Harry Potter y el Hijo Ignorado de los Tres Grandes

El dilema de Severus Snape

Hola, aquí estoy de nuevo... gracias a todos los que dejaron un comentario y a los que leyeron también n.n

De momento eso es todo, que disfruten de la lectura

Las aclaraciones de siempre:

<strong>El texto en negrita son pensamientos</strong>

<u>El texto en cursiva subrayado es el idioma de poder </u>

<strong<~El texto en negrita con estos símbolos es pársel~</strong>

El dilema de Severus Snape

A la mañana siguiente Harry se levantó temprano para realizar sus estiramientos matutinos, usualmente los hacía en el jardín de la mansión pero aquí se conformaría con hacerlos en la habitación, aun no era tiempo de responder preguntas. Al terminar se bañó y despertó al rubio dormilón.

-Draco, despierta ya son las 7 y el desayuno empieza a las 8, muévete o llegaras tarde –decía al tiempo en que lo zarandeaba suavemente.

-5 minutos más mamá –le respondió aun dormido evidentemente.

Sorprendido Harry se quedó quieto un instante para luego reír a carcajadas, el sonido despertó a Draco quien brinco sobresaltado.

-¿Potter que maneras son esas de despertarme?

-No fue mi culpa hijito –dijo sarcástico Harry aun riendo.

-¿Que en el nombre de Morgana estás hablando? –dijo Draco a un molesto aunque internamente esperaba no haber dicho nada vergonzoso como a veces le pasaba.

-Vamos no puede ser que no recuerdes –le dijo Harry tratando de parar de reír.

-No, no sé de qué hablas, mejor me voy a bañar –huyo cobardemente el rubio, algo le decía que si había dicho algo.

Al ver escapar al rubio la risa de regreso con fuerza a Harry... <strong>Malfoy puede ser muy gracioso, me voy a divertir mucho despertándolo, la próxima le tomo una foto </strong> pensaba Harry sonriendo con travesura.

Cuando el rubio termino de alisarse salieron junto a sus amigos de la sala común, no era prudente ir solos les indico el prefecto, el desayuno transcurrió tranquilo igual que la cena del día anterior cuando el profesor Snape paso repartiendo los horarios lucía una cara de muy pocos amigos y grandes ojeras algo le decía a Harry que era culpa suya cuando llego donde los de primer año se quedó mirando con algo de desprecio al azabache, el niño por única respuesta le regalo una gran sonrisa... el inocente gesto descoloco aún más al profesor que esperaba una mirada arrogante como la del padre.

-Sera mejor que nos vayamos si queremos llegar temprano a clases –les dijo Harry a sus amigos Slytherin, los demás lo siguieron en cuanto se levantó del asiento y le siguieron... de lo que Harry no se percato es que todos los demás alumnos de primero también se levantaron, lo que el niño no sabía es que ya se había ganado la admiración de los más pequeños y estos le seguirían haya a donde fuera el mago que ellos habían escogido como líder.

Cuando Harry paso por la mesa de Gryffindor se detuvo momentáneamente para saludar a Neville y los gemelos Weasley, estos últimos miraron algo sorprendidos al azabache pero le devolvieron el saludo sonrientes.

-¿Por qué saludaste a los Weasley? No que te caen mal –le pregunto Draco a Harry.

-El que me cae mal es Ronald, los gemelos me agradan son graciosos y no tienen prejuicios –le respondió Harry.