Harry Potter y el Hijo Ignorado de los Tres Grandes

Animago

Aclaraciones inicio de capítulo:

Una pequeña aclaración, dado que no se señala en los libros de JK el inicio exacto de las vacaciones de invierno, yo lo pondré para el 18 de diciembre.

Sin nada más que decirles de momento, disfruten de la lectura.

<strong>El texto en negrita son pensamientos</strong>

<u>El texto en cursiva subrayado es el idioma de poder </u>

<strong<~El texto en negrita con estos símbolos es pársel~</strong>

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Animago

Se acercaba la Navidad. Una mañana de mediados de diciem­bre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse, antes de volar otra vez.

El primer partido de Quidditch había pasado sin ningún suceso digno de mencionar totalmente lo contrario al antiguo pasado de Harry, pero el niño estaba feliz a pesar de no estar en el equipo, la amistad con los chicos de Slytherin iba sobre ruedas; ya no eran solo los del inicio ahora algunos de años superiores se acercaban y conversaban con el azabache sin problema alguno... después de todo Harry se la pasaba hablando en pársel con las serpientes de la sala común, por lo que muchos curiosos se acercaban y terminaban viendo que el niño era alguien brillante y poderoso a pesar de que ellos creían que era un mestizo.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vaca­ciones. Mientras que la sala común de Slytherin y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, lle­nos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un vien­to cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y los hacía mante­nerse lo más cerca posible de sus calderos calientes.

Severus Snape había logrado ver más allá de la apariencia de Harry y si bien no lo elogiaba tampoco lo humillaba en las clases de pociones justo donde se encontraban en eso momento.

-Oye Harry –le susurro Draco desde su derecha.- ¿a dónde vas a pasar las vacaciones? Cuando el profesor Snape paso anotando los que se quedarían no me di cuenta si tú firmaste.

Respondiéndole en el mismo tono Harry le dijo. –Me iré a mi casa Draco hay algunas cosas que quiero hacer en estas vacaciones y a pesar de que no tengo el tronco para el ritual de Yule quiero iniciar la tradición para el próximo año, quiero la bendición de Elenya para mi casa y para mis planes del próximo año.

Asintiendo con aprobación Draco le dijo aun susurrando. – ¿vendrás unos días a mi casa?

-Tus padres me dejaran.

-Claro, así que, qué dices vienes el 23 a mi casa.

-Mmmmm sí creo que para entonces podre ir, pero igual pregúntale a tus padres.

Lo que Harry no sabía es que Lucius Malfoy tenía planeado lo mismo que su vástago invitar al niño a su casa para ver más de cerca si era alguien de confianza.