Capítulo 14 - Una misión fuera de la realidad

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La luz volvió a iluminar aquel celestial lugar, las estelas blancas entraban en cada habitación gracias a las claras ventanas, todo era muy tranquilo y relajante.

Vane, como seguramente la mayoría de los que habían allí, permanecía tumbada en su cama, perdida por el mundo de los sueños, hasta que un leve sonido la despertó.

Vane: ¿Mhm...? (Alzando su cuerpo)

???: V..n..g

Vane: ¿Qué es eso? (Desperezándose) Tal vez solo sea mi imaginaci... ¡...! (Observando su brazo) ¿Q-qué es esto...?

Rush: ¡Tenemos que irnos!

Vane: ¡...! Lo dejaré para luego, esto parece más importante.

Aquellos gritos despertaron a todos aquellos que estaban durmiendo en las habitaciones de aquel pasillo, haciendo que arreglasen rápido y saliesen alarmados por el constante "¡Venga, salir, tenemos que irnos!". Vane no fue una excepción, se cambió con rapidez, tomó su vara y la ocultó tras su capa, la cual esta vez usó también para cubrirse los brazos, y salió al pasillo donde estaban los demás.

Gabriel: ¿Q-qué pasa? (Cogiendo su arco) ¿Pelea?

Rush: Ojalá (Señalando a Liahn)

Vane: ¿Liahn? ¿Qué pasa? (Cerrando su puerta)

Liahn: Siento las prisas, pero son órdenes directas, y a él no le gusta esperar.

Dulce: ¿Alideo otra vez?

Liahn: ¡...! Se le acabó la paciencia.

Uno a uno fueron esferizándose, pero no fragmentándose en aquellas esferas blancas, esta vez eran negras, y no ascendieron, descendieron atravesando el suelo con ferocidad.

Al reagruparse, todos parecieron en un ténebre lugar, parecía una cueva, una compuesta por piedras y rocas anaranjadas, donde un gran calor se percibía por cualquier lugar, incluso el humo se colaba entre las paredes.

Todos quedaron sorprendidos, menos dos personas, y una de ellas era Liahn, que parecía expresar un gran temor en su rostro, lo cual pasó por la cara de los demás al escuchar la voz grave y tenebrosa de aquel que estaba sentado en un trono de piedra de obsidiana.

Se fijaron en aquella enorme figura, habían deducido que, como Alideo, se había encogido para poder relacionarse de la mejor forma, pero aun así parecía mucho más grande que Rivielle.

Tenía totalmente su torso trabajado al descubierto, dejando únicamente sus miembros inferiores ocultos por la túnica blanca que surgía de su oscuro cinturón, con una brillante piedra en el centro de este. Él les miraba con sus dorados ojos, aún que uno quedó oculto por su larga y roja cabellera, de la cual dos firmes cuernos salían, incrementando su altura y ferocidad.

Liahn: S-señor Achedeo...

Achedeo: Algo tarde Liahn, pero por esta vez te lo pasaré.

Liahn: M-muchas gracias...

Rivielle: ...

Achedeo: ...

Evy: Estoy algo perdida, y creo que no soy la única.

Achedeo: (Levantándose) Sé que Alideo estará en contra de lo que os voy a proponer.

Rush: (Tocando el mando de la espalda) ...

Achedeo: Pero hay que asumir riesgos, si no ¿Qué gracia tendría la vida?

Rivielle: No siempre.

Achedeo: Si no los asumes, no sabrás si merecía la pena o no, Rivielle.

Vane: ¿O-os conocéis?

The Exit: La Guerra De los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora