo, JinYoung.
Enviado 8:26 a.m.

Los mensajes de Mark eran diarios, preguntando por su paradero y, en ciertas ocasiones, pidiendo disculpas innecesarias por actos inexistentes, siendo éstos mensajes ignorados y dejados sin respuesta alguna. Sentía una gran culpa al tratar así a su aún novio. No contestó los mensajes tratando de darle a Mark unas merecidas vacaciones con su familia, olvidándose de él, cosa que no resultó al ver los miles de mensajes con las incontables llamadas que recibía a cada hora.

Lo mínimo que podía hacer era recogerlo.

Y terminar las cosas de una vez.


...

JinYoung estacionó su auto frente a la cafetería. Exactamente, a las siete de la mañana, a YuGyeom le tocaba un turno matutino ese día. El menor abrió la puerta del auto para bajarse e irse a trabajar, cuando sintió un jalón en su camisa.

—Todavía que te traigo temprano al trabajo... —el pelinegro bramó burlón, un poco ofendido. —¿Y no tienes pensado despedirte?

—Ya voy tarde. —YuGyeom se excusó rápido con la verdad. No quería más regaños de parte de SeokMin, ya había tenido suficientes. —Debí haber entrado hace cinco minutos, y...- —sin terminar de hablar, JinYoung juntó sus labios con los del castaño, dándose un no tan decente beso, robándole un ligero gemido al separarse.

—Vendré por ti más tarde. —anunció firme y colocó nuevamente las manos en el volante.

YuGyeom asintiendo con la cabeza junto con una tonta sonrisa en su rostro, cerró la puerta, y agitando la mano en señal de despedida, entró al local, en el cual, detuvo sus pasos de improvisto en cuanto vió a su mejor amigo esperarle desde la entrada.

—Buenos días, Gyeommie. —BamBam saludó y recibió al castaño energéticamente. —No te preocupes, ya te cubrí con SeokMin inventando que tu gato se había escapado en la mañana.

—¿Mi gato? —YuGyeom inquirió confuso, apuntándose a sí mismo con su dedo índice.

—Si es que SeokMin llega a visitar un día tu hogar, tendrás que conseguirte un gato para que no sospeche nada. —bromeó el tailandés y se puso serio al instante, recordando la escena de allá afuera y lo dicho por parte de JungKook hace unos días. —No quiero ser entrometido pero, el que vino a dejarte... ¿era JinYoung? Porque tenemos que hablar acerca de él.

—Vaya amigo eres. —YuGyeom trató de cambiar el rumbo por el que iba la conversación con una sonrisa traviesa, temiendo lo que venía. —Ya casi va a pasar una semana de mi cumpleaños y no supe nada de ti, gracias por tomarte el tiempo de felicitarme...

—No me cambies de tema que fui a sorprenderte a tu departamento, y tu amable invitado me cerró la puerta en la cara, no dejándome de otra que dejando mi regalo afuera.

Call Me Daddy || JinGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora