The Exit: La Guerra De los Mundos

Capítulo 34 - Pelea de bandos

La luz se colaba por la ventana, clavando sus trazos en las rígidas portadas de los libros que se encontraban en la mesa de aquella pequeña biblioteca.

Rush: ¿De verdad esto es necesario? Aquí no hay nada.

Rush permanecía en aquella librería pegado a un montón de libros, un escenario muy surrealista para aquel que lo conociese, pero una voz detrás suya actuaba con tranquilidad.

Dulce: No te quejes tanto y sigue buscando.

Rush: Qué fácil es decirlo.

Dulce: (Sentándose junto a él) Jejeje, no seas tonto, sé lo poco que te gusta esto.

Rush: Poco es demasiado en comparación.

Dulce: Gracias.

Rush: ¿Gracias? ¿Gracias por qué?

Dulce: Solo, gracias...

Rush: Estás muy rara.

Dulce: ¿Yo? Más bien tú, no me solías criticar tanto antes.

Rush: Obviamente.

Dulce: ¿"Obviamente"? ¿Por qué?

Rush: Pues por haberte id...

???: (Entrando) Daniella.

Rush: ¡...! *¡¿Quién sabe su n...?!*

Dulce: Oh, genial (Levantándose)

???: Espero que sean estos libros.

Dulce: Seguro que sí, gracias.

Rush: *U-un momento... Esa voz*

???: Si necesitas algo más, sabes que puedes contar conmigo.

Dulce: Claro que sí, y sabes que es recíproco, Roxanne.

Las palabras de Dulce alertaron a su hermano, quien se giró al segundo de escuchar aquel nombre. El brillo de sus ojos era mayor al que podía emitir su cuerpo entero en combate, la ilusión destacaba en su rostro al rotar en busca de aquella persona.

Una mujer cabellera rubia con un corte de media melena, se alejaba saliendo de la estancia. Rush abrió la boca, pero esta salió antes que las palabras de su boca.

Rush: ¡E-Esper...!

Dulce: Uy ¿Necesitabas algo? (Sentándose a su lado) Ya nos ha traído los libros que le pedí.

Rush: (Alterado) ¡¿C-cómo puedes estar así?! ¡¿Quién era esa?!

Dulce: (Extrañada) Pues quién va a ser, Roxanne ¿Estás bien, Niko?

Rush: ¡¿N-Niko?! No deberías de llamarm...

Dulce: Ya sé qué te ocurre...

Aprovechando el desconcierto de su hermano, la mujer pelirroja le arrojó a su torso y le sumergió en un abrazo como si fuera la primera vez que se viesen tras mucho tiempo. Rush, sonrojado, comenzó a zarandearse para librarse de los brazos de su hermana, pero de pronto paró.

Dulce: No te hagas el revoltoso, que sé que lo estabas deseando.

Rush: Es un sueño.... Sí (Separándose) Solo puede ser eso ¿No?

Dulce: Vaya, de pequeño te gustaban mucho nuestros abrazos, pero que los llames "sueños", es exagerar, jajaja.

Rush: No, no solo el abrazo, este lugar, tú, y por supuesto (Mirando la puerta) Ella, no hay más respuesta que esa.