Capítulo 8 - Conflictos fraternales.

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Evy, Dulce y Vane aparecieron desde aquel pasillo de historia y conocimiento, llegando a la entrada de la organización de Los insurgentes.

Allí les esperaban Rush, Gabriel y Jessica.

Rush: Ya era hora...

Vane: Perdón, culpa mía.

Gabriel: Jejeje, seguramente te quedaste embobada con tanto libro y te pusiste a leer alguno que otro.

Dulce: Oye, ha dado de lleno.

Vane: (Sonrojada) L-lo sé...

Rush: Jajaja, no lo culpes Vane, siempre haces lo mismo.

Vane: ¡C-callaos!

Evy: (Incrédula) ...

Dulce: Ya te avisé que era un grupo un tanto especial.

Evy: No lo negaré, pero...

Evy buscó con su mirada a la única integrante que aún no había vuelto a soltar palabra tras la charla sobre los reyes y su pasado. Jessica se encontraba distante a ellos, clavando su visión en una pared mientras permanecía cabizbaja cerca de la puerta.

Evy: No tengo un buen presentimiento.

Dulce: Oh... (En tono burlón) ¿Y cuándo sí?

Evy: ...

Dulce: Jeje, te pillé.

Gabriel: Bueno (Acercándose a ellas) ¿Vamos?

Dulce: Sí, a este paso anochecerá antes de que lleguemos.

Jessica: (Sobresaltada) ¡...!

Rush: (Extrañado) ¿Jessica?

Jessica: (Volteando la cabeza de un lado a otro) ¿Dónde? ¿Dónde?

Gabriel: Eh... Creo que le está afectando la falta de luz o algo.

Dulce: (Acercándose a Jessica) Ey, ¿Qué ocurre?

Jessica: ¡Ahí!

Jessica rápidamente se volteó, y como un rayo que surca el cielo, algo voló hasta ella, tirándola al suelo.

Dulce: ¡Jessica!

Jessica: ¿Pero qué...?

Los cuatro se acercaron a la zona donde Jessica se encontraba tirada en el suelo, pero la sorpresa llegó cuando vieron la razón de tal golpe.

Sobre el cuerpo tumbado de Jessica, una bola peluda se agitaba con energía, y con su rosada lengua, bañaba a lametones a la druida, que pese a que trató en un principio de rechazarlos, acabó entre risas con una gran sonrisa en su cara.

Jessica: Jejeje (Entre risas) P-para, jejeje.

Gabriel: ¿Eh?

Rush: ¿Qué leñes es eso?

Dulce: ¿Será...?

Evy: Deberían de estar cuidando Lof e Irea.

???: ¡Ahí está Lof!

Lof: ¡Sí!

Aquellas dos voces desconocidas se acercaron, y unas manos repararon aquella bola peluda de Jessica.

Rush: ¿Estás bien? (Ayudando a Jessica a levantarse)

Jessica: Sí, tranquilo, gracias.

Gabriel: ¿Qué te ha atacado?

Jessica: No me ha atacado, solo estaba jugando.

Vane: ¿Jugando?

La mujer, de pelo castaño, con una camiseta de manga corta gris, junto a unos pantalones cortos marrones que apenas se acercaban a sus rodillas, les mostró la identidad de aquella esfera mullida. Sobre sus brazos, un cachorro de pelaje gris con distintas porciones de blanco, en el pecho y por la cara, pero sobre todo una mirada de pupilas azuladas y cristalinas, donde el mismo cielo parecía estar reflejado en ellas. Este se mantenía inquieto sobre la chica, zarandeándose con mucha energía.

The Exit: La Guerra De los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora