#1 ►Lista

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-¡Ya te dije que no Zoe! ¿Qué parte de "no", no entiendes?-me regaña mi madre mientras que frunce el ceño junto con sus labios.-

-Mamá, tengo 19 años, tengo la edad suficiente para decidir mis propias decisiones, ¿no lo crees?-respondo de una manera brusca, como siempre.-

-Mira niña malcriada, no te irás y no me seguirás respondiendo de la forma en que lo haces, soy tú madre.-siguió mirándome a los ojos con furia y enojo. De hecho ambas estabamos enojadas mutuamente.-

-Mira madre, no me interesa tú opinión, no sé ni por qué te pregunté. Zayn vendrá por mí mañana en la mañana, después al llegar a América, papá nos recogerá al aeropuerto.-avisé, ella me miró mal, muy mal, di media vuelta y subí hacia mi habitación para preparar mis maletas, escuchaba los llamados de mi madre detrás, pero los ignoré y cerré la puerta detrás de mí. Tomé una maleta que estaba al lado de mi armario de madera, la puse en la cama y comencé a meter ropa.

Tomé una maleta pequeña de color vino y metí mis zapatos, maquillaje y todo lo que necesitaba. Después de todo lo que hice, bajé las maletas de la cama y las acomodé en una esquina. Caminé hacia la cama y me senté en frente mirando toda mi habitación. 

Estaba sola, no tenía nada, casi como yo en este momento. Tomé mi libreta negra que estaba en mi escritorio y comencé a dibujar a un chico, no tengo ni idea en que me inspiró en hacer esto. Comencé a remarcar todo su cuerpo, su rostro, todo.

Ojos redondos, boca carnosa y frágil; nariz bien formada, ninguna imperfección; cabello castaño y ondulado por los costados, y por en frente su ego grande. Músculos bien formados en sus brazos, abdominales bien hechos, piernas flacas y largas, un poco envidiosas acompañadas con unos jeans negros ajustados y rotos; unos cuantos tatuajes en sus brazos, pecho y abdomen, terminando con una pluma blanca traspasando por su cuello, y acabo con unas botas cafés en sus largos pies.

Alejé la hoja un poco admirando mi dibujo. Mierda, me salió muy sexy. Lo dejé sobre el escritorio y caminé hacia mi cama recostándome entre las sábanas blancas y cómodas dejándome dormir en paz por toda la noche.

...

-Aún es muy temprano, ¿lo sabes, no?-le pregunté a mi amigo castaño mientas que me tallaba un ojo, éste me mandó una sonrisa traviesa.-

-Te puedo quitar el sueño.-me guiñó el ojo pervertidamente, yo golpeé su hombro y me reí levemente, éste se unió a mi risa y prendió el motor.-¿Lista, americana?-me preguntó, yo le sonreí y asentí.-

-Lista, americano.-le devolví la sonrisa, éste asintió y comenzó a manejar hacia el aeropuerto. Una nueva vida se acercaba.

RuthlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora