Ruthless

#33 ►Sin Vida Alguna

Harry comenzó a caminar por la calle con la mirada hacia abajo, su capucha estaba tapando totalmente su cabeza al igual que los bolsillos a sus manos. Él no quería que lo vieran tan débil, triste y abandonado. Sus ojos esmeralda ya no eran tan brillantes como antes, ahora eran tinues y sin vida alguna, sus labios estaban completamente rotos y secos. Tenia ojeras muy horrorosas debajo de sus ojos, su cabello rizado el cuál estaba oculto gracias a su chamarra negra, estaba destrozado y cada vez su cabello iba decolorándose, ya no siendo tan castaño como antes.

Él sabía perféctamente que Zoe no tenía la culpa de lo que a él le estaba pasando en ese momento. Él sabía que Zoe solo quizo una vida nueva con él, pero éste y su estúpido e insignificante orgullo estaban, extrañamente, en contra de esa vida. 

Su conciencia estaba mortificada por saber sobre Zoe y su vida nueva e importante en Chicago. Varias preguntas rodeaban por su cabeza, y lo único que preguntaban era sobre ella. ¿Estará bien? ¿Le irá bien en el trabajo? ¿Conoció a gente nueva? ¿Tendrá un nuevo amor? Nunca se ha detenido con aquellas preguntas sobre la vida de su chica, que aún siendo un imbécil, sentía mucho más por ella ya que la había hecho suya varias veces.

Desvió su mirada con lentitud hacia el lago que estaba una distancia muy alejada de él al cuál lo reconocía perféctamente. Suspiró al recordar, al verla ahí sentada mirando el lago detenidamente mientras que se hundía en sus pensamientos, mientras que él la abrazaba acurrucándola en su pecho. 

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos al recordar aquella escena memorable. Mientras que lloraba en silencio absoluto, caminaba entre los árboles tratando con desesperación no caerse con alguna piedra para poder llegar a aquel lago. Cuando llegó se detuvo mirando el lago cristalizado gracias al sol que le transmitía la luz, se quitó la chamarra y se sintió bien, libre, regresando a sus recuerdos que él amaba.

Respiró libremente mientras que miraba el bosque, despejándose completamente de su mente. De pronto sintió un alma más en lugar de la suya, volteó y ahí estaba ella, junto a él como a un metro de distancia, mirando el lago fijamente perdiéndose en el agua, sonrió levemente, dio media vuelta y caminó por el bosque hasta desaparecer. Harry estaba perplejo, ¿era ella o...solo era una fantasía? 

Éste no esperó más y corrió por el bosque gritando su nombre con desesperación de encontrarla, hasta que se detuvo en medio del bosque buscándola con la mirada.

Nada.

Suspiró y se tocó la cabeza con desesperación, enredando sus dedos con sus rizos con frustración. La necesitaba. La necesitaba desesperadamente.

(...)

{Zoe.P.D.V}

Mis botines militares negras resonaban por el pasillo mientras que buscaba el ascensor al final del pasillo, según la recepcionista. Mi dedo presionó el botón rojo mientras que esperaba, vi como se cerraban las puertas metálicas y los números de arriba marcaban los pisos. 

Piso 12. Suspiré, éste era el quinto día aquí en Chicago, mi trabajo es normal, como una secretaria común pero con pocas complicaciones. Salí del ascensor mientras que caminaba hacia mi asiento, cerca de Claire, mi compañera de trabajo. Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

-¿Y bien? ¿algo nuevo?-preguntó mientras que doblaba unos documentos, yo la miré y negué.-

-No lo creo, mi vida sigue igual.-levanté los hombros restándole importancia, ella rió levemente, yo la miré con extrañez.-¿Qué es tan gracioso?-pregunté.-

-Tú Zoe. Siempre dices que tu vida sigue igual cuando en realidad siempre es diferente.-comentó, yo me uní a su risa.-

-A ver Claire, organicemos todo. Cada día me despierto, me ducho, desayuno con Catherine y platico sobre su dia pasado, vengo al trabajo, me preguntas como me sigue mi vida, te respondo igual, seguimos con el trabajo, regreso a mi departamento, veo a Catherine y a Niall haciéndose cariñitos como una típica pareja de enamorados, lo cuál es una mierda, llego a mi habitación y me duermo. ¿Quieres que te cuente el día que sigue? Te aseguro que es casi lo mismo.-le aseguré, ella alzó una ceja.-

-¿Casi?-preguntó.-

-Si, a veces desayuno huevo con jugo de naranja y otros días cereal.-comenté, ella rió. Vaya, es muy risueña.-

-Pero olvidaste la "reunión" que tuviste con Darren.-me guiñó un ojo con picardía, rodeé los ojos.-

-No fue nada especial, Claire. Si tuvimos una reunión en la cafetería, pero era para hablar sobre negocios y la estadística con la competencia.-expliqué, ella suspiró.-

-Lo sé, esos imbéciles se estan llevando todos los productos.-comentó bruscamente, me levanté y caminé hacia la impresora, en ella comenzo a verse hojas con todo tipo de gráficas, números y letras. Caminé por el pasillo de las secretarias y empresarios entregándoles una hoja a cada uno de lo que le corresponde.

-Zoe, necesito hablar contigo un momento por favor.-me llamó Victoria mientras que caminaba hacia la oficina del jefe; Darren Wilde. Él no era tan mayor, casi de mi edad, a sus 22 años es más que suficiente al conseguir un trabajo como el suyo. Era realmente apuesto, trabajador e importante, además de que era de descendencia holandesa, también era alemana, por lo tanto tenemos una cosa en común.

Caminé hacia su oficina preguntándome, ¿qué hice?

-¿Señor Wilde? ¿Me necesitaba?-pregunté mientras que asomaba un poco la cabeza, éste me indicó con su dedo que pasara, asentí y cerré la puerta. Victoria estaba recargada en la pared con su mirada seria hacia el piso, en ese momento me entraron los nervios.-

-Si. Mire señorita Anderson, de acuerdo al nuevo empleo que le estamos favoreciendo, usted ha sido una empleada con un muy buen trayecto de su vida de acuerdo a sus estudios con una calificación excelente. Llegando al punto de mi conversación con usted, quisiera nombrarla oficialmente mi Secretaria Personal.

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I FUCKING MISS YOU SO MUCH.........No sé si estoy bien, pero pss, cada quién su idioma, ¿no? ;)

 Bueno, solo les quiero decir que........¡Al fin estoy aquí! ¡MILAGRO! ¿no? :3 Bueno. Nos vemos!! Las amo!! Xx