Harry Potter y el Hijo Ignorado de los Tres Grandes

La Mansión Potter

Aclaraciones iniciales:

Las aclaraciones de siempre, que disfruten de la lectura.

<strong>El texto en negrita son pensamientos</strong>

<u>El texto en cursiva subrayado es el idioma de poder </u>

<strong>~El texto en negrita con estos símbolos es pársel~</strong>

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Cuando el traslador se detuvo, Harry termino de cara contra en suelo como siempre le sucedía. Al levantarse Harry se encontró fuera de unas grandes rejas, al levantar la vista se podía observar un gran pero gran jardín que llevaba a una mansión en todo el sentido de la palabra.

Harry toco con una mano la reja esta se abrió sola pues lo reconoció como su dueño, caminando por el jardín iba observando el hermoso lugar, el césped bien cortado verde brillante los arboles esparcidos alrededor que conducían a un camino de piedra que llevaba hasta la puerta misma de la mansión.

La mansión tendréis unos 4 pisos vista desde afuera, las paredes de piedra natural estaban llenas de grandes ventanas, en el tejado de gris claro se podía ver muchas chimeneas y en la entrada unas escaleras de piedra llevaban a la puerta principal.

Al momento en que Harry puso un pie en la escalera de piedra la puerta principal se abrió dejando paso a un pequeño elfo doméstico, vestido con una pequeña túnica color blanco.

-Disculpe joven, pero esta es propiedad privada no puede estar aquí –comento nervioso el elfo doméstico.

-Mi nombre es Harry Potter y...

Harry ni siquiera pudo terminar de hablar cuando ya tenía al elfo aferrado a sus piernas chillando y llorando desconsolado.

-El amito Harry ha vuelto a casa, perdone a Kimblu amito por no reconocerlo, Kimblu es un elfo malo.

-Alto ahí Kimblu no te atrevas a castigarte –lo detuvo a tiempo Harry al ver al pequeño elfo ir a golpearse la cabeza con la pared.

-Kimblu es un elfo malo amito debe castigarse son las órdenes del amo James.

-Kimblu ahora yo soy el jefe de la familia y no volverás a obedecer las órdenes que te dejo James Potter... mi primera orden para ti será, que nunca más vuelvas a autocastigarte si haces algo malo pues buscas la manera de arreglarlo pero no te castigaras, ¿entendiste? –hablo Harry muy serio

-Si amito Harry desde ahora en adelante obedeceré sus órdenes. –exclamo Kimblu ilusionado de obedecer al niño.

-Bueno Kimblu y dime ¿eres el único elfo en la casa?

-No, no amito Harry somos 3, pero pase, pase y conozca su casa mientras Kimblu va a buscar a los demás.

Harry entre a la casa y lo primero que observo fue el hermoso recibidor de la mansión, realmente no se creía que fuera a vivir ahí y menos que esa fuera su casa. El recibidor era un lugar grande con las paredes color crema y el suelo tenia baldosas negras y blancas, en el fondo se podía observar unas pertas dobles que seguro llevarían a la parte trasera de la casa, también habían 2 escaleras curvas pegadas a las paredes que llevaban al segundo piso; del techo colgaba una gran araña de cristal que iluminaba todo el espacio.

Mientras más observaba más maravillado quedaba, entro en una puerta lateral y se encontré con un salón de tamaño medio pero ricamente amueblado.