#30 ►Al Borde de la Muerte

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Han pasado unos meses, en realidad no los he contado ya que he estado muy pensativa. Acerca de la llegada de mi hermana, lo que tuve con Zayn, ya ni puedo verle a los ojos, ni siquiera a Harry. Creanme, no se siente bien cuando te acuestas con tu mejor amigo aún teniendo novio, me cuesta saber que eso ha pasado, es decir, amo demasiado a Harry y la verdad no sé porque mierda hice eso. Harry no se merece eso, él no me ha ocultado nada, él no me ha mentido, no me ha sido infiel, en cambio yo, sí.

Mañana será nuestra graduación, ¿qué rápido se pasa el tiempo, cierto? De hecho, la cerrera que estudié me sirvió de mucho. Me han llamado para un empleo en Chicago, aún no sé de que trata el puesto, solo sé que es importante y será fácil ya que será de diferentes países del mundo, ya saben, documentos con idiomas de cada país, obviamente de los principales; Italiano, Alemán, Español (Castellano & Latín), Inglés (Americano & Británico), Francés y Portugués.

He estado pensando acerca de mudarme a Chicago ya que no puedo ir de Nueva York a Chicago y de vuelta. Aún no le digo a Harry o a Aubrey acerca de mi empleo, pienso decírselo primero a Harry ya que con él tengo unas situaciones pendientes. Le explicaré acerca del empleo y sobre la mudanza, debo admitir que tengo miedo ante su reacción, tal vez le pida un tiempo necesario como para pensar acerca de nuestras vidas, o simplemente suplicarle que viva conmigo en Chicago.

Comencé a caminar por el pasillo de la Universidad de Nueva York (NYU), con mis papeles del empleo en la mano. El instituto estaba vacío, lo único que se escuchaba eran mis botines negros que sonaban con un eco por el pasillo. Cuando estuve en frente de la oficina del Director Stone, toqué tres veces su puerta de madera, esperé con una pequeña y leve sonrisa sin mostrar dentadura. Joder sí, estaba emocionada, al fin tendré un trabajo de verdad en una ciudad de verdad.

El Director Stone abrió la puerta, me sonrió y me dejó pasar, asentí levemente como agradecimiento. 

-Señorita Anderson, por favor siéntese.-me indicó con su mano hacia la silla, sonreí y obedecí. Él se colocó en frente de la gran ventana el cuál estaba detrás de su escritorio, dejando ver una vista hermosa de Nueva York. Junto ambas manos detrás de su espalda comenzando a pensar para después suspirar tranquilamente.-Señorita Anderson, me he tomado el tiempo para ver su actitud en esta Universidad, al igual que sus calificaciones y trabajos. Debo decir que realmente me impresiona lo que ha logrado hasta aquí.-se volteó aún explicándome.-Llegando al grano...-me vio con picardía llena de emoción.-Me han llamado desde Gray Magnement, Chicago.-comenzó a decir, yo asentí para que prosiguiera ocultando mi gran emoción.-

-Y...-comencé a decir para que siga.-

-Señorita Anderson, acaba de ser asignada para ser Asistente Personal Ejecutiva en Gray Magnement.-soltó con una sonrisa, yo me levanté ocultando mi boca abierta con ambas palmas. Dios mio, no puede ser cierto.-Felicidades Zoe.-sonrió con orgullo, yo asentí con una gran sonrisa.

Salí de su oficina aún con una gran sonrisa en mi rostro. Mierda, mierda y más mierda, esto era asombroso. Mi emoción fue interrumpida por mi celular el cuál sonaba y vibraba, lo tomé de mi bolso y lo encendí. "Harry", sonreí y contesté.

-Harry, hola mi amor.-saludé con un gran suspiro ocultando mi emoción para guardarla hasta que lo vea.-

-Bebé, hola. Te llamaba para decirte que ya voy para el departamento, ¿ya fuiste por tus documentos?-preguntó, yo sonreí y después reí levemente con mucha emoción.-

-Sí, ya fui.-tapé mi boca para no soltar todo.-

-Bien preciosa, te veo después. Te amo.-dijo, yo me detuve por un momento y sonreí con los ojos cristalizados. Diablos, como me ponía tan sentimental con tan solo un "Te Amo" de Harry.-

RuthlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora