Capítulo 1 - Heridas de guerra

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-- -- Narra Rush -- --

Días, semanas, meses, tal vez incluso... ¿Años? No lo sé con certeza, desde aquella tragedia, todo mi mundo se trastocó. Solo puedo afirmar que aquello marcó un antes y después.

Por la hermandad se suele decir que han pasado 3 o 4 meses, sin duda me sorprende, pero no sé si por ser mucho o poco. Eso sí, durante este tiempo las cosas han cambiado.

Vane, la chica madura e inteligente con la que llegamos, aquella que nos lideraba, que nos aconsejaba... Ahora se encuentra perdida, y no es que no sepamos su paradero, más bien, ella no sabe ni dónde se encuentra ni lo que hacer, solo deambula de un lado a otro. Por diversos comentarios sé qué pasa las mañanas entrenando, y la mayor parte de la noche en el hospital. Ha dejado de querer unirnos a todos a ser quién prefiere no juntarse con los demás.

Gabriel, aquel niño rico y pijo, sin duda quién peor lo pasó al llegar, aquel que no despegaba la cara del móvil intentado que su mayordomo le solucionara los problemas, aquel que pasaba más tiempo llorando que despierto, ya no se le puede reconocer. De los cuatro, es el único que sigue completando misiones.

¿Y Jessica? Jessica está irreconocible, la dulce e inocente niña que conocíamos, ya no le encontramos por ningún lado, en su lugar está una chica joven y pasota. No quiere hablarnos, no intermedia palabra alguna ni conmigo, ni con Vane, ni con Gabriel, sobre todo cuando este la dejó. Las pocas ocasiones en las que la vi, tras aquel combate, ni siquiera hubo un cruce de miradas, ahora es como si fuese una completa desconocida, y la chica que conocimos se hubiese ido.

Pero Lyra, la dulce Lyra, la gran estratega, la odiada en su mundo por tener poderes, la que un día fue integrante del G-8 y acabó con nosotros en el Equipo Smash, ahora permanece en cama. El combate contra Orten y Nicole, la dejó destrozada, lo que, sumado a las heridas sin terminar de curar del combate contra Eolo, "Es un milagro que quede algo de ella" dicen los médicos. Nada más caer en combate, la gente de la hermandad, no dudó en salir corriendo a ayudar y llevarla a un hospital, o como aquí lo llaman, centro de curación. Tuvimos suerte, con lo de la hermandad, no solo Villa Walla, todo Greenlake había crecido y evolucionado, lo que nos permitió encontrar rápidamente un lugar donde llevarla. ¿Sigue viva? Podría decir que sí, o podría decir que no, su cuerpo está aquí, su mente no. Lyra permanece en coma desde aquello, y los médicos no nos dan grandes esperanzas.

Oh, me olvidaba de mí mismo, aunque tampoco tengo muy claro qué decir de mí. Sigo entrenando, pese a que nuestros enemigos cayesen derrotados, también lo hizo una de los nuestros, y eso es una derrota, una derrota por no haber sido suficientemente fuertes como lo había sido ella. Por eso, cada vez que vengo a el centro de curación a verla, lo que viene siendo diariamente, disculpo por no haber estado a la altura.

Y aquí estoy, sentado frente al cuerpo terminal de Lyra, mirándole fijamente a su bello rostro, sin atreverme a mirar más abajo y observar, pese a estar oculto por las sábanas y ropas del hospital, el enorme boquete de su torso.

-- -- Fin de la Narración de Rush -- --

Médico: (Llamando a la puerta) ¿Se puede?

Rush: Sí, adelante.

Médico: (Pasando a la habitación) Buenas tardes, señor Steate.

Rush: ¿Se sabe alguna novedad?

Médico: (Revisando unos papeles) Parece que no, las heridas han llegado a tal gravedad, que su cuerpo ya no puede asimilarlas.

Rush: ...

Médico: Lo lamento.

Rush: ...

Médico: Pero ustedes saben que continuamos intentándolo, con diversas pruebas y pociones. Es lo mínimo que podemos hacer por vosotros.

The Exit: La Guerra De los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora